Sábado 17 de Agosto 2013-Aquashow Park, Loulé y Karting-Parte 2

Como ya os expliqué en el artículo anterior, el Aquashow Park es un parque de atracciones y un parque acuático todo en uno, y como ayer os relaté sobretodo la parte acuática, hoy toca la parte de las atracciones.

Yolanda, Izan y Joel en el Aquashow Park.

La zona acuática está abierta de principios de Abril a finales de Octubre, mientras que la zona de atracciones lo está todo el año. Esta zona posee incluso una pista de hielo para patinar abierta en la temporada de Navidad.

Montaña Rusa de agua, Aquashow Park.

Ya conté que Izan subió varias veces a la Montaña Rusa de agua más grande de Europa, pero debido a su altura, no pudo subir a ninguna de las otras atracciones "fuertes" que os paso a relatar.

Top Swing, Aquashow Park.

Una de esas atracciones es el Top Swing. Es un péndulo de 12 metros de altura que forma un ángulo de 110 grados que da un giro sensacional que tiene un descenso vertiginoso.

Air Race, Aquashow Park.

Al lado de esta atracción se encuentra la Air Race, la primera de su tipo en Europa y la segunda en todo el mundo. Realiza acrobacias y volteretas en el aire. La verdad es que marea un poco, así que si sois de mareo fácil no os la recomiendo.

Aquafly.

Atracciones para niños más pequeños, aunque algo más mayores que Joel, está el Aquafly, que es una especie de montaña rusa lenta en la que vas colgando dentro de un avión desde el que puedes mojar a otros con una gran escopeta de agua.

Joel en el Mini Tren.

Donde si que disfrutó Joel fue en el Mini Train o Mini Tren, donde subió una y otra vez hasta la saciedad...un tren con vagones que hace un pequeño circuito circular.

Aquashow Park.

Como os podéis imaginar el tiempo nos pasó volando, de los toboganes a las atracciones, de las atracciones a los toboganes, a la piscina de olas, comer, un helado, etc...un no parar.

Aquashow Park.

Pero lo que más les gustó a los niños, tanto a izan como a Joel, fueron las Water Balls.

Izan y Joel en las Water Balls.

Las 'water balls' son unas bolas de plástico hinchables que permiten andar sobre el agua de forma segura.  La persona que va dentro puede rodar o caminar sobre el agua como si fuera un ratón dentro de una esfera.

Water Balls.

La experiencia les entusiasmó tanto que repitieron un par de horas después de haberlo probado por primera vez, eso sí, había que pagar a parte, aunque no era demasiado caro, además iba con tiempo, pero la segunda vez, como estaban solos, se pasaron de tiempo y no les hicieron bajar (pues los usaban a ellos como gancho).

Poco antes de las 19:00 abandonamos el parque y nos acercamos a la localidad de Loulé, a unos 15 minutos en coche.

Ermita de Nuestra Señora de la Piedad (Madre Soberana).

Loulé.

La segunda ciudad más poblada del Algarve, la modernidad se simbolizada por una iglesia que parece una nave espacial y que destaca en lo alto de una colina al oeste de la ciudad, la Ermita de Nuestra Señora de la Piedad (Madre Soberana).

Aparcamos en la calle peatonal Rua de 5 Outubro, que conduce al Largo Dr Bernardo Lopes, la calle principal, a un paso de la Praça da República.

El primer desvío a la derecha lleva al Museo de Arqueología de Loulé. Enfrente, en la esquina con la Rua Vicealmirante Cândido dos Reis, se encuentra el encantador monasterio o convento del Espirito Santo (ss. XVII y XVIII), con su tranquilo y sombreado claustro. Una parte del monasterio alberga la galería de arte municipal, con exposiciones temporales de artistas contemporáneos.

Antiguas murallas de Loulé.

Luego bajamos por la calle adoquinada Rua das Bicas Velhas o Calle de los viejos chorros que debe su nombre a las fuentes de agua potable situadas bajo un escudo de armas al final de la calle. A la derecha, la Praça Dom Alfonso III permite atravesar las antiguas murallas para contemplar las torres medievales que se han conservado.

La iglesia parroquial gótica de São Clemente.

La iglesia parroquial gótica de São Clemente (mediados del s. XIII pero con modificaciones en los ss. XVI y XVIII) de estilo gótico meridional, domina la mayor plaza de Loulé. La torre, del s.XII, era el minarete de la antigua mezquita. Aunque fue rematada con una cúpula de la que cuelgan las campanas, es uno de los pocos ejemplos que quedan de la arquitectura árabe en el Algarve. En su interior destacan las magníficas capillas laterales como las de São Brás (con un arco del siglo XVI, retablo de talla policroma del siglo XVIII y una valiosa imagen del patrón, del siglo XVI), Nuestra Señora de la Consolación (revestida con azulejos historiados y retablo en talla del siglo XVIII)y São Crispim, del s.XVI. Al Oeste se ven las palmeras del Jardim dos Amuados.

Mercado municipal de Loulé.

Mercado municipal de Loulé de noche.

En el lado opuesto, la Rua Martim Farto conduce al Mercado Municipal, un vasto edificio de estilo árabe que ocupa toda una manzana y de una gran belleza. En las calles que lo rodean hay tiendas y puestos donde venden de todo. De este colorido mercado, con su fachada decorada con azulejos estilo Art Nouveau, se baja por la Praça da república y se regresa a la Rua 5 de Outubro, donde se encuentra el Ayuntamiento.

Ayuntamiento de Loulé.

Ayuntamiento de Loulé de noche.

Cenamos a base de pescado en un bar cercano, en una calle peatonal y después nos fuimos a Almancil.

Yo en el karting Almancil.

En esa pequeña localidad íbamos a correr en un kartódromo ubicado allí, el karting Almancil, con la peculiaridad de que  fue inaugurado por el fallecido Ayrton Senna.

karting Almancil.

El circuito de los adultos, en el que corrí yo por primera vez en kart, es una réplica con 760m de largo por 7,5 m de ancho del antiguo circuito de Fórmula 1 brasileño Jacarepaguá, y recibe más de 295.000 visitantes al año.

Joel conduciendo un kart para niños de 3 a 6 años.

Lo que más me gustó de la experiencia fue poder compartirla tanto con Izan como con Joel, porque los tres tuvimos la oportunidad de conducir karts en tres diferentes pistas y categorías de coches adecuadas a nuestras edades.

De ese modo Joel condujo un kart llamado Mini F-1 que es para niños de 3 a 6 años y aunque al principio le costó un poco, al final de su sesión ya dominaba bastante el kart, perfecto para la primera experiencia al volante de Joel.

Izan en su kart del karting Almancil.

Izan, por su parte, condujo un kart especial para niños de 7 a 12 años, con 120 cc y al igual que Joel, se vio una gran evolución en la conducción entre las primeras y las últimas vueltas, donde ya conducía a toda velocidad.

Una experiencia inolvidable para los tres, que terminó más allá de las 12 de la noche...menos mal que estábamos cerca de nuestro apartamento de Albufeira.

Para finalizar el relato, os dejo con el vídeo de este largo día, que resume este artículo y el anterior: