Miércoles 21 de Agosto 2013-El interior del Algarve.

Hoy iba a ser una jornada dedicada casi en su totalidad a nuestros hijos, porque cuando viajamos con niños debemos guardar días o medios días para actividades enfocadas a ellos, de manera que el viaje se les haga más llevadero y divertido.

Mapa del Algarve.

Empezamos el día con una rápida visita a una de las poblaciones de interior de las que había leído cosas buenas, y la verdad es que me defraudó bastante, por lo que no recomendaría su visita, hablo de Alte.

Alte. El jardín del Algarve.

Para llegar allí, sinuosas carreteras se encaraman por una región apodada “el jardín del Algarve”, en la que higueras, y naranjos se delimitan con muros de piedra y se alternan con antiguos olivos y campos de almendros. La aldea más típica del Algarve en opinión de muchos, Alte tiene su origen en la ocupación romana.

Este típico pueblo del interior del Algarve, situado en lo alto de una colina que forma parte de un macizo de piedra caliza conocido como Barrocal, de casas blancas y calles tranquilas.

Alte.

El próximo Río Alte llena de frescura y manantiales la zona. Son típicas sus chimeneas blancas. Las calles del centro histórico conservan mucho del tipismo en las casas encaladas, en las ventanas y cornisas ribeteadas de color, en las chimeneas cargadas de arabescos y en la tranquilidad envolvente.

Había leído que el espacio alrededor de la iglesia es una encantadora “postal turística” del auténtico Algarve, aunque yo no vi nada de eso.

Alrededor de la iglesia está repleto de tiendas de artesanía y desde la misma, el visitante recorre las callejuelas empedradas hacia el este para contemplar una sucesión de fuentes. El agua brota de caños ubicados en hornacinas que se decoran con azulejos y versos del poeta local Cândido Guerreiro que alaban este elemento.

Fontes de Alte.

A unos 200 metros río arriba hay otra sucesión de fuentes llamadas Fontes Pequena e Grande. Manantiales que, durante siglos, fueron lugar de encuentro de las mujeres de la aldea para llenar los cántaros de agua y lavar la ropa. Hoy constituyen un lugar apacible, siempre fresco, con árboles frondosos, mesas y bancos de piedra, invitando a momentos de reposo o a una merienda.

No demasiado lejos de allí está el lugar donde íbamos a pasar casi todo el día con los niños, en la localidad de Algoz, a unos 30 minutos en coche de Alte, Krazy World.

Entrada a krazy World.

Piscina de Krazy World.

¿Qué es exactamente Krazy Wolrd?...Pues se trata de un Parque de Atracciones/Zoo donde los niños disfrutaron de lo lindo, sobre todo Joel. Izan, aunque se lo pasó muy bien, a partir de las 16:00 empezó a aburrirse un poco, así que lo aconsejaría más para los más pequeños, hasta los 6 años más o menos.

Digamos que es una buena alternativa a las masificaciones y a la playa, sobretodo si vuestro alojamiento no dispone de piscina, porque en Krazy world tienen dos, una con tres mini toboganes acuáticos para los más pequeños en la piscina infantil y otro más grandes, de los que desciendes con alfombra, en la piscina de los adultos. Va de maravilla para de vez en cuando darte un chapuzón y refrescarte, ya que en Agosto el calor en la zona puede llegar a ser incómodo.

Camello de Krazy World.

El zoo digamos que está dividido en dos partes, por un lado tenemos el camello y los animales de granja como ponis, varios tipos de cabras, venados, etc.

Krazy World, los niños alimentando a los animales.

Krazy World, los niños alimentando a los animales.

Estos últimos pueden ser alimentados por lo más pequeños, o por nosotros si queremos. Tan sólo hay que ir a recepción y comprar comida para ellos (1€ por bolsita) para ver la cara de felicidad de los niños cuando alimentan y acarician a estos animales. Es de lo que más les gustó del parque.

Krazy World, perros de la pradera.

Krazy World, lemures.

Por otro lado está la zona llamada Terra Exótica, donde se encuentran otros animales como los lemures, tortugas, perros de la pradera, cocodrilos, etc. Aunque no era la primera vez que los niños veían lemures, lo hicieron en el Biopark de Málaga y en el zoo de Salzburgo, esos animalitos les encantan...

Krazy World, alimentando cocodrilos.

A los cocodrilos, por ejemplo, se puede ver como se los alimenta, algo que entusiasmó a los niños...fliparon.

Krazy World, peces del reptilario.

Krazy World, serpiente del reptilario.

Krazy World, serpiente albina del reptilario.

Hay también un reptilario donde podemos ver distintas especies de serpientes en sus vitrinas, así como alguna especie exótica de pez.

Krazy World, Joel alimentando a la gran tortuga.

En esta zona se encuentra también la gran tortuga africana, que a una hora determinada se puede alimentar, y donde los niños también alucinaron de ser ellos mismos los que les daban hojas a la tortuga, su cara de felicidad era gratificante.

Krazy World, Izan alimentando a la gran tortuga.

