Después de la visita del parque de atracciones
Kingoland y Josselin continuamos recorriendo la
Provincia de Morbihan en busca de pueblos con encanto, de esos que tanto abundan en Francia, y el elegido a continuación distaba a poco más de 30 kilómetros, lo que viene siendo media hora en coche más o menos.
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| Todos los viajeros de este viaje en Malestroit. |
Estamos hablando de
Malestroit, una pequeña villa de unos 2.500 habitantes catalogada como Pequeña Villa con Carácter y con esplendidas muestras de arquitectura popular de los siglos XV-XVII. Un lugar mágico y que te sorprenderá.
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| Place du Bouffay, Malestroit. |
Aparcamos a escasos metros de la
Place du Bouffay, en una gran esplanada habilitada para ello.
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| Casas de entramados de madera en la Place du Bouffay. |
En esta plaza, centro neurálgico de Malestroit, encontraremos casas tradicionales con entramados de madera irrepetibles, por su gran calidad arquitectónica y detallismo cromático y escultórico, además un buen número de bares y creperías donde saciar el hambre o la sed, o simplemente descansar.
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| Malestroit, Iglesia de Saint-Gilles. |
Destaca en ella también la
Iglesia de Saint-Gilles, acabada en el s.XVI tras cuatro siglos de esfuerzo lo que desencadenó en una mezcla de estilos un tanto desordenada. Su pórtico meridional destaca por sus esculturas del s. XVII.
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| El río Oust a su paso por Malestroit. |
Pero no nos quedemos sólo en esta bonita plaza, lo suyo es llegar hasta el río, pues Malestroit está situada en un islote en mitad del río Oust, unido al continente por un puente, y es por eso y por su belleza, que es conocida como la “perla del río Oust”.
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| Mapa de Vannes y alrededores. |
Tras un breve paseo por Malestroit, continuamos nuestra visita en una pequeña población catalogada como uno de
los pueblos más bellos de Francia, a unos 15 minutos en coche.
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| Rochefort-en-Terre. |
Nos referimos a
Rochefort-en-Terre, sin duda una de las más bonitas "Pequeñas ciudades con carácter" de Bretaña (menos de 1000 habitantes) magníficamente situada sobre un promontorio que domina el valle del Gueuzon.
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| Rochefort-en-Terre. |
Rochefort-en-Terre invita a emprender un viaje por el tiempo con sus murallas, el castillo y sus casas antiguas que conservan un aire medieval.
La ciudad se engalana de flores y durante todo el año se alegra con sus bonitas tiendas, galerías y talleres de artistas.
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| Rochefort-en-Terre, Place de les Halles. |
En la
Place de les Halles se encuentra la antigua Lonja en forma de herradura, actualmente ocupada por el
Ayuntamiento.
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| Rochefort-en-Terre, Ayuntamiento. |
Callejear por esta encantadora villa para admirar las casas de los ss. XV al XVIII es imprescindible, sobretodo por la
Grand Rue, que cruza la población y muestra las mejores fachadas, a veces protegidas por torreones en los ángulos.
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| Rochefort-en-Terre, la Place des Puits. |
En medio de la Grand Rue se encuentra la plaza principal de Rochefort-en-Terre, la
Place des Puits, la plaza más bonita, una puerta coronada por una balanza nos advierte que estamos en el viejo Tribunal. Hay un bello pozo adornado con flores en el centro de la plaza rodeado de viejas casas de piedra.
El
Castillo (s. XII pero reconstruido en el XVII), con bonitos jardines, está situado en la cima de la colina que domina el burgo. Su aspecto actual se debe a una restauración de principios del s. XX. Alberga una muestra del mobiliario de los ss. XVI y XVII con tapices flamencos de la época, pero a las horas que llegamos estaba cerrado.
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| La Iglesia de Notre-Dame de la Tronchaye. |
La
Iglesia de Notre-Dame de la Tronchaye (ss. XVI y XVII) es la más destacada de la villa.
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| Plano de Vannes. |
Por último, antes de cenar, visitamos la capital de Morbihan,
Vannes, a unos 40 kilómetros, con el golfo de Morbihan como telón de fondo y protegida por sus murallas. Aunque no se trata de una mega urbe, si que es la más grande de la zona.
