Fin de semana en Requena, Sábado, bodega de cerveza y Requena. Parte 2.

Después de saltar en puenting en Dos Aguas volvimos a nuestro alojamiento en Requena, Casa Lucía, para comer. Nos hicimos una ensalada y algo de carne y disfrutamos de una comida en familia.

Dormitorio de Casa Lucía, Requena.

Tras la comida condujimos durante poco más de 30 minutos para llegar a la aldea de Casas del Rey (unos 80 habitantes), donde se encuentra la fábrica de cerveza artesana Fernández Pons, en la que haríamos una visita guiada y una cata de cerveza. Así pues a las 16:00 estábamos frente cervecería familiar para iniciar la visita, donde nos explicaron y enseñaron cómo elaboran su producto.

Fábrica de cerveza artesana Fernández Pons.

Lo que empezó como una prueba en el garaje de casa, en plan "voy a elaborar mi propia cerveza a ver que tal", fue poco a poco pasando a "probar mi cerveza" y de ahí a escuchar de sus amigos "¿porqué no te dedicas a esto? te sale muy buena". Así poco a poco se fue incrementando la cantidad de cerveza fabricada hasta tener que pasar a la ubicación actual y fabricar de tres a cuatro mil litros semanales.

El primer paso del proceso se llama Infusión y en él se extrae el azúcar de la malta (cebada pregerminada) lavándola con agua tibia de manantial, obteniendo de ese modo el Mosto.

Fábrica de cerveza artesana Fernández Pons.

Después viene la Cocción donde se hierve el Mosto junto a una cantidad exacta de Flores de Lúpulo,  añadiendo aromas cítricos y florales así como una atractiva amargura. El lúpulo no sólo aporta el sabor amargo, sino que además da sabor y aromas a la cerveza, aunque también aporta características antioxidantes y conservantes naturales a la cerveza.

En la creación de esta "sopa base" está la magia y el arte del maestro cervecero, que con sus recetas creará un tipo u otro de cerveza, y marcará fuertemente el resultado final. Una vez está lista se pasa por otra máquina que simplemente cuela y separa la parte líquida de los restos de malta de cebada o trigo que hay en la sopa, para obtener sólo el líquido. Ahora se posee un zumo de cebada, con un sabor dulce debido a los azúcares que han liberado las maltas.

Cerveza Altura de vuelo.

Aquí encontramos una de las principales diferencias con las cervezas comerciales. Muchas de ellas, para ahorrar en costes, sustituyen parte de la cebada por otras fuentes de azúcar como puede ser el maíz. Esto no sólo hace que pierda sabor, sino que además las espumas son peores y hay que añadir aditivos al final del proceso para compensar lo que ahora empezamos a perder.

El amargor del lúpulo no suprime el dulzor que habían aportado las maltas, por lo se tiene qué buscar cómo eliminarlo, ya que interesa el amargor, y si queda dulzor que sea equilibrado y no destaque en exceso. Eliminar el azúcar es una jugada doble, ya que a la vez que se hace se convierte en alcohol. Esto se hace a baja temperatura, añadiendo levaduras, que reaccionan con el aire y transforma el azúcar en alcohol hasta que, antes de su final, se para la fermentación enfriando la cerveza. Este proceso es la Primera fermentación. Durante 4 días a cinco grados, la levadura aletargada permite la sedimentación de sólidos.

Fábrica de cerveza artesana Fernández Pons.

Ahora ya tenemos cerveza, apta para consumo, con sus sabor, olor, color y graduación alcohólica determinadas, pero falta un detalle, el gas. En las fabricas de cerveza comerciales el gas se inyecta de forma artificial con bombonas de CO2, pero como estamos ante una cerveza artesanal las cosas se hacen algo diferentes. Mientras que el proceso de inyectado se hace en un día, cervezas como Fernández Pons usan un proceso que dura entre tres y cuatro semanas y es totalmente natural, la doble fermentación, que nada tiene que ver con el término comercial de marketing doble malta, el cual no significa nada. Esta diferencia del último proceso entre cervezas artesanales y comerciales hace que estas últimas tengan que usar conservantes y colorantes artificiales.

La chapa de las cervezas Fernández Pons.

