Qué ver y hacer en la provincia de Lleida-Kayak y Vall del Boí-Parte 2

En el artículo anterior os contaba que mientras Joel y yo practicábamos barranquismo, Izan y Yolanda se habían ido a realizar otra actividad, ya que Izan tenía una lesión de rodilla que desaconsejaba el descenso de barrancos.

Pantano de Sant Antoni.

Sede de Piolet Xperience.

Pues bien, ellos condujeron durante 20 minutos hasta las instalaciones de la empresa Piolet Xperience, en el término municipal de Salás del Pallars, en la comarca Pallars Jussà, justo al lado del embalse de Sant Antoni.

Disfrutando de la mañana.

Kayac con Piolet Xperience.

Piolet Xperience es una empresa con una larga experiencia en deportes de aventura con la que Izan y Yolanda practicaron kayak en el embalse durante una hora, de modo que la espera no se les hizo tan larga.

Lástima que no fuera verano para darse un chapuzón.

El pantano de Sant Antoni.

Mientras Joel y yo "barranqueábamos", ellos estuvieron tranquilamente remando y disfrutando de la naturaleza y de la paz del pantano mientras hacían deporte.

Izan pudo quitarse el gusanillo del barranco.

Bar de Piolet Xperience.

Tras finalizar pudieron disfrutar del sol en la terraza del bar de Piolet Xperience mientras se tomaban un helado y un refresco, hasta que se hizo hora de venir a recogernos, pero estuvieron tan bien y recibieron un trato tan bueno, que probablemente contratemos el servicio de raquetas de nieve si volvemos por la zona en invierno, ya que es una actividad que tenemos muchas ganas de realizar.

Hotel Terradets.

Después de recogernos a mi y a Joel, volvimos hacia el sur, ya que teníamos reservada la comida en el Hotel Terradets, en la localidad de Cellers, en el Restaurant del Llac.

Lago Terradets.

Es un hotel de tres estrellas, familiar, situado junto a las montañas de la sierra del Montsec, justo frente al lago de Terradets, del que se obtienen magníficas vistas tanto desde su restaurante, como desde algunas de sus habitaciones o desde la piscina.

Buffet libre.

Los niños se decantaron por el buffet libre del restaurante, bastante variado y tremendamente rico, todo un acierto, ya que son buenos comedores y probaron alguna cosa nueva como los tordos fritos.

Crema de Calabaza.

Nosotros nos decantamos por un menú de productos locales del Pallars Jussà, ya que estábamos en esa comarca y es una buena forma de conocerla mejor, un reflejo de la cocina catalana con raíces y de temporada con toques de autor.

Girella y calçots en tempura.

Los entrantes consistían en una crema de calabaza y un plato de pizarra con girella (embutido, arroz i cordero) y calçots en tempura con salsa romesco.

Ensalada de quesos pallareses con miel del pallarés.

Amenizado por un Mas García Mulet de 2012, un tinto de la tierra muy bueno, llegó el pan de vidrio con chorizo pallarés y a esto le siguió una rica ensalada de quesos pallareses con miel del pallarés.

Bacalao glaseado al ajo-aceite de membrillo.

Con el bacalao glaseado al ajo-aceite de membrillo, llegó el vino blanco lo virol blanc 2015, del Pallars Jussà claro, también excelente.

Espalda de cordero.

Finalmente llegó la espalda de cordero, un plato exquisito y un postre excelente también, cremoso de mato con miel del Pallars.

Restaurant del Llac.

Con los cafés terminamos de comer en el Restaurant del Llac, un sitio con una excelente gastronomía, muy buena presentación y una calidad de los alimentos insuperable, tanto en el buffet libre, como en nuestra selección de la carta, y si a esto le sumas un servicio exquisito y amable por parte de todo el personal, tenemos una buenísima recomendación si estáis por la zona del Pallars Jussà...nosotros repetiremos cuando volvamos con total seguridad.

De camino al Valle de Bohí.

Después de comer, aprovechamos que los niños harían la siesta en el coche para subir hasta el Valle de Bohí o Vall de Boí, un conjunto de valles y sierras situados en la zona nororiental de la comarca catalana de la Alta Ribagorza, en la provincia de Lleida.

Valle de Bohí o Vall de Boí.

Como no disponíamos de tiempo suficiente para explorar toda la zona, nos centramos en el Valle de San Martí y sus dos pequeñas poblaciones, Bohí o Boí y Tahull o Taüll.

Entrada al casco antiguo de Boí.

Casco antiguo de Bohí.

Bohí (Boí), de poco más de 200 habitantes, conserva un pequeño casco antiguo realmente bello, con restos de muralla y una única puerta de acceso a la parte antigua.

Un pueblecito de cuento.

Bohí o Boí.

Con calles empedradas de aspecto medieval, algunas de ellas pequeños pasadizos, y casas de piedra, techos de pizarra y grandes chimeneas.

Iglesia románica de San Juan de Boí.

El edificio más importante de la población es la Iglesia de San Juan de Boí, de estilo románico, y al igual que el resto de iglesias del valle, 9 en total que forman parte del Centro Románico del Valle de Bohí, está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y además de por los paisajes, las iglesias fueron una de las razones para venir hasta aquí.

Tahull o Taüll.

Tras la corta visita a Bohí, seguimos conduciendo hasta llegar a Tahull (Taüll), de casi 300 habitantes y situada a 1.500 metros sobre el nivel del mar.

San Clemente de Tahull.

Probablemente Taül no sea tan bonita como Boí, pero sin emargo posee uno de los tesoros de la zona, la "joya de la corona", la iglesia de San Clemente de Tahull (Sant Climent de Taüll), de 1123.

San Clemente de Taüll.

Se trata de un templo de planta basilical con tres naves y tres ábsides situado a la entrada del pueblo y flanqueado por un magnífico campanario de seis pisos con ventanas de diferentes formas y tamaños.

Entrada a San Clemente.

El exterior presenta decoración de tipo lombardo, con arquillos ciegos enmarcados por contrafuertes y el interior no lo visitamos por tres razones, el elevado precio de la entrada (5€ que multiplicado por 4 personas son 20), que ya era muy tarde y que los niños se estaban aburriendo y querían volver al camping...una de las desventajas que tiene viajar con niños, que debes atender sus necesidades y negociar con ellos las visitas.

Como en Boí, en Taüll las casas son de piedra y tejado de teca.

Tahull también posee rincones realmente bellos.

Después de maravillarnos con el exterior del templo, nos adentramos caminando por las estrechas calles del pueblo de Tahull, que confluyen en la siguiente iglesia.

Santa María de Tahull.

Con una estructura similar a la de San Clemente, la iglesia de Santa María de Tahull fue construida también en 1123.

Interior de Santa maría de Taüll.

El campanario se encuentra en el centro de la nave, y su interior, en el ábside existen copias de los frescos románicos que decoraban el templo, ya que como los de San Clemente, los originarios están en Barcelona, en el Museu Nacional d´Art de Catalunya.

San Clemente desde Taüll.

Después de la visita regresamos al camping  de la Vall d'Àger tras un largo día, donde cenamos y descansamos para reponer fuerzas en vistas a lo que nos esperaba el día siguiente...así que continuará.

Los Viajes de Héctor en Taüll.

Tahull o Taüll.