Como el dueño de la pensión de Chauen me dijo que habían puesto un nuevo bus a Fez por la mañana, a las 9:00, me levanté a las 7:30 para estar a las 8:00 en la parada de taxi con la intención de que nos acercara hasta la estación de autobuses, que estaba como a un kilómetro y pico de la medina. Lo que no sabíamos es que los taxis estaban en huelga, y digo sabíamos porque la pareja de Alicante con la que charlaba la noche de antes, también iban a la estación de autobuses. Así tras esperar unos 15 minutos y ver que no aparecían taxis, decidimos ir caminando, con las mochilas, bolsas y demás. Por si se nos ocurría quejarnos de mala suerte, se puso a llover, aunque la lluvia era fina y no te calaba demasiado. Menos mal que se nos ocurrió salir antes, pues llegamos a las 8:43 y a las 8:45 ya salía el bus hacia Fez, 15 minutos antes de lo previsto, y de haberlo perdido hubiera tenido que esperar hasta las 13:00 horas. El precio del billete es de 55 dh. más la pertinente propina al maletero de 10 dh. al que, aunque intenté darle 6 dh que llevaba sueltos, me obligaron a gratificar de ese modo...
El autobús era bastante cómodo, aunque algo viejo. El paisaje es más verde de lo esperado, de hecho, mucho más de lo que imaginaba, y se hace un poco pesado, pues tuvo una duración total de más de 5 horas, incluyendo varias paradas para dejar y/o recoger gente y la parada de 30 minutos para comer, ir al lavabo, o simplemente descansar. Yo aproveché para hacer las tres cosas, me comí un bocadillo de 250 gr. de carne picada con especias a la brasa, con salsa por 25 dh, fui al baño y descansé un poco del lento autobús que me llevaba a Fez.
Pasadas las 14:00 llegué a la estación de autobuses de Fez, afortunadamente a escasos 10 minutos andando del Hotel Cascade (Tel. 035 63 84 42 y foto de la derecha), mi casa durante las dos siguientes noches, menos mal que reservaron por teléfono los dueños de la pensión en Chauen, porque de no ser así, no hubiera tenido sitio allí, y el Hotel estaba perfectamente situado, cerca del Bab bou Jaloud, en la plaza Serrajine, y sólo costaba 80dh por noche en la habitación individual, eso si, compartiendo baño, pues la habitación sólo tenía una cómoda cama de cuerpo y medio, un par de perchas, una silla y un espejo. La puerta Bab Bou Jaloud es la entrada principal de Fez el Bali. Esta bella y monumental puerta, fue construida en 1913. Esmaltada en su exterior con azul y verde en su interior, es de estilo hispano-árabe y se compone de tres arcos de herradura simétricos.
Bab Bou Jaloud vista desde fuera de la medina.
Pero, ya que estamos en una nueva ciudad, conozcamos algo más sobre ella...Fez es la más antigua de las ciudades imperiales marroquíes. Capital espiritual y religiosa de Marruecos, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La ciudad se divide en tres zonas principales, Fez el-Bali, la zona antigua y centro histórico, dentro de las murallas, construida bajo Idriss I en el año 809 con su inmensa medina, el mejor conservado casco antiguo en el mundo árabe, la extensa, laberíntica medina de Fez el-Bali, que por cierto también es el más grande del mundo sin coches zona urbana; Fez el-Jedid, la ciudad imperial de los benimerines, donde se encuentra la "Mellah"o el barrio judío y más al Sur la "Ville Nouvelle" (Ciudad Nueva), la zona moderna, comercial, construida por los franceses en la época colonial. Fez (فاس) (a veces escrito “Fes”) es la capital medieval de Marruecos, y una gran ciudad alta de la civilización islámica.Como ya pasaban de las 14:00, decidí ver Fez el Jedid por la tarde y si me sobraba algo de tiempo, adentrarme en la medina de Fez el-Bali. Tengo que advertir que no hay una separación como tal entre ambas, simplemente son dos núcleos unidos, construidos en distintas épocas, pero unidos.
