Parque de atracciones de Madrid. 28 de Junio de 2013.

Dejamos atrás Mejorada del Campo y la Catedral de Justo Gallego para aparcar frente al Parque de Atracciones de Madrid, frente a la entrada principal, en la Casa de Campo, en una zona habilitada donde sólo has de dar la voluntad a los aparca coches, concretamente en la zona de Batán.

Mi familia frente a la entrada principal.

Como estuvimos dos días y el post se haría muy largo, voy a dividir el artículo en dos partes. Dos zonas cada día.


Primero voy a dar unos datos que creo que son interesantes. A diferencia de los demás parques de atracciones españoles, en éste sí que dejan entrar comida y bebida, por lo que podéis salir al coche a por la bebida de la bolsa nevera si lo creéis oportuno, así como a por bocadillos, patatas o cualquier cosa, con lo que si elegís ésta opción conseguiréis ahorraros unos euros.

El parque está dividido en cuatro zonas:

Restaurante de la Zona de la Naturaleza.

-Zona de la Naturaleza, donde se encuentras dos de las atracciones de agua además de la mayor parte de la vegetación del parque.

Montaña rusa TNT Tren de la Mina.

Aquí pudimos disfrutar de atracciones como el TNT Tren de la Mina, una montaña rusa de madera donde se alcanzan los 55 km/h y se asciende hasta casi 18 metros de altura. No es demasiado fuerte, por lo que podríamos catalogarla como familiar o emocionante, entre infantil y muy exigente. Está ambientada en una mina asturiana.

Otra de las montañas rusas en la que Izan disfrutó de lo lindo en esta zona es Vértigo, una montaña rusa no demasiado rápida pero con cambios bruscos y rápidos de dirección, así como varios cambios de rasante. La podríamos considerar como exigente.

En esta zona se encuentran dos de las tres atracciones de agua del parque, por un lado tenemos Los Rápidos, en la que montados a bordo de un neumático circular, navegaremos por un río de 800 metros emulando una bajada de rafting. Imposible no mojarse porque cascadas, chorros de agua inesperados y olas hicieron que el calor desapareciera por momentos. La catalogaré como emocionante.

Izan y yo en la rampa de Los Fiordos.

Los Fiordos, una de las atracciones más divertidas.

Pero si se trata de mojarse, yo me decanto por Los Fiordos. En esta atracción descenderemos en una gran barca por una rampa de 56 metros hasta un lago. Imposible no mojarse. Para mi una de las más divertidas y más exigente y emocionante que Los Rápidos.

Yonlanda y Joel en el Telesaurio.

Pero no os penséis que en esta zona sólo hay atracciones para los mayores, porque Joel también disfrutó en algunas de sus atracciones como El Telesaurio, una atracción en la que vuelas a lomos de un dinosaurio con alas al que puedes dirigir hacia arriba o hacia abajo. Vas dando vueltas a un volcán. La pondría entre las familiares y las emocionantes. Eso hizo que la pudiéramos disfrutar los cuatro miembros de la familia.

Izan y yo en el Telesaurio.

Justo al lado del Telesaurio está La Pérgola o El Tiovivo, la atracción más vieja del parque. Lo que viene a ser el carrusel de toda la vida, una atracción familiar.

Los niños en el Tíovivo.

Para finalizar con las atracciones de esta zona  añadir que también hay un cine 4-D, aunque en estos días estaba ocupado por un pasaje del terror gratuito. Izan y yo entramos y se le quitaron las ganas de repetir...se cagó de miedo.

Túnel del Terror del Parque de Atracciones de Madrid.

-Zona del Maquinismo, la más vertiginosa, exigente y emocionante de todas. Donde están las atracciones más fuertes.

La Máquina.

En esta zona hay varias atracciones que, por unas razones o por otras no probamos, unas porque no nos apetecía demasiado como Las Sillitas Voladoras (Las Cadenas), Rotor o La Máquina y otras además de por eso porque Izan no medía el 1'40 exigible, como el caso de Top Spin.

Yolanda e Izan en lo alto de La Lanzadera.

