Después de comer, tal y como os conté en la primera parte de este artículo, empezamos la visita a
Aix en Provence.
|
El boulevard Cours Mirebeau, Aix en Provence. |
Empezamos esa visita por el
boulevard Cours Mirebeau es el eje principal de Aix, que nace en la rotonda donde se encuentra la oficina de turismo. La elegante avenida arbolada, donde en el siglo XVII construyeron sus palacetes nobles y aristócratas, conserva su aire bohemio y el ambiente tranquilo y pausado de un pueblo de La Provenza. En este túnel de vegetación salpicada por fuentes, se amontonan los tradicionales cafés en cuyas terrazas tienes que sentarte para ver y ser visto. El Café Le deux Garçon (favorito de Cézanne), El Café Oriental o el Café Clement, son algunos de los clásicos indispensables. Es uno de los lugares inevitables para los turistas.
Además de disfrutar del paseo entre calles pintorescas con bonitos edificios del siglo XVII y XVIII y plazoletas por doquier en las que no faltan las fuentes decorativas, tienes varios puntos de interés que no debes perderte en tu visita a Aix. En la
Plaza Saint Jean de Malte está la iglesia del mismo nombre, erigida a finales del s. XIII, fue el primer edificio gótico de Aix. Aunque la fachada tiene un aspecto severo, la nave, llena de simplicidad y de elegancia, no carece de encanto. También aquí se encuentra el
Museo Granet. Es el más importante de la ciudad, con una interesante colección de pintura flamenca, francesa e italiana y por supuesto con una sala dedicada a la obra de su más ilustre vecino, Cézanne, uno de los grandes pintores impresionistas. Nosotros no lo visitamos. Aquí estaba el mercado semanal, aunque ya casi lo estaban desmontando, lo que impidió que hiciéramos fotos de la plaza e iglesia.
El
barrio de Saint-Saveur, el que visitamos a continuación, ocupa el emplazamiento de la antigua ciudad romana. Se extiende desde la Catedral hasta la
Torre del Reloj (Tour de l’Horloge), actual Ayuntamiento.
|
Plaza del Ayuntamiento, edificio de Correos francés. |
La
Torre del Reloj, símbolo de la ciudad y del poder villano, se alza sobre cimientos romanos. Su altura se incrementó en 1510. Abriga un reloj astronómico de 1661, con cuatro estatuas de madera que simbolizan las cuatro estaciones. En la plaza, creada en el siglo XVII se encuentra una fuente esculpida por Chastel, con una columna romana en su centro. Lugar de encuentro para los habitantes y turistas de la ciudad, a su alrededor la gente se sienta y espera, contemplando a los viandantes pasa con el cielo tranquilo sobre sus cabezas.
|
Hôtel de Ville o Ayuntamiento de Aix en Provence. |
El
Hôtel de Ville o Ayuntamiento se sitúa junto a la Torre del Reloj. De estilo italiano fue construido entre 1655 y 1670 por Pierre Pavillon. Se caracteriza por su magnífica verja de entrada, por el balcón de hierro forjado y por el precioso patio empedrado y rodeado de edificios con pilastras.
La Halle aux grains es un antiguo mercado de grano construido por Vallon, es un edificio del XVIII que recuerda la importancia del comercio del trigo en aquel tiempo.
Los tres edificios (Torre del Reloj, Ayuntamiento y Antiguo Almacén de Grano) se hallan en los alrededores de la
Place de l’Hôtel de Ville.
Una vez sobrepasada la Torre del Reloj, se entra en la antigua ciudadela condal.
|
Callejeando Aix en Provence. |
En la parte alta de la calle Gaston Saporta, una calle semipeatonal muy animada, se pueden observar restos de las antiguas murallas que separaban las ciudadelas episcopal y de los condes. Hoy en día las calles comerciales, llenas de tiendas, bares y restaurantes que sustituyen a la muralla invitan más a la diversión que al rezo.