Fez el Jedid es la ciudad construida por los meriníes en el s. XIII , en una ubicación elevada con fines defensivos. Tenía un barrio de mercenarios cristianos y en el s. XIV recibió una importante afluencia de población judía, que creó una “Mellah” o judería como barrio propio que se extendía hacia el este.
El itinerario que os describo se puede iniciar en cualquiera de las puertas que cierran el barrio: Bab Semarine (2) y Bab el Seba (6) o desde la plaza de los Alaouitas (1)
Opté por iniciar el recorrido en la Place des Alauites (1), donde llegué caminando desde el hotel. En la oficina de Turismo hay mapas con los recorridos de Fez, a mi me dieron uno unas españolas que se iban el día siguiente, pero no estaría mal que os hicierais con pano de Fez. En esta explanada se abre el acceso principal al Palacio Real o Dar el-Makhzen, con jardines en el lado Oeste. Residencia principal del sultán. El palacio no se puede visitar., aunque merecen la pena sus grandes puertas doradas, que apreciareis en la foto de arriba a la derecha.
La Rue des Mérinides (arriba a la izquierda) se prolonga hacia el nordeste, atraviesa la mellah, aunque ya no viven judíos aquí, pues se marcharon a Israel y las sinagogas se convirtieron en almacenes de alfombras. Aún se conserva la Sinagoga Habanim (9) (donativo "obligado" de 20 dirhams) , restaurada con fondos de la UNESCO y que incluye un "mikvah" (bañera para rituales de purificación) en el sótano; y a su lado el cementerio judío, también visitable. A mi se "me pegó" un "estudiante" con la escusa de practicar español, me dio una vuelta por el Mellah, me llevó al cementerio y a la sinagoga, incluso me llevó a comprar un hachís de una calidad suprema (imagino que si compras él tendrá comisión) y después me exigió dinero, yo sólo le dí 20 dirhams, que aunque le pareció poco, aceptó gustosamente. Atravesé después Bab Semarine (2) grandiosa puerta de varias bóvedas es la entrada al barrio de Fez el-Jedid.
A lo largo de la Rue de Fez se suceden los zocos, la mezquita roja o Jama el-Hamra, con un alminar del s. XIV(3) y la mezquita blanca o Jama el-Beida (1). En el tramo inicial de esta calle, algunos callejones hacia la izquierda conducen a la Mezquita el-Azhar (11), construida por el sultán benimerín Abu Inan en 1357,y al final de esta calle nos encontramos con la puerta Bab Dekaken (5), la antigua entrada monumental al Palacio Real.
Cruzando la pequeña puerta que se abre en el centro del lado oeste (izquierda) de la plaza se entra en el barrio de Mulay Abadía. Aquí se encuentran la Gran Mezquita de Fez el-Jedid del S. XIII que alberga la necrópolis del sultán Abu Inan(7) y la mezquita de Mulay Abadía de mediados del S.XVIII (8) . Por este barrio me guió un niño de unos 6 años, al que luego compré un yogur en una especie de quiosco. A través de Bab es- Seba o puerta del león(6) se entra al Menchuar (12) (patio de armas amurallados usados para ceremonias militares), donde al fondo se abre hacia la antigua kasba de los Cherarda.
Rue de Fez.
Una de las muchas mezquitas de Fez.
Rue de Fes.
Barrio de Mulay Abadía.
Mezquita en Mulay Abadía.
Bab es-Seba.
Menchuar.
Una de las muchas mezquitas de Fez.
Rue de Fes.
Barrio de Mulay Abadía.
Mezquita en Mulay Abadía.
Bab es-Seba.
Menchuar.
Kasba de los Cherarda.
