Como no queríamos que nos pasara como en Zagreb, y queríamos pasar la última noche del viaje en un camping, fuimos directamente al único camping de Ljubljana, el Ljubljana Resort, de 4 estrellas, desde donde, tras de aparcar y hacer el check-in, cogimos el autobús número 6, justo en frente del camping, que unas 10 ó 12 paradas después nos dejó en pleno centro.
El mapa de la ciudad es de la web de Lonely Planet.
La visita a esta ciudad descubre el centro de origen medieval y el castillo que lo preside, restos romanos, palacios barrocos, edificios modernistas y animadas plazas a orillas del río Ljubljanica. El conjunto se recorre con facilidad, pues es bastante pequeño.
El esplendor medieval de Ljubljana se localiza en el Castillo del S.XII que corona la colina más alta de la ciudad, primer lugar al que fuimos, pero no subimos la colina a pie, lo hicimos en un trenecito (3€ por adulto i/v) que sale de la calle que hay frente al Ayuntamiento.
La panorámica desde la Torre Belvedere (2€) permite ver agrupados los tejados inclinados y las torres de muchas iglesias.
Una vez abajo, “aparecimos” en la Plaza Cívica, sede del Ayuntamiento, alojado en un edificio medieval reconstruido en 1718. Las fotos de derecha, izquierda y abajo son del Ayuntamiento.
El lugar más animado del casco viejo, es, sin ninguna duda, la plaza de France Presen, dedicada al considerado mejor poeta de Eslovenia (es la de la izquierda). Emplazada en la orilla del río, acoge varios monumentos de interés como la Iglesia Franciscana de la Anunciación, de color rojo y que veis en la derecha, o el Palacio Urbanc, hoy sede de unos grandes almacenes.
Junto a la plaza se extiende el Puente Triple, especialmente acondicionado para peatones y ciclistas. Tres elegantes pasarelas peatonales, bordeadas por una barandilla de piedra con remates de bolas y pináculos fundidos en una sola estructura.
Casi frente al puente triple se levanta la Catedral de San Nicolás, un templo de origen románico reconstruido en diversas ocasiones. Los muros exteriores exhiben lápidas funerarias romanas, medievales y barrocas, así como puertas de bronce, como la que decora la entrada principal. Podéis observar una de esas puertas en la izquierda, y las torres de la catedral en dos de las fotos de arriba en el centro.
Cerca de la Catedral se localiza el mercado Trznica. Abre todos los días y llena de animación las calles cercanas, repletas de cafés y restaurantes.
Había leído que Ljubljana recuerda a Praga por su pasado medieval y reformas aplicadas por Plecnik, a Viena por los edificios construidos durante el imperio austriaco de los Habsburgo, a Salzburgo por los colores pastel de sus templos católicos y a Ámsterdam por el tránsito fluvial de embarcaciones recreativas y de mercancías, pero a pesar de estas posibles semejanzas, Eslovenia ni forma parte de Centroeuropa, ni se la puede considerar parte de los Balcanes.
Este pequeño país tiene un carácter propio, cuya fuerza está magníficamente representada por los cuatro dragones que guardan las esquinas del Puente Zmajski, el más conocido de Ljubljana. La relación del monstruo mitológico con la capital tiene su origen en una antigua historia. El héroe griego Jasón, huyendo de los Argonautas desde el Mar Negro, remontó los ríos Danubio y Sava hasta llegar a la ciudad, donde tuvo que luchar con el dragón, al que venció.
El Puente Zmajski fue construido en 1901 para conmemorar el 40 aniversario de la coronación de Francisco José como emperador austrohúngaro.
Después de comer, paseamos por las cercanías de la Universidad (derecha) para que nos bajara la comida, mientras Izan hacía la siesta y a las 16:00, volvimos al camping para disfrutar de las piscinas que este tiene, similares a las de un balneario, una de agua normal/fría y otra de agua calentita, con chorros de agua y piscinas más pequeñas de burbujas.
También había otra para los más pequeños con un tobogán y varios muñecos más, además de una zona de juegos con columpios, casas de madera, pequeños rocódromos, toboganes, etc, donde Izan estuvo disfrutando hasta pasadas las 19:00, hora en la que empezamos a ducharnos, hacer las maletas y poco más tarde cenar y dormir, por última vez este viaje, fuera de nuestras fronteras. El precio del camping, el mejor en el que hemos estado nunca, fue de 45€.
Si tenéis que elegir entre Ljubljana y Zagreb, elegir la capital eslovena, mucho más coqueta, pequeña, manejable y bella que la croata.
Al día siguiente volvíamos a casa, poniendo punto final a este viaje donde el pequeño Izan se portó peor que en cualquiera de los anteriores. Mucho me temo que este sea el último viaje con él. Quizás fue demasiado largo (en km y días). Quien sabe…
Vídeo de Ljubljana:
2 Comments:
Ljubljana sera nuestra toma de contacto con los balcanes, haremos caso a vuestros post por los balcanes , tiene una pinta estupenda los lugares y los posts
Pasaporte a Wonderland, disfrutad, que es una zona preciosa
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