Estudiar Inglés en Malta gracias a Elanguest School.

Hacía tiempo que estaba pensando en mejorar mi nivel de Inglés, porque aunque tengo aprobado el nivel intermedio de la Escuela Oficial de Idiomas, es muy importante seguir practicando para no perder lo que ya sabes, y no hace falta contaros lo importante que es hablar Inglés para los que nos apasiona viajar.

El archipiélago maltés dista 93 kilómetros de Sicilia y 270 de Túnez.

Así que tras recibir una oferta de la Escuela de Inglés Elanguest, no me lo pensé dos veces y me fui unos días a Malta a estudiar Inglés, aunque en esta ocasión decidí, por diversos motivos, no viajar con la familia y pasé una semana en solitario en la isla.


Pero, ¿por qué estudiar Inglés en Malta?

Mapa de Malta.

Pues existen varias razones de porque hacerlo, y es que en los últimos años se ha puesto de moda ir a estudiar Inglés a Malta, pues resulta más económico que hacerlo en Inglaterra, Escocia o Irlanda, siendo Malta el lugar más barato de hacerlo en toda Europa, por lo que es una razón de mucho peso, la económica, aunque los precios varían dependiendo de la época del año en que decidáis estudiar.

También tenéis que tener en cuenta si queréis ahorraros unos euros deberéis evitar las empresas intermediarias de vuestro país de origen, España en nuestro caso, ya que únicamente se dedican a tramitar el curso para estudiar inglés en Malta y eso tienen comisión. Es muy fácil y de fiar hacerlo vosotros mismos poniéndoos en contacto con la academia Elanguest, ya sea on-line como por teléfono o email, pues disponen de personal de habla hispana y no tendréis ningún problema.

Malta, St. Julian's.

El clima es mucho muy favorable, por lo que podéis aprovechar tal y como hice yo, las mañanas para mejorar tu Inglés y las tardes para visitar el país y sacarle el jugo a todas las posibilidades que ofrece la isla, ya que debido a sus reducidas dimensiones (en coche la isla la recorres de norte a sur en poco más de una hora, pues tiene una extensión de tan solo 316 km², es decir, 27 km de largo por 14,5 de ancho), podrás compaginar estudios con playas y visitas culturales.

Si, por alguna razón tenéis miedo a un primer contacto con el inglés, bien sea porque tenéis un nivel bajo, bien sea porque estéis iniciándoos en el idioma, allí es sencillo de entender, ya que es uno de los dos idiomas oficiales del país junto al Maltés (oficial desde 1936), por lo que os desenvolveréis con facilidad. Anteriormente también lo era el italiano, por eso es fácil comunicarse también en esta lengua.

Balcones típicos de Malta.

Si os gusta el ambiente joven, isleño y desenfadado, ir de fiesta, y hablar con gente de otros países (para mejorar vuestro speaking), este es también vuestro destino, pues hay mucha gente joven de todas las nacionalidades estudiando Inglés en Malta, y muchos locales para salir de fiesta y tomar unas copas, ver los deportes, bailar o cantar en karaokes.

Malta también tiene a su favor la tranquilidad y la seguridad, ya que carece de mendicidad y delincuencia. Otra cosa que hay he de resaltar es la amabilidad de los malteses.

Playmobil de Malta de gran tamaño.

Por último, pero no por ello menos importante, recordaros que Malta es un destino todavía muy asequible a nivel de precios. Tanto vuelos, como hoteles, restaurantes, actividades y los recuerdos son bastante baratos, sobretodo comparándolos con la cercana Sicilia, aunque tendréis que ir con cuidado en los lugares muy turísticos y sobretodo en temporada alta.

Una vez os he explicado por qué estudiar Inglés en Malta, os cuento que tal me fue en la escuela Elanguest.

Casa de piedra amarilla, típica en las edificaciones maltesas.

Empezaré contando que yo me alojé en los apartamentos de la escuela, situados a unos 100 metros de donde se imparten las clases, en el centro de la localidad turística de St. Julian's (San Ġiljan en Maltés), una zona con mucha fiesta y gente joven.

Están en una de las calles principales de la población, una calle concurrida, con pubs, mucho ambiente, restaurantes, cerca de una zona con hoteles, y a escasos metros de las paradas de autobús, algo que es un punto a favor.

Mi habitación en los apartamentos de la Elanguest School.

Pese a esa cercanía con la zona de fiesta, no se oye ningún jaleo desde los apartamentos, así que no os preocupéis por es, los apartamentos están insonorizados...

La ventaja de estar alojado en los apartamentos es que compartes piso con otros estudiantes de diferentes países, así que no tienes más remedio que practicar Inglés fuera de los horarios de clase también, y eso se agradece.

Cocina comedor de nuestro apartamento.

El apartamento cuenta con todas las comodidades necesarias, nevera, horno, menaje de cocina, TV, lavadora, etc. Tiene dos aseos y, algo muy importante para un blogger WI-FI gratuita, tanto en los apartamentos, como en la escuela donde se imparten las clases. El único "inconveniente" es que debéis compartir habitación con otro estudiante, cosa que en mi caso no fue ningún problema, aunque si no queréis hacerlo, podríais pagar un poco más y no compartirla.