Empezó a llover y eran cerca de las 18:00, así que volví al hotel a descansar un poco mientras hablaba con mi mujer por teléfono. Después me adentré en la medina de Fez el-Bali. Tras callejear durante una hora por las dos calles principales para "centrarme" y aprender a situarme (cosa realmente difícil pese a que presumo de tener una orientación "perfecta"), y mientras volvía al hotel, me abordó un chico de 14 años que se me ofrecía de falso guía. Un guía oficial (de los que van identificados con su carnet y su licencia) sale por unos 150 dirhams la visita de jornada entera y la mitad por media jornada. Pero en la medina de Fez pululan también muchos guías no oficiales o “faux guides” (chicos que se ofrecen de acompañantes a los turistas, muy hostigados por la policía en los últimos tiempos aunque sigue habiendo una cierta tolerancia a sus actividades) que pueden pedir 100 dirhams por acompañar en una visita guiada y que también son una opción y conocen bien la zona. Normalmente te entran con el rollo de que "No soy guía. Soy un estudiante que sólo quiere practicar español... etc.." y te dan la lata siguiéndote hasta ofrecerse de guía a ver si te convencen y sacarse un dinerillo. La policía turística los tiene muy vigilados. La penalización es una detención de una noche en comisaría más confiscación de los ingresos del día, que tiene escaso efecto disuasorio, como se puede apreciar en la gran cantidad de “faux guides” que hay buscándose la vida en la medina. El problema de los falsos guías es que si no son jovencitos o niños, te "exigen" 100 dh. por el servicio de guía, que suele ser ir a 4 ó 5 metros de ti para que no los pille la poli e intentar que entres y compres en el mayor número de tiendas posibles ( donde o bien tienen comisión, o bien son de familiares), por el contrario, si te haces con los servicios de un niño, les das lo que quieras (invitarles a comer y 10 ó 20 dh está bien) y si los pilla la policía les da una regañina, con lo que a los 3 minutos vuelven a estar a tu lado, siendo esta última la mejor opción. Pues hablando con él durante mi regreso al hotel, lo "contrate" como mi guía para el día siguiente, y para que me llevara esa misma noche a un hamman alejado del "centro", donde no me pudiera encontrar ningún turista. Así que me compré unos calzoncillos por 20dh., cogí mi toalla, jabón y ropa interior y caminamos durante unos 15 minutos hasta llegar al hamman. Bajamos unas escaleras y nos encontramos a unos hombres fumando quiff en pipa, que eran los encargados del local. Ellos me guardaron 170 dh que llevaba conmigo, y que me dieron al salir, tras pagar 10 dh. por cada uno de nosotros, es decir 20dh. Allí mismo, unos bancos y perchas, como si fuera un vestuario de un polideportivo viejo, donde te quitas la ropa y te quedas en calzoncillos.Una puerta cerrada da a un corto pasillo y a otra puerta tras la cual hay una gran habitación alicatada con pequeñas y viejas baldosas blancas, con tubos que mantienen la temperatura por todo el techo, y a la que se le unían más habitaciones a distintas temperaturas separadas de la gran habitación por cortinas de plástico. También existían varios grifos de agua y grandes bañeras con agua caliente, que mezclabas con la de los grifos en cubos hasta conseguir la temperatura ideal y así, bañarte con un cazo. La verdad, me recordaba a la habitación en la que transcurre buena parte de la película Saw.
No os había dicho que el chaval que me acompañaba era berebere, por lo que dominaba técnicas de masajes, pues este pueblo es famoso por sus masajes que transmiten de padres a hijos. Pues me hizo un masaje de espalda, brazos y piernas que me dejó como nuevo.
Después del relajante baño, volvimos al hotel, pero paramos a cenar en un restaurante por 80 dh los dos. Al día siguiente habíamos quedado a las 9:15 horas. Por cierto, las dos primeras imágenes son planos de la medina de Fez, el de la Izquierda es de la zona este y el de la derecha del Oeste.
1 Comment:
Fabulosa visita
Saludos cordiales
Elisa, Argentina
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