Después de "celebrar" el
quinto aniversario de "Los Viajes de Hector y Yolanda" on-line y crear la
página oficial del blog en Facebook y en
Goole+, toca redactar nuestro último viaje a
Turquía.
A las 14:45 salía nuestro vuelo desde Valencia con destino
Estambul, al
aeropuerto de Atatürk, donde llegaríamos a eso de las 19:15 hora local. Como en todos los viajes donde tengo que cambiar de moneda, saqué el máximo permitido por mi tarjeta de crédito en un cajero del aeropuerto, pues es lo más barato en cuanto a comisiones, más que cambiar moneda en cualquier banco o casa de cambio.
|
Mapa de Estambul con los principales monumentos. |
Elegimos la compañía
Turkish Airlines, porque tenía vuelo regular desde Valencia y comprando los vuelos en Febrero nos costaron 1155€ ida y vuelta para los cuatro, Yolanda, Izan, Joel y yo, tasas incluidas.
Estambul es la única ciudad del mundo a caballo entre dos continentes, Europa y Asia, y también entre dos mares, el Mármara y el Negro, la antigua capital bizantina y otomana sigue siendo una ciudad de referencia para entender las culturas del Mediterráneo. El esplendor de palacios y mezquitas, el colorido de los bazares y la vitalidad del Cuerno de Oro trazaran nuestro paseo.
La ciudad del Bósforo ha ocupado desde antiguo un lugar preeminente en la Historia universal y ha cautivado corazones de emperadores y poetas. Decenas de gobernantes la cortejaron y otros tantos pueblos -desde los árabes a los vikingos- trataron de alzar sobre ella su bandera, pero los únicos que lograron convertirla en capital de sus imperios fueron romanos, bizantinos y turcos. Hoy, Estambul es la metrópolis económica y cultural de la pujante Turquía. Actualmente cuenta con más de dieciséis millones de habitantes y es, más que nunca, una mezcla de acelerada modernidad con el sabor añejo de una ciudad que sabe conservar sus tradiciones. Pero dejémonos de datos que podéis conseguir en cualquier guía de Estambul y vamos con el relato.
|
Desayunando en el Nobel Hostel, frente a la Mezquita Azul. |
Una vez recogido el equipaje (sólo llevábamos una maleta grande con ropa para cinco días y el neceser, una maleta pequeña de las que se suben en la cabina del avión y dos carritos de niño) nos trasladamos a nuestro hotel, el
Nobel Hostel, en pleno corazón del Barrio de Sultanahmed, una situación perfecta, y, aunque no tiene aire acondicionado y es una ciudad donde hace mucho calor, Estambul es una ciudad donde el hotel sólo lo "pisas" para dormir...lo que si que hay es ventilador, tv y wi-fi.
Elegimos el taxi por poco más de 40 liras turcas, ya que era lo más rápido y cómodo, pues para llegar en transporte público hasta Sultanahmed, hay que hacer trasborbo (Metro más Tranvía) y con los carritos de los niños y el equipaje no era plan.
El
Metro de Estambul sólo posee dos líneas, la línea M1 de metro tiene un interés especial, y es que es la que conecta el aeropuerto con el centro de Estambul.
Las paradas más importantes de la línea M1 son: Havalimani (en la terminal del Aeropuerto de Atatürk), Zeytinburnu (donde se puede hacer el intercambio con la línea T1 de Tranvía) y Aksaray (es una de las zonas con más hoteles de Estambul).
El
Tranvía de Estambul tiene 5 líneas. La T1 (Zeytinburnu-Kabataş) es, sin duda alguna, la línea más interesante para el viajero. Pasa por el Gran Bazar, la Mezquita Azul, Santa Sofía, el Bazar de las Especias y muchos más puntos de interés.
|
Plano de Metro y Tranvía de Estambul. |
Con los
taxis en Estambul hay que tener mucho cuidado. El timo que más se da es en el taxímetro. Cuando te vas a bajar te clavan, no te puedes creer el precio final, y te dice el taxista que es lo que marca el aparatito.
A ver, si subís a un taxi y le pedís ponga el taxímetro, no perdáis ojo al taxímetro, en una de las partes del mismo debe aparecer la clase de tarifa, en nuestro caso la diurna, que aparece en turco
gündüz. Es una tarifa muy barata. Pero existe otra tarifa nocturna, muy cara, que se eleva casi al doble, se aplica de 00:00 a 06:00 de la mañana, en turco es
gece.
El problema es que hay taxistas "espabilaos" que te ponen la tarifa nocturna, ya sabéis, ojo al indicador del taxímetro, cuando el taxi se ponga en marcha verificar que aparece gündüz. Si lo detectáis se lo hacéis ver al taxista, os dirá que "perdón, no me había dado cuenta", pondrá de nuevo el contador a 0 y la tarifa diurna.
También es bueno que sepáis que muchos taxistas no hablan inglés, y también los hay que no conocerán vuestro hotel, así que es recomendable que llevéis un mapa de Estambul y le indiquéis donde queréis llegar.
