Los viajes de Hector y YolandaLos viajes de Hector y Yolanda: Sudeste asiático en familia. Camboya. Angkor Thom: Baphuon, Palacio Real y Ta Keo. Parte 19.
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En este blog voy a intentar poner toda la información de mis viajes por el mundo, sobretodo, desde que tengo camara de fotos digital. Todas las fotos publicadas están hechas por mi excepto, claro está, las que salgo yo. En caso de no ser así, lo indicaré. Para cualquier duda o consulta enviarme un e-mail indicando que habéis visitado el blog.
Quisiera agradecer a mi esposa Yolanda haberme permitido desatender tantas veces mis labores domésticas, y paternas, para dedicar ese tiempo al diseño y mantenimiento del Blog.
Habíamos madrugado bastante para aprovechar bien el día, hoy tocaba el Circuito Corto de Angkor, así que a primera hora habíamos estado visitando Angkor Wat, para después entrar en Angkor Thom y visitar el templo de Bayon.
Angkor Thom, templo de Baphuon.
La calzada que lleva al templo.
El templo de Baphuon se encuentra en Angkor Thom, al noroeste del Bayon. No es tan espectacular como otros, pero al tratarse de un templo-montaña asentado sobre tres niveles, cuenta con unas vistas desde las alturas hacia la selva impresionantes.
Interior de Baphuon.
Las vistas desde arriba son espectaculares.
El templo, dedicado a Shiva, limita al sur con el recinto del palacio real y mide 120 m. de este a oeste, por 100 m. de norte a sur, con una base de 34 m. de altura sin la torre, con la cual habría medido aproximadamente 50 m.
Angkor Thom, templo de Baphuon.
Los árboles son inmensos.
A finales del siglo XV, fue convertido al Budismo, tal y como se puede comprobar en su muro trasero donde hay una estatua de Buda reclinado, de 9 m. de alta por unos 70 m. de larga, que ilustra el nirvana final de Buda en el momento de morir.
Parte trasera del Palacio Real o Phimeanakas.
Salimos por la parte trasera de Baphuon, y un camino entre la selva y árboles gigantescos nos llevaros a la parte de detrás del Palacio Real o Phimeanakas.
Una de las puertas de acceso.
El Palacio Real de Jayavarman VII fue erigido al norte de Bayon sobre los solares de un palacio anterior iniciado por Rajendravarman (944-968) y ampliado por Suryavarman I, cuyo templo Phimeanakas aún subsiste absorbido dentro de las murallas del recinto palaciego definitivo.
Phimeanakas por su parte delantera.
Phimeanakas, realizada también con laterita, adopta una forma troncopiramidal con unas dimensiones de 35 m. por 28 m. en la base y de 30 m. por 23 m. en la cima de la plataforma, y una altura de 12 m. La pirámide se segmenta en tres niveles, accesibles mediante cuatro empinadas escaleras axiales, sobre los que se asienta una galería perimetral con ventanas. En la plataforma superior sólo quedan los restos de una nueva plataforma piramidal de 2.5 m. de altura, también con cuatro escaleras, sobre la que se cree que se erigía un pequeño santuario, construido en una época posterior.
Angkor Thom, Palacio Real.
El templo formaba parte de la sede real del monarca, que ocupaba una extensión de 14 hectáreas,
delimitadas por un muro de piedra laterita de 246 m. por 585 m. y 5 m. de alto, reforzado por un foso, como es habitual, aunque actualmente el palacio es más bien un bosque de altísimos árboles, algunos de cuyos claros están salpicados de estanques rectangulares bordeados de terrazas escalonadas de piedra que se sumergen en el agua.
La calzada principal de Phimeanakas.
Cinco bellos gopuras de planta cruciforme y coronados de torres roñadas de frontones superpuestos permitían atravesar la muralla. El gopura más importante era el oriental, que estaba alineado por el exterior con la escalinata central de la Terraza de los Elefantes.
La Terraza de los Elefantes.
