Domingo 6 de Julio 2014-Parte 1-Multiaventura con Aventura Sobrón.

Hoy iba a ser uno de esos días en nuestros viajes que los niños recordarán durante mucho tiempo, pero no adelantemos acontecimientos y vayamos por orden...

El día empezó temprano para nosotros, pues a las 9:00 más o menos teníamos que salir del camping de Haro donde teníamos la caravana para dirigirnos a la localidad de Sobrón, en Álava, País Vasco, donde teníamos reservadas varias actividades con una empresa local.

Salinillas de Buradón, Álava.

Antes íbamos a hacer una parada a menos de 10 km, en un pequeño pueblo alavés llamado Salinillas de Buradón, declarada Conjunto Monumental con la categoría de Bien Cultural Calificado.

Depende de la cercana Labastida, pues es una población muy pequeña, con poco más de 107 habitantes.



Fue fundada como villa en 1264 por el rey Sancho IV de Castilla debido a su gran importancia geoestratégica y económica, que unía a la presencia de salinas una ubicación estratégica en un pequeño valle rodeado por montañas y que dominaba a su vez el valle del Ebro.

Parte de la Muralla y Puerta de Arriba de Salinillas de Buradón.

Eso hizo que fuera amurallada como villa defensiva. Actualmente posee dos puertas de entrada, la Puerta de Abajo y la Puerta de Arriba.

Intramuros, Puerta de Abajo. Salinillas de Buradón

Básicamente son dos calles principales atravesadas por otras más pequeñas dentro del recinto amurallado, entre las que destacan la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción, la Torre de los Sarmientos, Ayalas y Guevaras, El palacio de los condes de Oñate o el Hospital de Santa Ana.

Centro Multiaventura de Sobrón.

Tras la fugaz visita pusimos rumbo a Sobrón, a unos 30 minutos en coche, para disfrutar con la empresa Aventura Sobrón como ya había adelantado.

Aventura Sobrón.

La empresa se ubica en el Centro Multiaventura de Sobrón, en un privilegiado entrono, un paraje espectacular de la comarca de Añana, a escasos metros del río Ebro (que en este punto separa la provincia Álava de la de Burgos) y rodeada de bellas montañas y desfiladeros que quitan el hipo.

Piscinas de Aventura Sobrón.

En el centro, además de las muchas actividades ofrecidas (os invito a que buceéis en su web para conocerlas todas), podréis bañaros en las piscinas en la temporada de verano tanto si hacéis actividades como si no las hacéis, así como usar el servicio de cafetería para refrescaros con bebidas, helados o picar algo (bocatas, algunas tapas, etc).

Campo multiaventura de Aventura Sobrón.

Izan en los puentes tibetanos.

Una vez allí, tras las presentaciones y las explicaciones pertinentes y necesarias sobre la seguridad de la actividad, empezamos las actividades con "Campo de Aventura", lo que vienen siendo rocódromos, tirolinas, puentes tibetanos, pasarelas colgantes, etc.

Izan en acción.

El turno de Joel que pasó casi todos los puentes solo.

Aunque ya hemos hecho multiaventura en otros sitios (Salou, Deltebre, Gaibiel, Sant Joan de Moró o Requena), es una actividad que nunca cansa, pues es distinta en cada uno de los lugares donde se puede practicar, dudo mucho que haya dos parques multiaventuras iguales, de modo que los niños siempre se encuentran nuevos puentes que superar.

Joel y yo en Aventura Sobrón.

Aventura Sobrón.

En plena naturaleza, disfrutando del magnífico día soleado que nos había deparado el destino (daban lluvias), fuimos superando en familia y por turnos todos los retos que nos proponía nuestro guía, incluido el pequeño Joel.

Joel escalando.

Deporte y naturaleza a partes iguales.