Tras el check-in, dejar el equipaje y acomodarnos, volvimos a coger un taxi para dirigirnos al
Barrio de Ortaköy. Pagamos 25 liras turcas.
|
Segundos antes de comernos la típica patata de Ortaköy. |
El Barrio de Ortaköy, traducido es “Pueblo Medio”, estuvo plagado de mezquitas, iglesias cristianas y sinagogas que hoy en día se han sustituido por galerías de arte, cafeterías, restaurantes y anticuarios.
El Bósforo es un estrecho que divide en dos partes la ciudad de Estambul, conectando al Mar de Mármara con el Mar Negro y separa físicamente Asia de Europa. Hay dos puentes sobre este estrecho y uno es visible desde este Barrio. A continuación enumero lo más interesante de este barrio. Está todo cerca y se hace andando sin problemas.
|
Puente del Bósforo o de Atatürk. |
El
Puente del Bósforo o
Puente Atatürk o
Bogazici, es el noveno puente del mundo, de 1074 metros de largo fue completado en 1973. De noche se ilumina y cambia de color, de tal forma que se observa casi desde cualquier punto de la ciudad. Está a 64 metros de altura sobre el Bósforo.
|
Nuestra cena. |
El
Mercado de Ortaköy es muy pequeño y se celebra los domingos, se pueden comprarse abalorios, artesanía, collares, pulseras, lamparillas... Vendedores y compradores acuden en masa porque los precios se adecuan a la calidad de los productos. Lástima que el mercado sea por la mañana, porque a las horas que llegamos ya estaba "cerrado".
La
Mezquita de Mecidiye o de Ortaköy, de estilo neobarroco ubicada sobre la orilla, casi está bañada por las aguas del estrecho del Bósforo y situada justo debajo del Puente del mismo. Los sultanes que habitaban en el palacio de la otra orilla venían a rezar a esta mezquita en góndola. Actualmente está en restauración...una pena para nosotros.
|
Yolanda, los niños y yo en la plaza de la Mezquita de Mecidiye. |
La
Plaza Mezquita de Mecidiye uno de los centro de la actividad nocturna se encuentra en esta plaza y en las callejuelas que irradian de ella, así como en los elegantes bares que se encuentran a la orilla del Bósforo, al Sur de la mezquita.
|
Puestos de patatas asadas o crepes. |
Lo típico por la noche es tomar una deliciosa patata asada en los puestos que se encuentran a lo largo de la calle. Sólo hay que pedir una patata y elegir tantos rellenos como se desee: maíz, queso, pasta de oliva, pepinillos, olivas verdes… Nosotros nos pedimos una para los cuatro y esa fue nuestra cena ese día, pues son realmente "gigantes".
|
Patatas hechas a tu gusto, tu eliges los ingredientes. |
Después de cenar callejeamos un poco, los niños estuvieron jugando en los columpios y toboganes de un parque cercano hasta que finalmente cogimos un taxi para volver de nuevo al hotel por unas 25 liras turcas.
Por cierto, Ortaköy nos encantó, en caso de disponer de poco tiempo, aconsejo ver este barrio antes de la calle Istikal.
También aprovecho que el artículo es corto para haceros unas advertencias o consejos:
-Hay numerosos
aseos públicos que son propiedad de la persona que esté a la entrada de ellos apostada, te puede proporcionar si lo deseas papel higiénico pero es aconsejable llevar cada uno el suyo, a la salida hay que dejarles algo de propina por utilizar sus aseos. El de hombre es Bay, el de mujeres es Bayan.
Aunque recomiendo no usarlos a no ser que sea por urgencia, pues algunos de ellos son asquerosos. Yo recomiendo entrar en el aseo de algún burguer de estos superconocidos, pues además de ser gratis, suelen estar más aseados.
|
Casas de madera de Estambul. |
-Los
timos dirigidos a turistas también están a la orden del día. Los limpiabotas, que por cierto son una bonita estampa de la ciudad, suelen recoger los trastos cuando ven pasar a un turista despistado. Delante de ellos dejan caer casualmente un cepillo y, cuando el turista se lo entrega con la mejor intención, el limpiabotas se ofrece a limpiarle los zapatos. Al acabar, le reclama al turista diez o doce liras. Por suerte a nosotros no nos pasó, pero es bueno que se llegue a Estambul con la lección aprendida: "Si a un limpiabotas se le cae el cepillo delante de nosotros, que lo recoja el mismo..."
-Conviene revisar siempre las cuentas en los restaurantes (infladas habitualmente con gastos que no se han realizado) y las vueltas de la compra. Si en el precio del restaurante o sitio al que se vaya a comer o tomar algo no esta incluida la propina hay que dejar siempre algo. Tampoco lo sufrimos.
1 Comment:
Hola Hector. Me ha encantado, cantidad de consejos útiles para los que no hemos ido a Estambul. Las fotos nocturnas soberbias (felicidades) y desayunar en la terraza del hotel con esas vistas impagables.
Pon pronto los siguientes días :)
Post a Comment