Martes 24 de Julio 2012-Estambul-Día 3-Parte 2

Después de desembarcar del crucero corto por el Bósforo, en el puerto de Eminönü, fuimos a probar uno de los deliciosos bocadillos de caballa a la plancha (5 LT) que venden en los barcos que hay junto al Puente de Galata. Realmente deliciosos.

Puerto de Eminönü.

Ese fue nuestro aperitivo para los cuatro, ya que eran casi las 14:00 y estábamos hambrientos (los niños mucho), así que decidimos comer en uno de los muchos restaurantes que hay bajo el Puente de Galata.

Comiendo en el Puente Galata.

El Puente de Gálata (Galata Köprüsü), construido en el año 1992 para atravesar el Cuerno de Oro y unir las dos partes europeas de Estambul, tiene 468 metros de largo por 26 de ancho y 61 m. de altura elevándose encima de la colina de Gálata y apreciandose casi por toda la ciudad.

Puente de Galata.

Bajo el puente, se concentran de un lado los restaurantes de pescado y del otro cafés donde fumar narguile mirando la puesta de sol. Sobre el puente, una legión de pescadores de todas las edades tratan de hacerse con el generoso botín del cruce de corrientes del Bósforo. Si queréis tener más datos sobre estos tesoros, deteneros al final del puente, en la margen izquierda, junto al segundo muelle de Kadikoy. En el mercado de pescado veréis el producto más fresco visto en muchos años.

Torre de Galata.

La Torre de Galata está construida encima de una colina que domina el Bósforo, el mar de Mármara y el Cuerno de oro. Al mirador de la torre se puede llegar a través de 143 escaleras o en ascensor, desde ahí se puede admirar un panorama de la ciudad. Se sabe que desde el siglo V en este mismo lugar había una torre, pero la torre de Galata actual fue construida por los genoveses hacia 1348, como gran baluarte del recinto amurallado que debía protegerlos de los eventuales ataques de los bizantinos. Los genoveses la llamaron "la torre de Cristo", alcanza una altura de unos 140m desde el nivel del mar y tiene 9 m de diámetro por dentro. La torre, durante la época otomana, fue utilizada como prisión para encarcelar a los prisioneros de guerra, También se utilizó como observatorio. Después del final de la época otomana, se convirtió en atalaya de vigilancia de incendios. Nosotros no subimos a la Torre.

Mezquita de Rüstem Pasha.

Después de comer nos dirigimos a la cercana Mezquita de Rüstem Pasha, que, por su ubicación privilegiada, dicen que es la más bella mezquita pequeña imperial de todo Estambul y tiene los mejores azulejos de todas.

Cúpula de la Mezquita de Rüstem Pasha.

Una de las que más dinero costó construir por su grandiosa decoración interior. Situada en el Barrio de Tahtakale cerca del Bazar Egipcio, se eleva sobre las bulliciosas tiendas y almacenes que lo rodean. Tras localizar su puerta de entrada situada entre dos puestos de cacerolas y utensilios de cocina, hay que subir unas escaleras para llegar hasta ella.

Interior de la Mezquita de Rüstem Pasha.

Interior de la Mezquita de Rüstem Pasha.

Azulejos de Iznik de la Mezquita de Rüstem Pasha.

Fue construida en 1561 por el gran arquitecto Sinán para Rüstem Pasha, yerno y gran visir de Solimán I. La mayor parte de su interior está cubierta por azulejos de Iznik, siendo los de sus galerías los más hermosos convirtiéndola en la mezquita más magníficamente decorada de la ciudad. Muy recomendable.

Yeni Cami o Mezquita Nueva.

Casi al lado de esta, pero más cercana al Puente de Galata, se eleva la Yeni Cami o Mezquita Nueva, a la cual, pese a tener 400 años, pues se terminó en1663, aún se la conoce como la más nueva.

Yeni Cami o Mezquita Nueva desde el patio.

Situada en el extremo sur del Puente Galata, es una de las más relevantes de la ciudad.

Cúpula de la Mezquita Nueva.

Decoración interior de la Mezquita Nueva.

El interior está suntuosamente decorado con oro, azulejos de color turquesa, azul y blanco de Iznik de mediados del s. XVII y mármol labrado, el exterior se encuentra siempre lleno de palomas y limpiabotas oficiales. Son impresionantes las lunetas de azulejo y el friso coránico que decoran el porche que separa el patio y la sala de oración.