De este modo, los niños se lo pasaban en grande poniendo a prueba sus habilidades sin darse cuenta, sacando ese espíritu aventurero que ya poseen y divirtiéndose en las diferentes tirolinas (una de 25 metros y dos de 60 metros)  como enanos (lo que son ahora).

Gran día para la familia.

Caras de felicidad al terminar la actividad.

Así pues pasamos más de dos horas "entre el cielo y la tierra" sin darnos apenas cuenta...salvo Izan, que hacía rato que decía tener hambre (nada raro en él, siempre está comiendo, je, je, je...) y era normal, se había hecho la hora de comer.

Preparándonos para el Kayak.

Tras la comida, el café, los helados y un merecido descanso empezamos la siguiente actividad, Kayak en el río Ebro. El Kayak es una embarcación larga y estrecha donde nos sentamos y nos propulsamos con una pala o remo de doble hoja.

Aquí realizamos las dos actividades acuáticas. Guapo ¿verdad?.

La actividad se hace a escasos 30 metros del Centro Multiaventura de Sobrón en un lago de aguas tranquilas que hace el río en este enclave ideal para la iniciación. Y al igual que en el circuito multiaventura, la seguridad es primordial, de ahí que los cuatro lleváramos chalecos salvavidas.

Izan y yo en el kayak.

Aunque esta no era la primera vez en kayak para ninguno de nosotros, ya que yo lo practiqué en Ardèche (Francia), con Yolanda en el Delta del Ebro (Tarragona) y con los niños en el Algarve (Portugal). Pese a todo la actividad empezó con las explicaciones de la monitora para que recordáramos las maniobras principales para llevar la embarcación.

Yolanda y Joel en el Kayak.

En esta ocasión íbamos en tres kayaks, uno individual para nuestra guía, uno para Izan y para mi y otro para Yolanda y Joel.

Yolanda nos fotografía.

Los niños se lo pasaron en grande, y nosotros también, rodeados un entorno envidiable en plena naturaleza y  una gran tranquilidad sólo rota por las risas del juego final que nos propuso nuestra guía, cuando tuvimos que coger pelotas de goma del lago y ganaba el equipo que más consiguiera.

Stand Up Paddle o SUP, como se suele llamar.

Tras una hora de actividad cambiamos de embarcación, en esta ocasión se trataba de una nueva experiencia para todos los miembros de la familia, el Stand Up Paddle o SUP, donde a bordo de una tabla similar a las de surf pero más grande, remaremos con un solo remo específico de SUP.

Izan y Yolanda con el SUP.

En esta ocasión teníamos 4 embarcaciones, una para Yolanda, una para Izan, una para mi y otra para la monitora y para Joel, que fue cambiando de embarcación en todo momento pasando de una a otra.

La cara de felicidad de Joel lo dice todo.

Primero empezamos a remar tumbados para minutos después probar arrodillados. Cuando cogimos confianza fue el momento de levantarnos y remar de pie, una sensación completamente distinta a la del kayak. Cuanto más equilibrio tengamos más fácil será, aunque con la práctica no tuvimos ningún problema.

Mi turno con el SUP...al principio me costó un poco.

Después de remar hacia una zona del río y volver de nuevo a la zona de iniciación nos dedicamos a desequilibrarnos entre nosotros con el único objetivo de lanzarnos al agua entre nosotros...

Punto y final de nuestra aventura acuática.

En total fueron dos horas de deporte, chapuzones y diversión, algo muy recomendable, sobretodo en los días de calor.

Los niños practicando el Tiro con Arco.

Para finalizar con el día dedicado a los niños (y a nosotros también, je, je, je) nos faltaba una última actividad, el Tiro con Arco, una de las preferidas de Izan, y que también habíamos realizado casi siempre que habíamos hecho multiaventura.

Aventura Sobrón. Tiro con Arco.

Lástima que se pusiera a llover al poco de empezar los lanzamientos y la lluvia empañara este fantástico día en el que nos habíamos divertido tanto en familia.