Hoy iba a ser uno de esos días dedicados en exclusiva para los pequeños de la casa, nos fuimos a
Adaland.
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Yolanda, Izan y Joel en Adaland. |
Adaland Aquapark es uno de los parques acuáticos más grandes de Europa y ha sido votada por el
New York Post como uno de los diez mejores parques acuáticos del mundo. No he estado en muchos, y me gustó bastante, pero aunque creo que es un poco exagerado hacer esta afirmación, si he de afirmar que es el mejor de los tres en los que estuvimos en este viaje.
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La costa del egeo desde la parte más elevada de Adaland. |
Adaland se encuentra a 20 minutos a las afueras de Kusadasi, en el camino a Selçuk, en nuestro caso al revés, siguiendo el mismo camino que hicimos cuando fuimos a
Éfeso, pasando las ruinas, en dirección a kusadasi, pero es más fácil de encontrar si vais por la antigua carretera que por la nueva. si no disponéis de vehículo alquilado hay autobuses que te llevan, preguntad en vuestros alojamientos.
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Zona infantil vista desde las alturas. |
En realidad son tres parques en uno, un parque acuático, que es el que nosotros visitamos, un delfinario o Dolphinpark, donde se hacen exhibiciones con los delfines y te puedes bañar con ellos, y un parque marino o Seapark, donde puedes bañarte en la playa y tirarte al mar desde unos pocos toboganes, hacer snorquel con peces de colores o ver el acuario de peces tropicales y de tiburones.
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Izan descendiendo por un tobogán. |
Una vez pagadas las entradas al parque acuático, te dan una tarjeta de crédito sumergible que cargas en la misma caja y con la que pagas todo dentro del parque. Si te sobra dinero te lo devuelven al salir y si te falta has de volver aquí y cargarla, así que mejor llenarla bastante.
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Izan y Joel en el barco pirata de la zona infantil. |
Ya dentro del parque nos ubicamos en la zona infantil, delante del barco de piratas con toboganes. Al contrario que en España, por lo menos en los parques acuáticos que conocemos, no has de pagar por usar las hamacas o tumbonas ni por las sombrillas.
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Algunos de los toboganes más normalitos. |
Tras acomodarnos y dejar los objetos de valor en las taquillas (previo pago), nos dispusimos a disfrutar del agua, primero todos juntos en la zona infantil, y después por turnos, Izan se vino conmigo a lanzarse desde los toboganes más altos mientras Yolanda se quedó con Joel en la zona infantil y más tarde intercambiamos.
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Parte del parque Adaland. |
Tienen más de 20 grandes toboganes, con nombres tales como: Amarillo Phyton, Agujero Negro, Big Tornado o Kamikaze, algunos de ellos sencillamente alucinantes, como el Blue & Pink Loop, dos toboganes verticales en los que estás de pie y cuando el suelo sobre el que estás desaparece, caes vertiginosamente a toda velocidad haciendo un looping a mitad del recorrido...brutal.
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Blue & Pink Loop y Amazoon, de lo mejor de Adaland. |
Otro tobogán que nos llamó mucho la atención es Amazoon, el más largo de Europa, con casi 500 metros de longitud y desde el que nos tiramos los cuatro a la vez (si, si, los cuatro, Joel de dos años también, además era él el que nos hacía repetir una y otra vez porque le encantó). Te tiras en un flotador gigante que hace de barca y en el que pueden bajar hasta 8 personas a la vez. Al final del recorrido no caes a ninguna piscina, te frenan y bajas del flotador. Los flotadores son tan grandes que los suben en una especie de montacargas.
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Tobogán Amazoon. |
Posee casi tantos toboganes para tirarte con grandes flotadores como toboganes clásicos donde simplemente bajas tu.
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Izan tirándose a la piscina desde lo más alto. |
También disfrutamos de las distintas piscinas que hay en el parque, la típica de olas, otras con agua más caliente, otras con corrientes que te arrastraban en una especie de río artificial, otra que cubría bastante para tirarte desde varias plataformas elevadas, etc.
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Yolanda y Joel en la zona infantil. |
Antes de comer le propusimos a Izan ir a nadar con los delfines (a Joel no le dejaban por edad), pues aunque el Dolphinpark está apartado, puedes pagar para ver el espectáculo de los delfines o para nadar con ellos (ambas cosas también puedes hacerlas sin entrar al aquapark), pero cuando finalmente se decidió ya no había más pases, así que si tenéis pensado hacerlo, daros prisa.
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Joel tirándose desde un tobogán de la zona infantil. |
Nosotros tuvimos la suerte de
nadar con los delfines en
nuestro viaje a la Rivera Maya y es una experiencia muy recomendable, aunque también muy cara, todo hay que decirlo.
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Toboganes de Adaland. |
La comida es más copiosa y más económica de lo esperado, aunque tampoco hay mucho que elegir, hamburguesas, pizza, pasta o carne.
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Joel disfrutando de Adaland. |
Al final del día todos habíamos disfrutado mucho del agua, pues hacía un calor de mil demonios, que dificultaba incluso caminar por las zonas secas, abrasándote la planta de los pies si estabas más de 5 segundos sin moverte.
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Izan disfrutando de Amazoon. | | | |
Después del parque acuático volvimos al hotel, había que hacer las maletas y descansar, pues al día siguiente temprano partíamos hacia otro destino...pero eso os lo cuento otro día.
Ahora os dejo con algunas fotos que nos hicieron y que compramos...
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La familia al completo en el tobogán más largo de Europa. |
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Izan y Yolanda disfrutando de lo lindo. |
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Mi cara de susto lo dice todo... |
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