Interior de la Mezquita Nueva.

Lámparas de la Mezquita Nueva.

Al lado de la Mezquita Nueva, entre esta y el Bazar de las especias encontramos una de las curiosidades que ofrece esta ciudad, un mercado de animales.

Sanguijuelas.

En el mercado podemos encontrar sanguijuelas, gallinas, loros, multitud de especies distintas de aves de corral, perros, jaulas, comida para todo tipo de animales, etc.

Yolanda y Joel en el mercado de animales.

A los niños les gustó ver tantos animales distintos...

Entrada al Bazar Egipcio.

No abandonamos la zona de Eminönü, donde nos encontrábamos, porque estábamos frente al Bazar Egipcio o de las Especias o Misir Çarsisi (Abierto todos los días de 09:00 a 19:00h).

Interior del Bazar Egipcio.

Fue construido entre los años 1597 y 1664 por la madre de Mahoma IV como una extensión del complejo de la Mezquita Nueva.

Especias.

En este pequeño mercado cubierto en forma de L se produce una fusión de colores, olores y sabores muy especial. Tiene la peculiaridad de que todos los comerciantes te dejan probar sus productos sin ningún compromiso.

Interior del Bazar de las Especias.

Es muy recomendable el exquisito té de manzana, uno de los productos estrella. Además de cualquier tipo de especia podrás encontrar entre muchos otros productos: embutidos, caviar, el famoso "lukum" e infinidad de delicias turcas.

Delicias turcas.

Es algo más modesto que el Gran Bazar pero tiene más encanto por las fantásticas pirámides de especies que tienen sus puestos. Por cierto, se lo conoce como bazar egipcio porque fue construido con aranceles de importación egipcia.

Todavía faltaban varias horas para que anocheciera, así que en este momento decidimos hacer nuestra última visita del día, y nos acercamos al Puerto de Eminönü para coger un ferry con dirección a Usküdar (1 Jetón por persona), la entrada de este barrio en la Zona de Asia.

Palacio de Topkapi desde el ferry.

Por primera vez desde que aterrizamos en Estambul, íbamos a usar el transporte público, así que es buen momento para que os hable de él.

Los dos tipos de "billete" más conocidos son el Jetón y la Istanbulkart: el primero sirve para un trayecto y la segunda es una tarjeta monedero que vale para todos los medios de transporte.

Un jetón es una ficha que se utiliza para pagar un trayecto simple en los principales medios de transporte de Estambul. Sería el equivalente al billete sencillo de otras ciudades. Los jetones se compran en los puestos de las distintas estaciones de tranvía, metro, embarcaderos, etc y se utilizan para pasar por los tornos. El precio de un jetón era de 2 liras en Julio de 2012.

La tarjeta Istanbulkart es una tarjeta monedero que sirve para utilizar todos los medios de transporte público en Estambul. Esta tarjeta está sustituyendo progresivamente al Akbil, una especie de botón electrónico que ha sido utilizado hasta 2009. Con la tarjeta Istanbulkart podréis pagar los autobuses, el metro, los tranvías, los barcos y el funicular.

La ventaja de ésta sobre el jetón es que las tarifas y los trasbordos son más económicos y no tendréis que comprar un jetón antes de cada viaje. A nosotros no nos valía la pena porque no usamos demasiado el transporte público y la Istambulkart cuesta dinero.

Usküdar es uno de los barrios más antiguos de la parte asiática, lleno de callecitas laberínticas, recomendable si se desea ver el Estambul menos turista y más asiático.

La bajada del transbordador nos deja en los alrededores de la zona monumental, que es la Plaza de Usküdar. En el centro de la Plaza se encuentra el Pozo de Ahmet V que fue construido en estilo rococó turco, su arquitectura tiene semejanza con la casa de pozos delante del palacio Topkapi mostrando los elementos del estilo típicos para "la época de tulipanes".

A la parte izquierda de la plaza, caminando menos de 5 minutos, se encuentra la Mezquita de Iskele también conocida como la de la Sultana Mihrimah, hija de Solimán o la Mezquita del Puerto debido a su lugar, al lado del mar. Es uno de los famosos külliyes de las sultanas en esa zona, una especie de instituciones de caridad turcas.