En ella se encuentran cuatro palacios del siglo XVII y XVIII. En el numero 23 l’
Hôtel Maynier d’Oppède reconstruido en 1730 por Georges Vallon y Chastel. Hoy es el l’Institut d’Etudes Françaises para estudiantes extranjeros. En el 21, el
Hôtel Boyer de Fonscolombe posee una elegante fachada que data de 1757. El
Hôtel de Châteaurenard, construido en 1650 se sitúa en el nuecero 19. Es famoso por haber albergado a Luís XIV en 1660. En el 17 se encuentra el
Hôtel d’Estienne de Saint Jean uno de los más bellos del fin del XVII. Su fachada compuesta de altas pilastras es obra de Laurent Vallon. Desde 1930 es la sede del Museo del Viejo Aix donde se exponen numerosas obras que hablan del pasado de la ciudad.
|
La catedral de Saint-Saveur, Aix en Provence. |
Más al Norte, frente a la catedral, en la Plaza de la Universidad, la antigua facultad de derecho ha sido substituida por el prestigioso Institut d’Etudes Politiques. El
palacio de la Université, reconstruido en 1734 por Georges Vallon, sigue destacando por su función educativa. Librerías, tiendas de ropa, de artesanía, comercios variados pueblan todo el centro histórico. En cuanto abandonamos las terrazas orientadas al sol de la Cours Mirabeau, los comercios aparecen. La
catedral de Saint-Saveur se construyó sobre el antiguo templo de Apolo entre el siglo V y el XVII en el punto más elevado del casco antiguo, lo que hace de ella un edificio ecléctico. En la portada se observa una parte románica provenzal del XII, otra gótica del XV y XVI, mientras que en el interior, románico y gótico se unen al barroco del baptisterio ortogonal. La catedral no es muy grande pero posee pinturas esculturas de bella factura. El campanario también es gótico. Unido a la catedral, el antiguo
palacio arzobispal muestra el poder de la Iglesia en el pasado. Los edificios actuales datan del XVII y XVIII. En el primer piso se encuentra el Museo de la Tapicería. Desde 1948 el arzobispado es el centro de las manifestaciones del Festival d’Art Lyrique que discurre durante el mes de Julio.
|
Cassis. |
Tras la fugaz visita a esta interesante población volvimos al coche para conducir hasta la costera
Cassis, a unos 50 kilómetros, menos de una hora, a unos 30 kilómetros al Este de Marsella.
|
Pequeña playa de Cassis. |
Pese a que durante los meses de verano es uno de los destinos de vacaciones favorito de muchos franceses (y no franceses), Cassis no ha perdido un ápice de su encanto. Sigue siendo un tranquilo pueblo marinero en forma de anfiteatro enclavado en un paisaje de excepcional belleza entre el Cap Canaille y las Calanques, un pequeño puerto encantador encajado entre colinas de piedra caliza.
|
Puerto de Cassis. |
Hoy, el animado puerto pesquero se ha convertido en una agradable localidad vacacional que atrae en verano a bañistas y buceadores.
|
Puerto pesquero de Cassis. |
El
puerto pesquero es el corazón de la pintoresca localidad. Desde él, asciende el casco antiguo entre pequeñas calles que llegan hasta lo alto del macizo rocoso Cap Canaille que parece dar cobijo al pueblo.
|
Castillo de Cassis o Castillo de les Baux. |
En lo más alto se encuentra el
Castillo de Cassis, también llamado
Castillo de les Baux, reflejándose en las aguas del puerto como una idílica postal.
El paisaje y el entorno es precioso y además Cassis es un lugar muy animado.
Los restaurantes en los que disfrutar de excelentes mariscos y recetas marineras son uno de sus atractivos. En las calles del centro, junto al puerto, encontrarás también numerosas tiendas especializadas en "souvenirs".
Un tranquilo paseo por la localidad, te llevará a descubrir algunos de sus lugares más interesantes. Es un sitio pequeño, por lo que todo está a un paso. Detrás del puerto, acercarte a visitar el edificio del
Ayuntamiento, en el que, curiosamente, podrás ver, en el primer piso, una antigua y hermosa capilla del siglo XVII.
|
Iglesia San Michel, Cassis. |
Un poco más lejos, inaugurada oficialmente en 1875, está la
iglesia San Michel, Notre Dame del Mar y San Roque. Fue construida con piedra Cassis en estilo neo-romano.
|
Parque Natural Les Calanques. |
Uno de los atractivos de Cassis, por no decir el principal, es la posibilidad de coger alguno de los barcos que salen del puerto y recorren la espectacular costa de
Les Calanques, visitando los enclaves y calas de este Parque Natural (puedes informarte sobre las distintas excursiones en 5 rue Jules Simon).
