Este iba a ser nuestro último día en Antalya, y como ya habíamos visitado todo lo interesante, decidimos dedicárselo a los niños (es lo que tiene viajar con niños, has de dedicarle parte del viaje a ellos), que después de 15 días de viaje se estaban portando muy bien, así que lo primero que hicimos fue despertarnos de "manera natural", sin despertador, algo poco habitual en nuestros viajes.
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Playa de Konyaalti. |
En el desayuno en la terraza del hostal, teníamos las vistas de nuestro siguiente destino, al Oeste de Antalya, la larga playa de piedrecitas de
Konyaalti, que ofrece una impresionante vista de la cordillera montañosa.
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La playa de Konyaalti y las montañas Beydağlar. |
Decidimos pasar toda la mañana en esta playa, pues aunque a 12 kilómetros al Este está la playa de arena de Lara, después de comer íbamos a un lugar muy cercano a la playa de Konyaalti y era menos engorroso (el tráfico en Antalya es terrible).
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Yolanda, Izan y Joel en la playa de Konyaalti. |
La playa de Konyaalti es una playa preciosa, muy larga (7 km) y enmarcada por la cordillera imponente de las montañas Beydağları y por un mar turquesa.
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La playa de Konyaalti y el centro de Antalya. |
En ella hay multitud de restaurantes, bares y discotecas, así que alquilamos dos tumbonas y una sombrilla en uno de ellos y nos dedicamos a disfrutar del agua limpia y cristalina con los niños.
Después de toda la mañana tumbados descansando, jugando con Izan y Joel y bañándonos, comimos en uno de los restaurantes de la playa y la verdad que estaba todo riquísimo y nada caro.
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Yolanda Izan y Joel en la piscina de olas de Aqualand. |
Ya alimentados, cogimos el coche para ir a nuestro siguiente destino, el cercano parquing del
parque acuático Aqualand, donde pasamos el resto de la tarde hasta que cerraron.
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Joel en un tobogán de Aqualand. |
Entramos a partir de las 15:00 porque era más barato y porque ya era el tercer
parque acuático que visitábamos en este viaje, junto a
Adaland de Selçuk y
Didim Aqua Park cerca de Dídima, ambos en la
costa del Egeo.
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Izan y Joel en un tobogán de Aqualand. |
Aqualand no llega al nivel de Adaland, para mi el mejor de los tres, pero sin embargo es suficientemente grande como para pasar un día estupendo con la familia, con mucho toboganes de todos los tamaños y formas.
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Que cara de felicidad, se lo pasaron en grande. |
También posee un delfinario donde puedes ver los shows con los delfines o nadar con ellos aunque no estés en el parque acuático.
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Izan con un delfín de Aqualand. |
Después de disfrutar de todos los toboganes, los más grandes con Izan y los más pequeños con Joel, y de bañarnos en la piscina con olas, por fin Izan hizo aquello que le prometimos en Adaland y que allí no pudo hacer...
nadar con delfines, tal y como nosotros hicimos en la Rivera Maya,
México.
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Izan arrastrado por un delfín de Aqualand. |
El precio en liras turcas no lo recuerdo, pero traducido en euros era alrededor de 90€, más barato que lo que costaba en Adaland y casi la mitad de lo que nos costó a Yolanda y a mi en la Rivera Maya, así que si estáis por aquí y no lo habéis hecho nunca os lo aconsejo porque es una experiencia inolvidable.
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Izan con un delfín, mirad que cara de felicidad. |
Aunque Joel era demasiado pequeño para nadar con los delfines, nos dejaron que tocara al delfín asignado para Izan y le gustó muchísimo, no paraba de decir que parecían tiburones...
Lo mejor de todo es que aunque te hacen fotos para luego vendértelas, te dejan hacer a ti tus propias fotos y grabar en vídeo, de esa forma te ahorras los sablazos que te quieren meter si compras una o varias de sus fotos.
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Izan disfrutando de nadar con un delfín. |
Aunque al principio Izan estaba un poco temeroso, preguntando si era peligroso, si mordían, etc, cuando terminó nos dijo que quería repetir, que volvería a hacerlo una y otra vez porque le pareció una experiencia fantástica y fabulosa. Hoy todavía se acuerda.
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Espectáculo de luz y sonido. |
Cuando cerraron el parque volvimos a nuestro alojamiento a descansar un poco y después de ducharnos y asearnos volvimos a dar un paseo nocturno por el centro de Antalya, cenamos y también disfrutamos del espectáculo nocturno de luces, sonido y agua de la fuente.
Nos despedimos de la ciudad esa noche, pues a la mañana siguiente volábamos de nuevo a
Estambul.
1 Comment:
Ya vemos que os lo pasasteis en grande
Buena entrada
abrazos
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