Fin de semana rural en Castilla La Mancha-Consuegra-Parte 2

Llegamos a Consuegra, provincia de Toledo, a la hora de comer después de haber visitado por la mañana Ocaña y Tembleque, tal y como os conté en el artículo anterior.

Consuegra, Tapería Gaudy.

Aparcamos en coche en las cercanías de la Calle Plus Ultra 7B, ya que allí no se puede estacionar ni circular, pues esta es la ubicación de la Tapería Gaudy, donde habíamos reservado para comer.

Picando algo antes de comer.

Inaugurado en 2009 en pleno centro de la villa de Consuegra, el Gaudy es un restaurante con decoración moderna y vanguardista que propone una carta innovadora y cambiante, ya que los propietarios se esfuerzan por sorprender cada día a sus clientes, tal y como hicieron con nosotros, sacándonos jugosos y diferentes platos elaborados con los mejores productos, ya que aquí lo más importante de todo es la materia prima.

Barra de la Tapería Gaudy.

Comedor del Gaudy.

La Tapería Gaudy cuenta con varios ambientes, a pie de barra podrás disfrutar de una amplísima variedad de aperitivos y tapas...nosotros esperamos aquí a que abrieran el comedor tomándonos unas cervezas, cervezas y alguna tapa que estaba realmente buena, lo que hacía presagiar lo que vendría a continuación.

Crema de Calabacín y su Picatoste.

Disfrutando de la comida.

En el comedor se sirven los platos, tanto de gastronomía manchega como creativa, ofreciendo un aire fresco y exquisito entre la entre cocina tradicional y de autor, donde el sabor y el buen gusto van de la mano.

Mazapán de Foie.

Pulpo Braseado, Patata Rota, Alioli y Aroma de Cornicabra.

Merluza en Salsa Marinera.

Colores, formas, texturas, sabores... Tapería Gaudy ofrece una aproximación a la gastronomía como nunca antes la habíamos experimentado, con sabores intensos y nuevos para nosotros, cuidando todo hasta el más mínimo detalle para sacar el máximo los cinco  sentidos...no os dejará indiferentes.

Consuegra, Tapería Gaudy.

Solomillo de Ciervo, Puré de Castañas y Frutos Rojos.

Para que os hagáis una idea de lo bien que comimos sólo tenéis que saber lo que los niños dijeron...Joel quería quedarse a vivir en Consuegra para poder comer más veces aquí y según Izan había sido el mejor sitio donde había comido porque estaba todo  buenísimo...y es que ellos disfrutaron del mismo menú que nosotros y no el típico menú para niños...y se lo comieron todo...incluso repitieron la crema de calabacín porque les pareció excelente.

Foto de Consuegra, Provincia de Toledo.

Tras la comida, tocaba la visita a Consuegra, antaño sumida en una paz silenciosa tan sólo interrumpida por el viento batiendo las aspas de sus molinos, que descansan frente a los muros de un castillo en lo alto de una colina, hoy nos disponemos a visitar esta típica localidad manchega donde “no ha mucho tiempo que cabalgaba un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor” tal y como describió Miguel de Cervantes en su obra maestra El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

Consuegra desde el mirador del molino de Bolero.

Descrito por muchos como uno de los lugares más encantadores de España, es uno de esos sitios donde se palpa la historia de este país, uno de esos lugares que hacía tiempo que tenía ganas de visitar, imprescindible para cualquier viajero.

Molinos de Consuegra.

Lo que nos trajo hasta aquí es el conjunto de molinos de Consuegra, uno de los mejores conservados de España, rico patrimonio famoso en todo el mundo, para visitar estos molinos, que para Don Quijote eran gigantes, y admirar su quieta belleza en el horizonte toledano, sin duda, una de las mejores estampas que se pueden disfrutar en nuestro país.

Yolanda y los niños bajo uno de los molinos de viento.

De este grupo de 12 molinos, construidos entre los siglos XVI y XIX, algunos conservan la maquinaria completa original, como Sancho, Rucio, Bolero y Espartero.

El primer molino de todos es el Bolero, que alberga la Oficina de turismo municipal, siendo uno de los dos molinos visitables.

Molinos de Consuegra.