El bar donde nos relajamos.

Dejamos la Mezquita de Iskele atrás y seguimos caminando, dejando siempre el mar a nuestra derecha, hasta que nos encontramos un paseo marítimo. Casi al final hay unos escalones con alfombras y mesas para tomar te y ver el atardecer y la Torre Leandro, pues los bares están frente a la torre.

Barrio nuevo de Estambul en Asia.

Cuando llegamos era demasiado pronto, y los bares todavía no habían colocado las alfombras en las escaleras, así que pasamos un buen rato en un parque cercano (al cruzar la calle al final de los bares), con columpios, toboganes y un gimnasio con varios ejercicios, donde Izan y Joel se lo pasaron en grande.

Yolanda, Izan, Joel y yo.

Poco después, nos sentamos en una de esas escaleras, en los cojines con tapizados turcos a modo de silla improvisada, medio sentados, medio tumbados, descansando después de tres largos días, tomándonos varios refrescos, tes, pipas con sal como las de España, patatas de bolsa, etc. todo frente a la Torre de Leandro.

Torre de Leandro y Sultanahmed.

Kiz Kulei o La Torre de Leandro (Doncella), de 1200 m2, conocido por los turcos como "Kiz Kulesi" (la torre de la doncella) y llamado por los europeos La Torre de Leandro, se construyó encima de una zona rocosa en medio del mar, a unos 200 m de la orilla, justo enfrente del barrio de Salacak de Üsküdar, donde nos encontramos. Este edificio aún sirve como faro.

Torre de Leandro y Sultanahmed.

Construida en el siglo XII, hoy en día existen muchas leyendas sobre ella: La más famosa sobre la guapa hija del emperador Constantino, Maiden, a la que una adivina hizo presagios de que un día moriría por una picadura de serpiente. Para salvar a su hija de este destino el emperador hizo construir una torre en medio del mar, en la que vivió la hija. Un día, una serpiente salió de un cesto con uvas mandado a la hija y la picó muriendo en seguida. La profecía se realizó.

Yolanda frente a la Torre de Leandro.

Otra es la de su amado Leandro que nadaba todos los días a la Torre solo para verla. Es una trampa para turistas; es cara, además del corto viaje en bote, y no se ve nada que no se vea desde la costa. Sólo merece la pena sentarse enfrente y ver como anochece contemplándola.

El Estambul europeo visto desde Asia.

Un par de horas después, mientras los niños habían estado jugando a la consola portatil (imprescindible para viajar con niños), pintando y demás, tras decenas de fotografías de Sultanahmed y el barrio nuevo de la zona europea de Estambul, situada frente a nuestros ojos, empezó a anochecer.

Anochece en Estambul.

Todavía hoy recuerdo esos momentos, mientras el sol se escondía, los colores de la luz reflejados en el Bósforo, el skyline de Estambul y la relajación del momento...

Mezquita Azul, santa Sofía y Palacio de Topkapi.

Cuando anocheció, desandamos lo andado anteriormente hasta llegar de nuevo al embarcadero de Usküdar para volver en ferry al puerto de Eminönü. no debéis dormiros, pues en verano el último sale a las 23.00 horas.

Puente de Atatürk.

En ese trayecto pudimos observar como el Puente de Atatürk cambiaba de color, el puente que une el barrio de Ortaköy en Europa con Asia.

Puente de Atatürk.

Si vas a Usküdar, con más tiempo, ganas o sin niños, puedes subir a la colina de Camlica, es el punto más alto de Estambul, según he leído, tiene unas vistas impresionantes y un jardín de té muy agradable para descansar un rato. Desde el muelle son 4 kilómetros un taxi seis euros más o menos, junto a la Mezquita de Yeni Valide Cami salen minibuses y Dolmus, pero te dejan en la parte baja de Camlica y la subida caminando sobre 30 minutos.Lógicamente nosotros no lo hicimos, los niños estaban cansados...

Torre de Galata desde Eminönü.

Cuando regresamos hacia el hotel andando, aprovechamos para cenar de camino y hacer alguna compra.

Santa Sofía.

Antes de ir al hotel pasamos frente a Santa Sofía y la Mezquita Azul, momento que aproveché para inmortalizarlas de noche iluminadas.

Mezquita Azul.