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En este blog voy a intentar poner toda la información de mis viajes por el mundo, sobretodo, desde que tengo camara de fotos digital. Todas las fotos publicadas están hechas por mi excepto, claro está, las que salgo yo. En caso de no ser así, lo indicaré. Para cualquier duda o consulta enviarme un e-mail indicando que habéis visitado el blog.
Quisiera agradecer a mi esposa Yolanda haberme permitido desatender tantas veces mis labores domésticas, y paternas, para dedicar ese tiempo al diseño y mantenimiento del Blog.
Como casi todos los años, esta Semana Santa 2017 hemos hecho una pequeña escapada por España, y en esta ocasión, Cataluña ha sido, de nuevo, la región escogida, aunque esta vez le ha tocado el turno a la provincia de Lleida, concretamente en el corazón del Vall d'Àger, en Àger, comarca de la Noguera, en cuyo punto más elevado descansa la Colegiata de Sant Pere d'Àger, uno de los muchos tesoros que podréis visitar.
Colegiata de Sant Pere d'Àger
Hicimos una reserva en el Camping de la Vall d'Àger, un pequeño camping de montaña familiar, con la intención de que fuera el campamento base desde donde realizaríamos las visitas y actividades tanto en los alrededores más cercanos, como a otros lugares un poco más alejados, y creo sinceramente que acertamos con la elección.
Camping de la Vall d'Àger.
Nuestra parcela y nuestra humilde caravana.
Si eres lector habitual de nuestros relatos sabrás que poseemos una caravana que usamos asiduamente, aunque el año pasado y este verano que viene no ha sido nuestra elección, de manera que nosotros nos decantamos por una parcela con conexión eléctrica para pasar estos días.
Zona de bungalows del camping.
Sin embargo, si vosotros no tenéis caravana, furgoneta o autocaravana, o no queréis plantar la tienda, el camping dispone de bungalows, un total de 10 cabañas de madera con capacidad para 4 personas en un área independiente del camping, justo al lado, con una enorme zona verde arbolada y completamente equipados (calefacción, aire acondicionado, menaje, ropa de cama, etc.
Espai d'Estels.
Vall d'Àger.
En esta misma zona se ubica el Espai d'Estels, que es un hotel horizontal, es decir 10 casas/suites familiares totalmente equipadas con servicio de limpieza diaria.
Bar-restaurante del camping.
Zana de barbacoa.
El camping dispone de un gran bar restaurante donde poder comer o cenar en caso de necesitarlo, así como zonas de pic-nic y barbacoas.
Zona infantil del camping.
Aquí disfrutaron de lo lindo tanto Izan como Joel.
Los servicios que ofrece el camping son gimnasio, padel, piscina (en verano), cabinas de masaje, una zona infantil y un campo de fútbol 5 con césped artificial que hizo las delicias de Izan y Joel, ya que es el lugar del camping que más visitaron y donde más disfrutaron.
Tours en paramotor en el Vall d'Àger.
También al lado del camping hay una explanada que se usa tanto para tours en globo para sobrevolar el Vall d'Àger y alrededores o para sobrevolar la zona en paramotor, así como para pista de aterrizaje de vuelos en ala delta o parapente, ya que la zona tiene unas características y vientos perfectos...lamentablemente no tuvimos la oportunidad de poder disfrutar de ninguna de estas actividades.
Explanada al lado del camping.
También se nos quedó pendiente (ya tenemos escusas de sobra para volver) la visita al Parc Astronòmic del Montsec, a sólo 10 minutos del camping, con visitas diurnas, que no pudimos concertar porque teníamos la agenda completa, y nocturnas, que eran demasiado tarde para hacerlas con los niños después de lo reventados que terminábamos cada día...de modo que nos quedamos con las ganas, y es que la zona dispone del cielo con menor contaminación lumínica de Lleida y de España, convirtiendo la zona en una de las tres mejores del mundo para observar las estrellas, por lo que ha sido declarado Destino Turístico Starlight por la UNESCO.
Pallars Jussà, provincia de Lleida.
