Sábado 28 de Julio 2012-Capadocia-Día 7-Parte 2

Dejamos atrás el Valle de Ihlara y recorrimos los casi 60 kilómetros que nos separaban de Derinkuyu, en una hora mientras los peques veían una película en DVD.

Derinkuyu

La ciudad subterránea de Derinkuyu (15 liras turcas, niños gratis) se encuentra en el mismo pueblo de nombre Derinkuyu, que está situado 40 km de Göreme (30 minutos en coche) y es el principal ejemplo de ciudad subterránea de Capadocia (hay más de 30 en esta zona), siendo la más grande, popular y mejor iluminada, y que se piensa que llegaron a habitar cerca de 20.000 personas.

Es poco probable que las ciudades subterráneas estuvieran destinadas para vivienda permanente, pero que fueron construidas con claridad para resistir el ataque y podría apoyar un gran número de personas y sus animales domésticos, durante largos períodos de tiempo. La organización urbana era muy compleja, y probablemente hubo siempre trabajo en progreso.

La Ciudad Subterránea de Derinkuyu se abrió a los visitantes en 1965, pero hasta ahora menos de la mitad de ella se pueden visitar. Un año antes se descubrió un túnel que unía esta ciudad con la vecina de Kaimakly a unos 10 km.

Ciudad subterránea de Derinkuyu.

Para la visita (de 7:30 a 19:30 horas), es aconsejable que llevéis algo de manga larga, pues en el interior hace frío, es un lugar fresco, y si es verano, lo pasaréis mal en manga corta.

Tiene ocho niveles de los que se pueden visitar cinco, en los primeros niveles se sitúa un establo, una prensa de vino y una gran bóveda. Bajando más se encuentras las habitaciones, una cocina y una iglesia.

Como era la Ciudad subterránea de Derinkuyu.

Hay alrededor de 600 puertas exteriores a la ciudad, escondidas en los patios de las viviendas de la superficie. La ciudad subterránea es de aproximadamente 85 metros de profundidad. Contiene todas las habitaciones de costumbre en una ciudad subterránea (establos, bodegas, almacenes, comedores, iglesias, bodegas, etc). Aparte de estos, una gran sala con un techo de bóveda de cañón, el segundo piso era una escuela de misioneros.

Desde el tercer piso y el cuarto, el descenso se realiza por medio de escaleras verticales que conducen a una iglesia de planta cruciforme, en la planta baja. La ciudad se completa con los pozos, chimeneas de ventilación, de nichos para lámparas de aceite, almacenes, depósitos de agua, establos y áreas en las que los muertos podrían ser colocados hasta que las condiciones en la superficie que permiten su correcta eliminación.

Puertas para que no los invadieran.

Lo más importante es cuidadosamente el movimiento las puertas de piedra, semejante a piedras de molino, se diseñaron de forma rápida bloquear los corredores en el caso de un ataque. Por supuesto, estas puertas de accionamiento de un solo lado.

Aunque los pozos de ventilación funcionan, la humedad es un problema y demuestra que la vida aquí durante largo tiempo no debía ser nada fácil. Derinkuyu contiene al menos 15.000 conductos de ventilación que proporcionan aire fresco en lo profundo de la ciudad subterránea.

En menos de una hora se puede realizar la visita, pues aunque no se recorran todos los compartimentos y habitaciones que tiene, si que te haces una idea de como era la vida allí.

Para los que hayáis tenido la suerte de estar en las catatumbas de Roma, como nosotros en 2002, esta ciudad es similar, pero sin las tumbas.

Valle de las Palomas.

Poco más de treinta minutos después volvíamos a entrar en Üçhisar para hacer unas fotos del Valle de las Palomas o Guvercinlik Vadisi, pues aunque ya habíamos visto una parte del mismo otro día, no habíamos encontrado el mirador en el que estábamos ahora, al sur de la ciudad.

Palomares del Valle de las Palomas.

No estuvimos demasiado tiempo aquí, pues Joel estaba dormido y no podíamos alejarnos del coche.

Vivienda-cueva del Valle de las Palomas.

Antes de nuestra última visita en la Capadocia, paramos en otro mirador, uno de los que hay en la carretera que une Üçhisar y Göreme, desde el que se ve el Valle de las Palomas, que une ambas poblaciones, y al fondo Göreme.

Göreme tras el Valle de las Palomas.

De aquí hasta el mirador del Valle del Amor, Ask Vadisi o Love Valley hay poco más o menos 20 kilómetros. No está muy bien indicado pero lo encontramos porque me fijé en los caminos que llevaban hasta aquí desde el globo.

Yolanda, Izan y yo en el mirador del Valle del Amor.

El mirador está en una explanada de una montaña detrás del valle y allí podéis admirar esta valle e incluso tomaros algo en un bar improvisado que hay por allí.

Mirador del Valle del Amor.

Desde el mirador deshicimos el camino recorrido y nos desviamos hasta entrar en el Valle del Amor con el coche, aparcando bastante dentro del mismo.

Formaciones fálicas del Valle del Amor.

Este lugar de chimeneas y estaturas naturales, con lenguas de tierra rosa y amarilla, es uno de los paradigmas del relieve de Capadocia, modelado por una particular climatología.

Valle del Amor.

El nombre del valle se debe a la sugerente forma de sus rocas, similares a penes en erección.

Sobran las palabras.

Como ya era tarde, no había casi nadie recorriendo el valle, y pudimos hacer tantas fotos como quisimos apareciendo completamente solos.

Penes de piedra del Valle del Amor.

Después de estar varios días en la Capadocia y haber visto varios valles distintos tanto desde el aire en el globo, desde un poco más abajo como miradores y entrando y caminando otros de ellos, este Valle continuó sorprendiéndonos.

Yolanda y los niños dentro de un pene de piedra.

Tras unos 45 minutos de recorrido entre la ida y la vuelta y un montón de fotos, volvimos al hotel.

Valle del Amor.

Esa noche preparamos el equipaje porque al día siguiente teníamos que volar hasta otro punto de este maravilloso país, pero eso os lo cuento en el siguiente post.

De tal palo tal astilla.

Y astillita.