Después de desayunar y arreglar las maletas salimos hacia el aeropuerto ya que a las 10:30 partíamos hacia Aitutaki.
Después de 45 min. de vuelo llegamos a la isla y nos acercaron al hotel Are Tamanu donde nos recibieron con un collar de flores en recepción. Al entrar en el complejo,
nos pareció estar en el paraíso: casitas a izquierda y derecha tipo chozas individuales, palmeras y un caminito frente a nosotros que llevaba a la piscina, al bar y a la espectacular playa de la
laguna repleta de palmeras, de papayas y cocos. Nuestra choza era la Nº8 , y más que una choza era una habitación de un hotel de lujo, con una gran cama, cocina completa y un gran baño.
Dos fotos más del hotel:
Aquí también alquilamos una moto para recorrer esta pequeña isla, unos 30 km2, haciendo algunas paradas y entre ellas una en la cima más alta de Aitutaki de 124 m. desde donde se divisa toda la laguna e islotes.
Más tarde después de practicar snorkel cogimos una barquita de madera (tipo canoa doble) con la que tras adentrarnos casi al coral que separa la laguna del mar el viento nos arrastró hasta unos arrecifes por los que la barca se nos quedaba atrapada, lo pasamos bastante mal, no podíamos salir, perdimos el remo, nos tocó bajar de la barca, remar con una madera que hacia de asiento, y 1:30 min. después haciendo lo posible logramos llegar a la orilla con vida.
Después de 45 min. de vuelo llegamos a la isla y nos acercaron al hotel Are Tamanu donde nos recibieron con un collar de flores en recepción. Al entrar en el complejo,
nos pareció estar en el paraíso: casitas a izquierda y derecha tipo chozas individuales, palmeras y un caminito frente a nosotros que llevaba a la piscina, al bar y a la espectacular playa de la
laguna repleta de palmeras, de papayas y cocos. Nuestra choza era la Nº8 , y más que una choza era una habitación de un hotel de lujo, con una gran cama, cocina completa y un gran baño.
Dos fotos más del hotel:
Aquí también alquilamos una moto para recorrer esta pequeña isla, unos 30 km2, haciendo algunas paradas y entre ellas una en la cima más alta de Aitutaki de 124 m. desde donde se divisa toda la laguna e islotes.
Más tarde después de practicar snorkel cogimos una barquita de madera (tipo canoa doble) con la que tras adentrarnos casi al coral que separa la laguna del mar el viento nos arrastró hasta unos arrecifes por los que la barca se nos quedaba atrapada, lo pasamos bastante mal, no podíamos salir, perdimos el remo, nos tocó bajar de la barca, remar con una madera que hacia de asiento, y 1:30 min. después haciendo lo posible logramos llegar a la orilla con vida.
Después de “tirarnos a la bartola” en la playa un rato más, nos fuimos a cenar y a dormir.
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