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| Mapa turístico de Vannes. |
El hecho de llegar tan tarde a esta preciosa ciudad hizo que no pudiéramos hacer ninguna visita interesante en el interior de sus edificios, museos, iglesias, o en el acuario, así que ya tenemos escusa para volver.
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| Casas de entramados de madera de Vannes. |
La ciudad romana de Darioritum se convirtió en Vannes (en bretón, Gwened: la blanca) con la llegada de los celtas, viviendo largos periodos de prosperidad gracias al comercio portuario, al poder religioso y al poder político. Todo ello queda plasmado en las casas medievales de entramado de madera y palacetes. Este rico patrimonio conforma el marco de vida de unos habitantes satisfechos y un lugar magnífico para visitantes hambrientos de novedades.
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| Vannes, Porte Poterne. |
Posee un encantador barrio medieval bien conservado, precioso y peatonal. Se conservan dos de sus puertas antiguas a ambos extremos de sus impresionantes murallas, la
Porte Prison (s. XV) al Norte y la
Porte Poterne (1680) al Sur y junto a esta una hilera de lavaderos o lavoirs.
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| Lavaderos de Vannes. |
Estos
lavaderos construidos a orillas del Marle a principios del s. XIX componen sin duda la vista más conocida de la ciudad.
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| Vannes, Paseo de la Garenne. |
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| Vannes, Paseo de la Garenne. |
Sus
murallas, erigidas en el s. XIII y remodeladas hasta el s. XVII, pueden verse desde el paseo de la Garenne: el arroyo del Marle con sus lavaderos, los jardines de estilo francés y, en segundo plano, la Catedral, componen una bella vista. Desde la
Puerta Prison también se accede al
paseo de la Garenne, que bordea las murallas del siglo XIII.
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| Vannes, Puerta Prison. |
Este paseo es, sin duda alguna, lo más bonito de la ciudad.
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| Murallas de Vannes, Paseo de la Garenne . |
La
Plaza del Lices fue escenario de torneos medievales y luchas bretonas en 1532 para celebrar la unión de Bretaña a Francia y las calles adyacentes a la Rue Monnaie están llenas de casas del s. XVI bien conservadas. Desde aquí San Vicente Ferrer se dirigió a la multitud en 1418. Su estatua está oculta en una casa con torreta.
Si tenéis tiempo podéis visitar la
Casa de San Vicente Ferrer, una hermosa casa con entramados, remodelada en el s. XVI, con planta baja de piedra en la que, según la tradición, murió San Vicente Ferrer en 1419.
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| Catedral de St-Pierre de Vannes. |
Comenzada en el s. XIII, la
Catedral de St-Pierre se ha restaurado en numerosas ocasiones. La Capilla del santo Sacramento rotonda de estilo renacentista italiano es muy rara en la región y encierra la tumba del santo español Vicente Ferrer, muerto aquí en 1419. Un cuadro, a la izquierda de la entrada, conmemora la muerte del monje español. También merece la pena la visita al tesoro, expuesto en la sala del Cabildo.
Frente a la catedral se alza la
Cohue, antiguo mercado cubierto y punto de encuentro de la ciudad. A pesar de su nombre (cohue: barullo) se trata de un lugar tranquilo. La "cohue" designaba en Bretaña el mercado de abastos, lugar de comercio y de justicia.
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| Casas de entramados de madera de Vannes. |
La
Place Henri IV, situada en el centro del viejo Vannes junto a la catedral, esta plaza cuenta con un hermoso conjunto de casas con frontones del s. XVI lo que la convierte en uno de los rincones con más encanto de la ciudad. Muy cerca se esconden encantadoras calles como la rue des Halles, la rue Salomon y la rue des Chanoines, jalonadas de numerosas casas antiguas.
Si queréis conocer por dentro una casa de entramados de madera podéis visitar el
Chateau Galliard, un viejo edificio de 4 plantas construido a principios del S.XV reconvertido en museo y ubicado en la Place Valencia.
Cenamos en Vannes y después, ya tarde, volvimos al camping en Carnac, a poco más de 30 minutos.
Entradas
1 Comment:
Esa zona es preciosa, a mi me encanta.
Saludos viajeros
El LoBo BoBo
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