La Doble o Segunda fermentación empieza el quinto día, cuando se embotella sin filtrar una cerveza fría y limpia, con algo de azúcar residual y levaduras dormidas. Dentro de la botella, una vez elevada la temperatura a 20ºC, la levadura termina la fermentación quedando el CO2 atrapado en tu cerveza. Al terminar la fermentación, las levaduras se depositan en el fondo de tu botella.

Por último tenemos la Maduración. Tras la segunda fermentación, la cerveza se ensambla a temperatura constante en la bodega.

Diferentes tipos de malta de cebada.

Los Ingredientes utilizados para la elaboración de esta rica cerveza son:
-Malta de cebada: tres tipos de malta de cebada belga que mezclan con cebada fresca de Casas del Rey. -Agua de Casas del Rey: nace a escasos metros de la Cervecera, en el Parque Natural de las Hoces del Cabriel.
-Flor fresca de lúpulo de dos variedades que se agrega en la cocción en dos momentos diferentes para aumentar la complejidad.
-Levadura fresca.

Una vez transcurridas ya tenemos nuestra cerveza totalmente lista para el consumo, donde veis que siempre se han seguido métodos artesanales, sin recurrir a ningún conservante, colorante o método artificial.

Cuando terminamos la visita a la fábrica de cerveza y la explicación de cómo se elabora llegaba uno de los momentos más agradables, la cata.

Las distintas cervezas fabricadas por Fernández Pons.

Probamos sus dos cervezas más comercializadas, Altura de Vuelo, de gran complejidad y frescura, sabrosa, realmente buena; y Pons 1840, de 6,2º de alcohol, aunque realmente suave, exquisita también, y nos gustaron tanto que compramos una docenita para saborearlas con más calma.

Lo mejor de todo es que las podemos comprar también en la cadena de supermercados Consum o en el "Rincón del Gourmet" de El Corte Inglés, así como en tiendas especializadas a un precio muy competitivo si lo comparamos con el de otras cervezas artesanas. Así que si os gusta la cerveza y no la habéis probado os invito a hacerlo, no os arrepentiréis, seguro.

Plano y recorrido a La Villa de Requena.

Tras la visita volvimos a Requena para seguir con el recorrido a La Villa o casco antiguo que nos habíamos dejado para la tarde, empezando por donde lo dejamos, por la Plaza del Albornoz (30).

Calle de la Cárcel, Requena.

Abandonamos la misma por la Calle de la Cárcel (24), donde estaba la antigua prisión del Concejo y la Casa del Verdugo. Una pequeña calle encantadora.

Iglesia de El Salvador.

Seguimos avanzando hasta la Iglesia de El Salvador (27), de estilo gótico isabelino florido del siglo XV, aunque fue remodelada en estilo barroco en el siglo XVIII, cuando se añadió la Capilla de la Comunión y se reconstruyó la torre campanario. Consta de tres naves, con capillas adosadas entre los contrafuertes. La portada consta de tres arquivoltas, con imágenes de vírgenes y ángeles.

Requena, Iglesia de El Salvador.

Actualmente es la única iglesia abierta al culto en el Barrio de La Villa. El templo fue declarado monumento histórico-artístico y pertenece al Tesoro Archivístico Nacional desde 1931.

Requena, Plaza de la Fortaleza.

La siguiente localización que nombraré, saltándome la mejor para el final, es la Plaza de la Fortaleza (5), presidida por un resguardado, retorcido y viejo árbol que le da encanto.

Torre del Homenaje.

Después vimos por fuera el Castillo (3) y su Torre del Homenaje (2), construidos por los árabes y, que en la actualidad, acogen el Museo de la fiesta de la Vendimia. Se conoce como castillo de la Villa, pero de forma correcta se llama La Fortaleza. Hace poco lo han restaurado. Es un castillo que sirvió de fortaleza durante la Era musulmana. Está situado en la cuesta que da acceso a al Barrio de La Villa, en pleno centro.

Foto familiar en Requena.

Seguimos con una visita más en La Villa de Requena y una cena para chuparse los dedos, pero esto os lo contamos en el siguiente artículo.

Para finalizar comparto un vídeo sobre la ciudad, aunque no es nuestro.