Viernes 21 de Junio de 2013-Departamento de Drôme-Día 4-Parte 1

Como ya sabréis los que estáis siguiendo los relatos de este #blogtripdrome, la noche anterior dormíamos en el Hotel Les Négocians, donde habíamos quedado con un guía de habla española de la oficina de turismo de Valence para hacer una visita guiada de una hora por la ciudad, así que después de desayunar y dejar el equipaje en recepción comenzamos la visita por esta interesante ciudad donde, en unos meses, atracarán los cruceros fluviales por el Ródano.

Valence es una extensa y próspera ciudad comercial a orillas del río Ródano, orientada hacia los acantilados del Ardèche.

Pogne de Romans.

Situado a pocos kilómetros al sur del paralelo 45, la ciudad se refiere a menudo como la "Puerta del Sur" o la "Puerta de Provenza".

Le Suisse, Valence.

Primero nuestro guía nos enseñó el dulce típico de la región, la Pogne de Romans, un bollo con huevos aromatizados con cáscara de naranja o de ron que proviene de la Edad Media y el dulce típico de la ciudad, Le Suisse, un divertido pelele de pasta, perfumado con cáscara de naranja confitada que tiene más de 200 años.

Champ de Mars, Valence.

Champ de Mars, Valence.

Luego nos llevó a Champ de Mars, un parque famoso por albergar el símbolo de Valende, el Kiosko Peynet, un kiosko de música inmortalizado por Raymond Peynet en una de sus dibujos, lugar de encuentro de dos enamorados.

Kiosko Peynet, Valence.

Detalle del kiosko Peynet, Valence.

Hoy en día el Kiosko Peynet es Monumento de Interés Artístico.

Parc Jouvert, Valence.

Justo delante del Champ de Mars, en dirección al Ródano se encuentra el Parc Jouvert, al sur de la avenida Gambetta, ofrece 6 hectáreas de estanques y jardines con preciosas vistas del Château du Crussol.

Cathédrale St-Apollinaire, Valence.

Su principal monumento, situado en la plaza des Cercs, es la Cathédrale St-Apollinaire, de estilo románico, fundada en 1095, pero reconstruida en el s. XVII. En su interior hay una tumba del papa Pío VI que falleció en Valence en 1799.

Valence.

Maison des Têtes.

Junto a ella está el antiguo palacio obispal, el pequeño Museé des Beux-Arts, que contiene una colección de dibujos de Roma de finales del s. XVIII de Hubert Robert, aunque nosotros no lo visitamos.

No lejos de allí vimos una mansión renacentista, la Maison des Têtes, en el nº57 de la Grand Rue, construida en 1532 y adornada con esculturas de cabezas de antiguos griegos, entre ellos Aristóteles, Homero e Hipócrates. En la actualidad acoge la oficina municipal de arte e historia.

Durante el paseo vimos muchos restaurantes con una, dos o incluso tres estrellas Michelín, por lo que puedo afirmar que Valence es un buen lugar si te gusta la buena comida y te lo puedes permitir...

Para finalizar y como curiosidad os contaré que Napoleón Buonaparte vivió durante varios años en Valence y pasó varias veces más por allí, pues la ciudad posee una Escuela Real Militar.

La hora pasó volando y no pudimos ver nada más, así que volvimos al hotel para que Pierre, de Slice of France (recordad que es la empresa que nos traslada y que realiza recorridos privados por la región) nos trasladara hasta Romans-sur-Isère a unos 20 kilómetros, es decir, 30 minutos.

Museo Internacional del Zapato, convento de la Visitación.

En esta localidad visitamos el Museo Internacional del Zapato de Romans, instalado en el antiguo convento de la Visitación, un amplio edificio construido entre los ss. XVII y XIX.

Herramientas y máquinas para hacer zapatos.

Empezamos la visita guiada en Inglés en una gran sala con herramientas, máquinas, formularios y documentos audiovisuales donde observar la riqueza de la experiencia de los fabricantes de Romans.

Zapatos del antiguo Egipto.

Calzado de la Edad Media.

En el museo podemos encontrar más de 20.000 piezas de colección, 4.000 años de historia de los 5 continentes, desde pies momificados del antiguo Egipto a las botas de mosquetero, botines de las mujeres chinas a zapatos de la Edad Media, con homenajes a grandes artistas de los siglos XX y XXI.

Zapatos de la época napoleónica.

Zapatos de la antigua China.

Suntuosos, divertidos y enigmáticos, los zapatos muestran los cambios en las costumbres a través de los tiempos y los países.

Calzado africano.

Zapatos de indios americanos.

Lo que en un principio me pareció un aburrido museo, poco a poco se convirtió en una divertida manera de ver la historia a través de los zapatos de los hombres que poblaron el planeta años atrás, de modo que os recomiendo la visita.

Restaurante La Charette, Romans-sur-Isère.

Después de la interesante visita al museo nos fuimos a comer a un restaurante cercano, La Charette, un lugar muy conocido donde han comido muchos famosos del país, como se muestra en las decenas de fotos que adornan sus paredes.

Terraza del restaurante La Charette, Romans-sur-Isère.

En su terraza nos sirvieron la especialidad de Romans, los Ravioles, similares a sus primos italianos, el ravioli, pero mucho más pequeños y rellenos de una mezcla de huevos frescos, queso fresco, perejil y queso Emmental o Comté, en mi caso acompañado de salmón y de un excelente vino.

Ravioles de Romans.