|
Parque Natural Les Calanques. |
Eso es lo que hicimos nosotros, contratamos una
excursión en barco para ver tres Calanques, las más cercanas a Cassis,
Port-Miou,
Port-Pin, y la
d'En-Vau, con un precio de 9,5€ por niño mayor de 4 años y 15€ por adulto. La duración es de más o menos 45 minutos. Hay cruceros más largos y caros en los que visitas más Calanques.
|
Parque Natural Les Calanques. |
Pero ¿qué son exactamente Les Calanques? os preguntaréis, pues son una especie de rías o fiordos pequeños, hendiduras en el macizo granítico o calcáreo aprovechándose de las fallas y las grietas de la roca.
|
Parque Natural Les Calanques. |
Las Calanques tienen un agua de color turquesa en unos puntos y cristalina y transparente en otros que invita na darse un baño incluso en Semana Santa, aunque la temperatura del agua en esta época del año y la sensatez lo impiden...
|
Les Calanques. |
El macizo de las Calanques se extiende a lo largo de 20 km entre Marsella y Cassis. Su cima más alta es el monte Puget (565 m) y, por su naturaleza caliza, presenta un color blanco deslumbrante y un relieve muy accidentado. Su encanto reside principalmente en las calas que recortan sus costas. Algunas son de fácil acceso desde la carretera mientras que a otras sólo se puede llegar andando.
|
Calanque d'En Vau. |
Las más atractivas son las de Morgiou y Sugiton, cerca de Marsella, y la de en-Vau cerca de Cassis, así como las de Sormiou y Port-Pin.
En vau, con farallones verticales y aguas de color esmeralda, es la cala más pintoresca de Les Calanques. Está protegida por un bosque de pináculos entre los que destaca el “Dedo de Dios”, una pared de 90 metros de altura frecuentada por escaladores.
|
Calanque d'En Vau, "El Dedo de Dios". |
Además de en barco existe la posibilidad de llegar caminando, bien desde Cassis, bien desde aparcamientos en la carretera, eso si, para verlas todas andando necesitarás todo el día.
Calanque d'En Vau, "El Dedo de Dios". del crucero volvimos al coche para regresar a Marsella por el Este, aprovechando de ese modo para visitar los jardines, el parque y el
Palacio Borély.
|
Palacio Borély, Marsella. |
Este hermoso palacio fue construido por la poderosa familia Borély en el siglo XVIII con idea de que fuera la más bella bastida (palacete de campo) de toda La Provenza. El edificio desborda elegancia y está inspirado en los palacios italianos. Fue construido en la zona de Bonneveine, en lo que entonces eran las afueras de Marsella, al sur del viejo puerto, y está rodeado de maravillosos jardines por los que merece la pena un tranquilo paseo.
El castillo se encuentra actualmente en restauración, aunque su reapertura es inminente.
|
Jardines de Borély, Marsella. |
El
parque y los jardines Borély que rodean el castillo es un atractivo más que hacen recomendable la visita. Se divide en varias áreas. La zona que da a la fachada del palacio es un espléndido jardín estilo francés formando un espléndido manto verde flanqueado por dos filas de árboles y adornado con dos estanques y fuentes centrales. Junto a él se encuentra el parque Borély propiamente dicho, con numerosos senderos para disfrutar de rincones de lo más agradable, como la espléndida rosaleda, la cascada de rocalla del siglo XIX, o el lago que cuenta con un pequeño embarcadero (puedes alquilar una barca). También hay un interesante jardín botánico con ejemplares procedentes de distintas partes del mundo y en el que tiene especial interés al jardín chino. Pasar una mañana o tarde en este cercano parque, que llega casi hasta la costa ofreciendo bonitas vistas, es una buena propuesta para descansar unas horas del ajetreo de la ciudad. Si vas con niños, lo pasarán genial con las numerosas zonas de juegos a su disposición. También tienes un restaurante y distintas cafeterías y kioskos donde tomar algo.
El parque permanece abierto todos los días del año de 06:00 a 21:00. Este fue el final de nuestras visitas en el día de hoy.
Puedes llegar desde el centro (viejo puerto) en la línea 2 de metro (estación du Prado) o cogiendo el autobús número 44 (misma parada).
1 Comment:
Hector Yolanda and cia.
Felices Fiestas Viajeras y Feliz 2014
Happy Travels
El LoBo BoBo
Post a Comment