En ese momento no os dejarán hacer fotos, pero os las harán ellos con el único fin de sacaros los euros, pero si hacéis lo mismo que nosotros podréis inmortalizar ese momento gratis, uno de los padres que vaya a la salida del reptilario y desde allí que haga las fotos.

Krazy World, Izan alimentando a los periquitos.

Otro de los momentos mágicos para los niños fue cuando alimentaron a los periquitos y a las ninfas.

Krazy World, Joel alimentando a los periquitos.

Nos introducimos en su jaula y por 1e nos dan comida para ellos. Los pájaros se posaron en los niños y se alimentaban delante de sus narices. Les era imposible cerrar la boca, su cara de felicidad lo decía todo. Esta actividad la repetimos porque les gustó mucho.

Krazy World, puentes tibetanos.

También hacían un par de veces al día espectáculo con reptiles y aves, pero estuvimos un rato y era un poco rollo, así que aprovechamos que el parque se quedó vacío en esos momentos para jugar con los niños al minigolf, pues el parque posee 18 hoyos donde el que más disfrutó fue Izan.

Krazy World, tirolina.

Otra actividad que podéis hacer en Krazy World es la tirolina y los puentes tibetanos, aunque se paga aparte de la entrada. Aunque Izan ya lo había hecho en Salou y hace poco repetimos en Castellón, en Sant Joan de Moró, pudo divertirse en el corto circuito que se ofrece. Nosotros no lo hicimos porque además de en Salou, practicamos ese tipo de actividad en el parque multiaventuras de Deltaventur, en Deltebre.

Además de todas las actividades que hicimos, los niños también se lo pasaron pipa en los hinchables que hay en el parque.

Krazy World, Joel en los hinchables.

Antes de acabar con la crónica del parque os comento que podéis entrar comida y bebida en el parque y comer de picnic o en el restaurante que hay allí, que posee buenos precios.

Skyline de Silves.

A sólo 15 kilómetros de allí se encuentra Silves, un pueblo retirado de la costa con un castillo muy interesante, el mejor conservado y el mayor del Algarve, pues se mantiene intacto desde la época islámica, aunque lamentablemente ya estaba cerrado cuando llegamos.

Silves mantiene mucho de su encanto en las calles de la antigua medina, que respetan el trazado medieval. Las construcciones que se extienden desde las murallas hasta al río son, en muchos casos, buenos ejemplos de la arquitectura burguesa del final del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, asociada a la prosperidad traída por la industria del corcho.

Castillo y Catedral de Silves.

Pueblo de interior de gran importancia durante la ocupación islámica, y se llamó Xelb. Las calles de casas blancas que reflejan el sol y el cielo azul. El rojo oscuro de las fuertes murallas del castillo dominando la ciudad y el paisaje de alrededor son la imagen típica de esta bonita villa.

Castillo de Silves, puerta de entrada.

Once torres, de las cuales dos son albarranas - unidas a las murallas por un arco de soporte al camino de ronda - y fuertes murallas rodean una superficie de aproximadamente 12.000 metros cuadrados. La doble puerta de entrada es defendida por dos torres, existiendo todavía el postigo de la “porta da traição” (puerta de la traición) en las murallas orientadas al norte. Con poco más de un kilómetro de extensión, cubría un área de siete hectáreas.

Silves.

De las cuatro puertas de la medina (o almedina) solamente resta el Torreón de la Puerta de la Ciudad o Torreão das Portas da Cidade , compuesto por una torre atalaya, construida en el siglo XII o XIII, que da acceso, a través de dos pasillos, a la ciudad. La torre tiene en el interior dos salas y anexos donde, durante siglos, estuvo instalado el Ayuntamiento y, desde 1983, los servicios de la Biblioteca Municipal. Su acceso está formado por una escalera exterior, construida posteriormente, y por los dos altos pasadizos originales.

La Se, Silves.

Desde el castillo, estrechas y empinadas calles descienden hasta la Se o Catedral, edificada con el bello gris rojizo de la región, que se levanto en el lugar donde hubo una mezquita para simbolizar la expulsión de los musulmanes. Construida entre los siglos XIII y XV es uno de los pocos templos que retiene un aire medieval. La fachada principal está dominada por el portal gótico, envuelto por un espaldar que termina en una barandilla sujetada por perros con máscaras. El ojo y los dos botareles completan los elementos de la construcción primitiva, ya que toda la fachada restante y las torres son barrocas. También en el exterior, cabe destacar la gran ventana ojival, con cuatro columnillas, junto a la escalera, y el hermoso conjunto de la cabecera de la iglesia. Interior de tres naves, con columnas de dibujo sencillo y arcos ojivales.

Desde aquí se puede ir a la Praça do Municipio, donde está el Ayuntamiento, una antigua picota y varias terrazas. Las calles comerciales enlazan esta plaza con el edificio del mercado y la ribera del río Arade, con sus terrazas y cafés.

Después volvimos a nuestro campo base en Albufeira, tocaba hacer las maletas, pues al día siguiente abandonamos el Algarve. Ahora os dejo con el vídeo.