La Terraza de los Elefantes también forma parte del complejo palaciego de Jayavarman VII, ya que en realidad no es más que una larga balconada del mismo Palacio Real, que dominaba desde oriente la explanada de la llamada Plaza Real: un amplio terreno deforestado en medio del boscaje que cubre Angkor Thom, y que servía como campo de celebraciones de distintas ceremonias, desfiles, espectáculos circenses, carreras de carros y competiciones deportivas (como el juego de polo, importado de la India), tal como ilustran los relieves de una de sus paredes. La familia real y la corte se asomarían sobre esta balconada con el fin de presenciar, desde un punto de vista privilegiado, las actividades que tenían lugar en la plaza.
La Terraza de los Elefantes forma parte del Palacio Real.
La terraza mide 300 m. de longitud y 4 m. de altura. Tres escalinatas en la parte central y dos en los extremos laterales permiten ascender a la plataforma superior, que está parapetada con balaustradas de nagas.
Uno de los lenes guardianes.
No faltan tampoco las habituales parejas de leones guardianes.
Una de las escaleras de la Terraza de los Elefantes.
Cada una de las escaleras está flanqueada por seis elefantes, divididos en dos grupos de tres, con las testas tocadas con tiaras, y las trompas hurgando en macizos de flores de loto.
Altorrelieves de la Terraza de los Elefantes.
Altorrelieves con elefantes de perfil, montados por conductores, cubren la pared continua de la terraza, excepto en algunos tramos, que son sustituidos por relieves de Garudas atlantes.
Relieves de la Terraza del Rey Leproso.
Situada en el extremo norte de la Terraza de los Elefantes, y ensamblada con ésta, la Terraza del 'Rey Leproso', atribuida a Jayavarman VIII (1243-1295), fue probablemente la terraza de cremaciones de los difuntos de la familia real.
Terraza del Rey Leproso.
Este curioso monumento funerario, en forma de U y de 25 m. de largo y 6 m. de alto, no se asemeja a ningún otro de Angkor, y debe su nombre a la estatua de un personaje sedente que estaba instalada en lo alto de la plataforma (para su mejor conservación ha sido sustituida por una réplica, la original está en el Museo de Phnom Penh).
Angkor Thom, Puerta de la Victoria.
Salimos de Angkor Thom por la Puerta de la Victoria, de la que ya os hablé en el artículo anterior, y antes de ver el siguiente templo, Thorn, nuestro conductor particular, nos paró en uno de esos sitios en los que si vas sólo ni te fijas.
Kbal Thma o Puente de Piedra.
Se trata de un antiguo puente olvidado en Angkor, Kbal Thma (puente de piedra) por el que antaño, el agua del Río Siem Reap, pasaba por debajo del puente.
Kbal Thma o Puente de Piedra.
En la actualidad, además de ya no pasar agua bajo el mismo, el puente está invadido por gigantescos árboles que le dan un aspecto de abandono total.
Templo Ta Keo.
Aunque a estas horas ya estábamos hambrientos, todavía quedaba un último templo que visitar antes de comer, el templo Ta Keo, el santuario inacabado (se desconoce porqué jamas fue terminado), un templo-montaña inacabado, probable santuario de Estado de la ciudad de Jayendranagari, iniciado en 985 por Jayavarman, y continuado por su sucesor Jayaviravarman. Como estaba en proceso de restauración no pudimos entrar a verlo.
La selva Camboyana.
Después nos llevó a comer a uno de los restaurantes que hay en la zona de los Templos de Angkor y tras la comida le dijimos a Thorn que no queríamos volver a comer en sitios así, destinados a turistas, con precios europeos, donde la comida no era tan sabrosa ni tan rica como en los pequeños restaurantes de locales o en los puestos callejeros.
Moto-taxi camboyana.
Termino el relato aquí, y en el siguiente ya os muestro lo que visitamos después de comer, pero os cuento una curiosidad. En Camboya es obligatorio el uso del casco si viajas en moto, sin embargo apenas lo usan, también es obligado su uso si se conduce un tractor.
Uso de casco obligatorio.
Para finalizar os dejo con este curioso y corto vídeo de unas plantas camboyanas. Los niños alucinaron, aunque no fueron los únicos:
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