Madrugamos muchísimo, y tras casi 3 horas de coche, llegamos a la localidad austriaca de Innsbruck sobre las 9 de la mañana.
Situada en el centro de los Alpes del Tirol, en un amplio meandro del río Inn, Innsbruck es la tercera ciudad monumental de Austria, después de Viena y Salzburgo. La ciudad posee el conjunto más completo de obras renacentistas del país, junto con otras góticas y numerosos ejemplos del arte barroco. Pero lo que le da a ésta ciudad su gran personalidad es el cuadro de montañas en el que está insertada, combinando de ese modo arte e historia con la belleza del paisaje alpino.
Antes de empezar, un enlace de un mapa interactivo de la ciudad.
Aparcamos cerca del centro histórico y fuimos andando al barrio gótico, uno de los cascos antiguos de Austria más bonitos y mejor conservados. Sus fachadas, que en su mayoría conservan su aspecto de arquitectura gótica, datan de la época entre 1500 y 1540. Para tener una primera impresión de Innsbruck, lo mejor es subir a la Stadtturm, la torre del antiguo Ayuntamiento.
A los pies de la torre, el famoso Goldenes Dachl o Tejadillo de Oro preside la plaza de forma triangular. Este mirador policromado, cubierto con tejas doradas, acaba de cumplir 500 años.
El Emperador Maximiliano I mandó construir este mirador suntuoso en la antigua residencia del archiduque Friedrich IV, con ocasión de su enlace matrimonial con Blanca María Sforza de Milán. Adornado con 2.657 tejas de cobre, doradas al fuego, el Tejadillo de Oro caracterizó, por aquel entonces, el centro de Europa .
Un corto paseo nos llevó al centro comercial de la ciudad (no me refiero a un edificio con tiendas...), a la avenida María Theressien, bordeada de palacios barrocos, donde se encuentra la columna Annasäule o de Santa Ana, construida por las Cortes para conmemorar el fracaso del ataque de las tropas bávaras durante la Guerra de Sucesión Española en 1793;
y el Triumphporte o Arco del Triunfo, haciendo de primer plano con las montañas nevadas de fondo, formando una de las imágenes más conocidas de Innsbruck.
Otro breve paseo hasta el Hofburg o Palacio Imperial, construido por Maximiliano I en 1490. El palacio actual es el resultado de varias ampliaciones, la principal, la realizada en 1770 por la emperatriz María Teresa. El visitante puede ver todavía las suntuosas salas del Palacio Imperial: La “Riesensaal” (la sala de los gigantes), los retratos de la emperatriz, su esposo y sus hijos, los aposentos imperiales, la capilla, etc. El jardín imperial (Hofgarten), que se encuentra casi enfrente, formaba parte de las instalaciones del palacio. Las fotos de debajo son del palacio:
Justo enfrente del palacio se encuentra el monumento más asombroso de la ciudad, la iglesia de la Corte o Horfkirche. El amplio monumento consiste en un cenotafio con la estatua del emperador arrodillado y 24 representaciones en relieve de sus hazañas alrededor del sarcófago, situado en medio de la nave. 28 figuras en bronce de miembros de la familia de Habsburgo y (inicialmente estaban previstas 40) de tamaño superior al natural están situados entre los pilares del la nave y en la entrada al coro.
Un poco más lejos está la Pintura Gigantesca Circular, un lienzo que fue comprado en Irlanda y que pesa 8000 Kg, mide 100 m de largo por 10 de alto. Está representada la 3ª Batalla del Monte Bergisel entre los valientes tiroleses y las tropas bávaras que luchaban bajo la bandera francesa de Napoleón Bonaparte (13 de Agosto 1809). En 1895 comenzó esta obra gigantesca, el arquitecto Niederhofer de Munich hizo el montaje de la madera y el pintor de corriente naturalista Profesor Zeno Diemer fue el encargado de la pintura.
Más tarde cogimos de nuevo el coche para llegar al Castillo de Ambras, visible desde lejos debido a su situación ubicado en la ladera de las montañas sobre Innsbruck. Es uno de los monumentos históricos más importantes de la capital tirolesa. Su significado cultural e histórico está inseparablemente unido al personaje del archiduque Ferdinand II (1529-1595), un auténtico soberano renacentista, un mecenas de las artes y las ciencias.
En su interior podemos encontrar numerosas armaduras, armas, pinturas, etc en sus diferentes salas.
Antes de terminar con Innsbruck, os dejo esta foto de un plano de la ciudad sacado de esta web:
Ya de vuelta a Lucerna, atravesamos el pequeño principado de Liechtenstein, constituido por 11 municipios. También atravesamos Vaduz, capital y sede del gobierno, situada a los pies del impresionante palacio de la familia Liechtenstein.
Debido a su escaso interés turístico, no nos detuvimos.
Cerca de las 18:00 llegamos de nuevo a Lucerna, y dimos un paseo por la ribera Norte del río, por la zona de las plazas que comenté en el día anterior.
Por cierto, todas las fotografías que he usado en este post son de esta web, excepto la del Arco de Triunfo y la del Stadtturm que son de esta ora web.
4 Comments:
Toda la región del Tirol es digna de visitarse. Innsbruck, no solo es una de las ciudades mejor conservadas de Europa. Para los amantes de la naturaleza, hay gran cantidad de actividades que se pueden hacer al aire libre, tanto en invierno como en verano. Una opción estratégica para poder conocer la región, es el hotel Schwars http://www.hotel-schwarz.com/es/hotel-schwarz-en-mieming-austria/
todo con una excelente cocina.
Hola me encantó Innsbruck, pero pillé un verano malo! quiero volver con mejor tiempo. Innsbruck tiene además dos teleféricos el nordkettenbahn y el patscherkoferl o algo así que te permiten hacer bonitas excursiones y ver Innsbruck desde el cielo.
A mí con Vaduz me pasó igual, crucé la calle principal en coche y ni paré...
saludos
Recientemente hemos regresado a Innsbruck, tras casi... 30 años! La verdad es que es uan ciuydad encantadora. Po si misma, pero sobretodo por su situación. La calle del Tejadillo de Oro, con en marco de las montañas nevadas al fondo es sublime.
La verdad es que Austria es un país que nos encanta. Y veo que a vosotros también, que habéis regresado varias veces!
Sí, hemos estado 4 veces, y no dudo que volvamos algún día...ja, ja, ja
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