Como la vivienda es compartida, por la casa se distribuyen varios carteles advirtiéndonos de las normas o instrucciones básicas de convivencia, como mantener limpias las zonas comunes y habitaciones o fregar los platos y otros utensilios que hayamos usado, lógico, ¿no?. Eso si, una vez por semana se encargan de cambiar las sábanas y hacer la limpieza del apartamento.

Por todo ello creo que hice una buena elección alojándome en los apartamentos.

Elanguest School.

Por último, os hablo de la escuela de Elanguest, es decir, de las clases. La escuela está orientada a estudiantes adultos, ya que no aceptan a menores de 18 años, lo cual es una ventaja pues la gente va a estudiar y no perderéis el tiempo.

El primer día, el lunes, antes de empezar las clases, haréis dos exámenes, uno escrito y otro oral, que determinaran en que curso o nivel empezaréis para asignaros una clase, por lo que ese día, en vez de empezar a las 9:00, empezaréis a las 8:00.

A mi me asignaron el grupo con nivel B1, pero tras el primer día de clase y ver que era muy sencillo para mi, hablé con la directora de la escuela y me cambiaron al B2 (intermedio/alto), que me pareció muy difícil al principio, pero al que me acoplé perfectamente, por lo que creo que tomé la decisión correcta cambiándome.

Las clases son más prácticas que teóricas, que es lo que yo necesitaba, amenas y divertidas, con una elevada participación en las mismas del alumno, con grupos reducidos (en el B2 eramos 5) y sólo se permite utilizar el inglés,así que siempre estaréis practicando el idioma.

A las 10:30, tras 1h y 30 minutos de clase, hay una pausa de 30 minutos y tras ella, otra vez clase hasta las 12:30, por lo que las clases no se hacen nada largas.

Cafetería de la Elanguest School.

El edificio de la escuela posee una cafetería con precios populares (capuchino a 1€) donde pasar la media hora de descanso conversando con otros alumnos o con los camareros, y donde hay varios ordenadores que podremos usar.

El primer día de clase, en el descanso, hay una reunión para nuevos alumnos donde os van a explicar el funcionamiento de la escuela, las excursiones que realizan (el Jueves es gratuita para alumnos nuevos), la persona de contacto para cambiar de nivel, o cualquier otra cuestión que necesitéis saber.

También hablarán de las actividades que se nos ofrecen, por ejemplo,  cada lunes ofrecen un paseo de orientación por Saint Julian’s para ayudar a los nuevos alumnos a conocer la zona y los miércoles por la tarde una clase de conversación gratuita para un máximo de 12 alumnos.

Por ser alumnos podréis solicitar el carnet de estudiante de la escuela, que os servirá para conseguir descuentos en atracciones turísticas, todo ahorro es bueno.

Recogiendo el diploma de la Elanguest School.

Por cierto, los viernes, además de entregar los diplomas a los estudiantes que terminan el curso, a la hora del descanso, se reparte pizza y zumo de manera gratuita entre los alumnos.

Una vez explicado porqué estudiar Inglés en Malta, cómo son los apartamentos de la Elanguest School y la escuela y sus clases, y antes de empezar con los relatos de las visitas, os cuento algunas curiosidades más de este pequeño país.

Cabina británica de La Valletta.

Malta fue colonia británica hasta 1964, aunque no se proclamó como república hasta 1974. La influencia británica permanece en muchos aspectos de la vida maltesa, como por ejemplo en la conducción, por el carril de la izquierda y con el volante en la derecha; y también en sus calles, donde pueden encontrarse cabinas o buzones al más puro estilo británico.

Las tres islas están pobladas por algo más de 450.000 malteses, con la densidad de población más alta de la Unión Europea, 1431 hab./km², lo que hace que las carreteras estén siempre repletas de coches y con atascos sobretodo en la zona Este de la isla de Malta.

Malta se adhirió a la Unión Europea el 1 de mayo de 2004, pero no accedió al euro hasta el 1 de enero de 2008.

Puerta de Mdina.

Muchos de los productos se pueden adquirir directamente del productor, o bien del pequeño comerciante que llega a la calle con el camión de la fruta y verdura, la bollería o la bombona del gas. 

Cuidado con el clima porque muchos piensan erróneamente que en Malta siempre hace calor, pero en invierno hace falta abrigarse.

Puerta típicas maltesas.

Es frecuente encontrar hermosas puertas con llamativos picaportes que  con total seguridad os harán sacar la cámara más de una vez tal y como me ocurrió a mi.

La religión es algo muy importante para los malteses.

Muchas casas tienen estas imágenes.

Malta es un país muy católico y los símbolos religiosos están por todas partes, en las puertas de las casas, en las calles, en sus fiestas, en la gran cantidad de iglesias existentes (se dice que hay más de 350, una para cada día del año) y también en sus normas: prohibido el top-less en la playa.

Una de las muchas imágenes que me encontré por Malta.

En el próximo artículo os empiezo a contar mis visitas por el archipiélago de Malta, pero me gustaría finalizar con un consejo, creo que pese a que la conducción es como en Inglaterra, alquilar un coche es la mejor opción para moverse por el país, ya que aunque el autobús es muy económico, ni es frecuente en ciertas zonas, ni es puntual. Además, muchas veces, sobre todo en lugares turísticos y en temporada alta, estan tan llenos que te quedas abajo sin poder subir.