La primera atracción a la que subió Izan de esta zona fue La Lanzadera ya que tenía muchas ganas de probar este tipo de atracciones que no había tenido la oportunidad de disfrutar en ningún otro parque de atracciones por las restricciones de altura. Se trata de una de las atracciones extremas o muy exigentes del parque, una caída libre desde 63 metros de altura en menos de 3 segundos a unos 80 km/h, previa parada en lo alto de unos 4 segundos para disfrutar de las vistas.

Felicidad extrema de Izan tras bajas de La Lanzadera.

En esta zona de fuertes experiencias también Joel tuvo la oportunidad de divertirse como en La Cueva de las Tarántulas, una atracción familiar de las denominadas dark ride. Aquí vas en un vagón por un recorrido oscuro de 80 metros y tu objetivo es, equipado con una pistola, disparar a todo lo que se mueve, mayoritariamente arañas y tarántulas.

Izan en Desperado.

Yoanda y Joel apuntándome con las pistolas.

Otra atracción apta para todos los públicos, en la que se subió toda la familia incluido el pequeño de 3 años Joel es Desperado.En la atracción te sientas y tienes que matar a los malos que salen en la película que dura unos 7 minutos.

Entrada a La Tarántula.

La Tarántula, momentos iniciales durante la ascensión.

Una de las montañas rusas que más nos gustó a Yolanda, Izan y a mi fue La Tarántula. Se trata de una espectacular montaña rusa de 25 metros de altura y con un recorrido de 700 metros de longitud en la que no tendréis rumbo fijo, ya que gracias a un eje móvil que permite giros imprevistos de 360º según la inercia obtenida, se provoca una sensación de libertad y de total ingravidez.

Izan y Yolanda disfrutando de La Tarántula.

Repetimos una y otra vez en los dos días que disfrutamos del parque.

El Abismo-Parque de Atracciones de Madrid.

La espectacular montaña rusa El Abismo es una de las atracciones de última generación más espectaculares y extremas, por eso sólo yo subí un par de veces, generando una gran cantidad de adrenalina cada vez. Izan no medía lo suficiente y Yolanda no se atrevió. La subida se hace a 90º para después poner los vagones boca a bajo mientras hace un saca corchos.

La torre del abismo.

A partir de ese momento, comienza una montaña rusa a 105 km/h pasando por todo tipo de inversiones, tirabuzones y curvas peraltadas. El final es de infarto, ya que se termina ascendiendo a su torre y cayendo de espaldas. Su punto más alto alcanza casi los 50 metros de altura. Está considerada una de las atracciones más fuertes.

El Tornado. Parque de Atracciones de Madrid.

Otra de las montañas rusas más exigentes y divertidas es El Tornado. Al igual que pasaba con La Lanzadera, Izan nunca había subido a una montaña rusa con esas características: montaña rusa invertida (en la que vais colgados) que cuenta con trepidantes loopings, giros, subidas, bajadas e inversiones durante todo el recorrido.

Izan y Yolanda en El Tornado.

Alcanza los 80 km/h, y tiene 800 metros de recorrido que discurren entre las copas de los árboles. Como curiosidad contaré que subimos después de una de las atracciones de agua Izan y yo, y el niño no llevaba camiseta, así que no lo dejaban subir después de hacer la cola. Le pregunté si subiría solo si yo me quitaba mi camiseta y se la ponía para la atracción y así lo hizo. De ese modo, su primer viaje en una montaña rusa invertida de fuertes sensaciones lo hizo solo, sin nadie conocido a su lado.

El Tifón fue otra de las atracciones a la que sólo subimos Izan y yo un par de veces. En esta atracción podéis subir y balancearos a la vez que giráis y os trasladáis de la forma más divertida a una altura de más de 15 metros. Dicen que Tifón es muy similar a La Máquina pero tiene un escalón de adrenalina menos. Es menos fuerte.

Izan y yo en El Aserradero.

La última atracción de esta zona es también una de las más divertidas y solicitadas cuando el calor aprieta, y es que es de las consideradas acuáticas,  El Aserradero (Los Tronquitos). Primero Izan y yo y después él con Yolanda montamos en barcas tematizadas como si fuesen troncos e hicimos el recorrido establecido pasando por hasta dos cuestas: una pequeña poco más lejos nada más salir de la estación, y otra más grande. La catalogaría como emocionante.

El Aserradero. Parque de Atracciones de Madrid.

Continuaré el relato en el siguiente artículo.