Pero basta ya de lamentarnos por lo que no pudimos hacer, y vayamos con lo que sí que hicimos...
Pallars Jussà.
Nos desplazamos unos kilómetros al norte, más o menos 45 minutos de coche, hasta las cercanías de Pobla de Segur, en la vecina comarca de Pallars Jussà, donde habíamos quedado en el área de descanso de la Figuereta con nuestro guía de Explora Guies.
Disfrutando de la naturaleza en familia.
Allí nos despedimos Joel y yo de Izan y Yolanda, ya que nosotros íbamos a practicar barranquismo mientras que ellos harían otra actividad de la que luego os hablaré, ya que Izan tenía una pequeña lesión de rodilla que desaconsejaba el barranco.
El barranco que haríamos es el Barranco de Sant Pere, un barranco bastante abierto y soleado, por lo que el agua no estaba demasiado fría, ideal para hacerlo con los pequeños de la casa, y es que viajar con niños lleva consigo estos "sacrificios"...jajajajaja.
Accediendo al barranco de Sant Pere.
Para acceder al barranco primero tuvimos que caminar por la montaña unos 30 minutos, algo que Joel adora.
Caminando hacia el barranco.
La caminata no es muy dura, aunque un poco exigente al principio, y ciertos tramos de la misma, forman parte de rutas y senderos del Pallars Jussà, por lo que nos topamos con algún que otro excursionista.
Preparados para pasarlo pipa.
Los toboganes eran gigantes.
No era nuestra primera experiencia descendiendo barrancos acuáticos, pues el verano pasado lo pasamos genial en el Barranco de Guadalmina, en benahavís, provincia de Málaga, así que Joel estaba ansioso y emocionado por empezar la actividad.
Barranco de Sant Pere.
Barranquismo con Explora Guies.
Pese a ser "repetidores", descender un barranco supone seguir el curso de un río más o menos abrupto sorteando los resaltes que éste nos presenta, de modo que cada barranco es único y por lo tanto cada experiencia es completamente diferente.
De poza en poza y salto porque me toca.
Además de divertirnos, disfrutamos de la naturaleza.
Así que, tras equiparnos correctamente y escuchar las últimas indicaciones y consejos, nos dispusimos a disfrutar de toboganes, cascadas, pozas, saltos, etc y un rápel de cinco metros.
Agua, saltos deporte, naturaleza...¿qué más se puede pedir?
Se trata de un barranco mixto, no acuático.
Mientras practicábamos deporte, un cúmulo de sensaciones y emociones inolvidables nos iba recorriendo el cuerpo, como la sensación de miedo que nos invadió a Joel y a mi al asomarnos al primero de los varios toboganes...parecía imposible, pero con la ayuda de Ramón y de las cuerdas fue mucho más fácil.
¿Ahora entendéis lo del miedo?
Joel pasó por ese agujero...yo preferí bordearlo.
También pudimos disfrutar de la belleza de un entorno espectacular, tal y como podréis apreciar en las fotos.
Con mi pequeño.
Al agua patos.
Cuando terminamos la aventura Joel me dijo que se lo había pasado en grande y que en próximos viajes tendríamos que volver a descender algún que otro barranco, ya que este tipo de actividades se encuentra entre sus preferidas...de hecho fue lo que más le gustó de todo el viaje.
El barranco es precioso y muy soleado.
Lo que más abunda son los toboganes.
Por eso, por el trato recibido, por el cuidado y mimo que puso nuestro guía con Joel y por la experiencia en este tipo de actividades os aconsejo Explora Guies si vais a hacer barranquismo por Cataluña o alrededores, ya que también guían en barrancos de Aragón o Francia.
¡¡¡Qué atrevido que es Joel!!!
Atrás está la zona de rápel.
La lástima es que Izan y Yolanda no pudieron divertirse como lo hicimos nosotros...bueno...tanto puede que no pero ellos no estaban descansando precisamente, ellos estaban...casi que eso os lo cuento otro día, si no esto se hace muy largo...
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