Aquí puedes sacar el ticket conjunto para visitar este molino y el castillo por 4€, y fuera del molino hay un mirador desde el que contemplar la ciudad.

Sancho posee toda la maquinaria del siglo XVI y la pone a funcionar para la Fiesta de la Rosa del Azafrán.

Consuegra, Molino Rucio.

Rucio es el otro molino que se puede visitar, y, además, contiene una tienda de artesanía y producto local y las oficinas de la empresa Produciendo. También es el molino que se pone en funcionamiento durante las Jornadas de la Molinería.

Maquinaria del Molino Rucio.

En funcionamiento desde 1837 y recientemente restaurado, el Molino Rucio abrió sus puertas al público en diciembre de 2013.

Como es un molino por dentro.

Mantiene la típica estructura en tres plantas de un molino de viento manchego: la planta baja o cuadra; la camareta, o planta intermedia, habilitada como salita y que alberga exposiciones temporales; la planta superior, o moledero, que conserva la maquinaria original del siglo XIX.

Consuegra.

Aquí aprendimos que la parte superior del molino es un entramado de madera que puede girar sobre el tambor de piedra para orientar las aspas según la dirección del viento, mediante un largo madero  llamado gobierno fijo a la cubierta y exterior al edificio, que se puede amarrar a unos hitos anclados al suelo.


El Alfar es otra una construcción puramente manchega, blanca y añil. En su interior se conservan dos hornos y se puede visitar un Museo que incluye una exposición de artesanía, los restos romanos que se encontraron en el antiguo alfar: basas, capiteles y fustes de columnas, así como un antiguo vía crucis.

Molinos de Consuegra.

El resto se llaman Mochilas, Mambrino, Vista Alegre, Alcancía, Chispas, Cardeño, Caballero del Verde Gabán y Clavileño, todos ellos tienen nombres sacados de la novela del Quijote.

En su época eran gigantes herramientas que se usaban para moler grano, extraer aceite o fabricar harina.

Castillo de Consuegra o Castillo de la Muela.

El Castillo de Consuegra, también llamado Castillo de la Muela, del que leí que es uno de los mejores de toda Castilla la Mancha, cosa que discrepo, aunque puede ser el complemento perfecto a una visita a Consuegra.

Vistas de Consuegra desde su Castillo.

Construido en un antiguo asentamiento celtíbero, su construcción data de mediados del silgo X, en tiempos del Califato de Córdoba, pero fue terminado a mediados del siglo XIII por los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén. Actualmente está siendo reconstruido quedando todavía un 50 % de trabajo por finalizar.

Castillo de Consuegra o Castillo de la Muela.

Podéis verlo por dentro y por fuera tal y como fue en origen, recorriendo sus murallas (dobles) o el patio de armas, y accediendo a su interior, con un poco de mobiliario y armas, recreando el ambiente de la época.

Vistas de los molinos desde el Castillo de Consuegra.

Mazmorras; salones; un aljibe cubierto por bóveda de cañón; la torre albarrana, de forma circular y cuatro pisos de altura; la sala capitular; la ermita; las terrazas o el jardín completan la visita, siendo las vistas desde lo alto de su torre de lo poco que me llamó la atención y lo único por lo que merece la pena pagar la entrada.

Molinos de Consuegra.

Todo el mundo conoce la famosa frase: ”En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme...” pues bien...es difícil no acordarse de Consuegra, en medio de la solemne tranquilidad de La Mancha.

Molinos y Castillo de Consuegra.

Surcando el cielo sobre el Cerro Calderico, la verdad es que estos doce molinos de viento son realmente impresionantes, una postal única y mágica, con los molinos de viento dominando el horizonte, pequeños desde la lejanía pero enormes cuando los tienes en frente, y el Castillo de la Muela que preside el paisaje es sobrecogedor e imponente.

Molinos y Castillo de Consuegra.

Con esto ponemos fin a la visita de Consuegra y volvemos a nuestro alojamiento en Villarrubia de los Ojos, al Mirador de La Mancha, donde estábamos alojados el fin de semana...todavía tuvimos tiempo de jugar un poco con los niños, cenar y descansar para coger fuerzas para las visitas del día siguiente.