Qué ver en Atenas. Atenas en un día. Parte 20

Más o menos una hora y media después de abandonar la Península del Peloponeso, más concretamente Corinto, llegamos a Atenas, la gran capital de Grecia.

Mapa de Atenas.

Dejamos nuestro equipaje en el hotel que teníamos reservado, el peor de todo el viaje con diferencia, y aparcamos el coche en un parquing que estaba al lado para movernos por Atenas a pie, ya que estábamos a escasos 10 ó 15 minutos andando de la plaza Monastiraki.

Mercado Central de Atenas.

Para llegar a la plaza pasamos por el Mercado Central de Atenas (Kentriki Agora o Dimotiky), el principal mercado de la ciudad, que lleva funcionando desde el siglo XIX, y donde podréis encontrar todo tipo de alimentos como carnes, pescados, encurtidos, quesos, frutas…

Mercado Central de Atenas.

Nos recordó un pelín a Marrakech, El Cairo o Estambul, de hecho, Joel al pasar por aquí nos dijo:"Atenas huele peor que Marruecos, y está más sucio"...ja, ja, ja, ja...

Plaza Monastiraki.

Muy cerca de allí se encuentra el barrio Monastiraki, cuyo epicentro es la Plaza de Monastiraki, con un pequeño monasterio llamado también así. Esta plaza es el típico lugar de una capital donde coincide gente de todos los lugares del mundo, uno de esos sitios donde merece la pena descansar y observar ese bullicio, una ida y venida de gente, cada uno a lo suyo.

Biblioteca de Adriano.

Monastiraki es la zona comercial más importante de la ciudad y, claro está, de toda Grecia, como si fuera un gran centro comercial, pero al aire libre y sin horario fijo. Calles como Ermou (Οδός Ερμού) o Calle de Hermes, que une las dos principales plaza de Atenas, pueden tener perfectamente doscientas o trescientas tiendas, sobretodo multinacionales como Zara, pero también locales, una detrás de la otra, aunque poco interés turístico.

Biblioteca de las cien columnas.

 Al lado de esta plaza, se eleva la Biblioteca de Adriano (Βιβλιοθήκη του Αδριανού), fue construida en el año 132 d.C. bajo las órdenes del emperador romano Adriano. También conocida como la "Biblioteca de las cien columnas", era un impresionante edificio rectangular creado para albergar la extensa colección de libros que poseía el emperador, además de funcionar como sala de lectura y centro de convenciones.

La Biblioteca de Adriano ocupaba un extenso recinto, de 122 por 80 metros, que se encontraba rodeado por una galería compuesta por 100 columnas. En el centro se situaba un atrio en el que se construyó una iglesia paleocristiana en el siglo V d.C. que, posteriormente, sería sustituida en el siglo VIII y en el XI.

Biblioteca de Adriano.

Aunque son pocos los restos que se conservan de la Biblioteca de Adriano, es posible hacerse una pequeña idea de lo grandiosa que fue en otros tiempos y la gran cantidad de libros que se alojaron en el impresionante edificio.

Biblioteca de Adriano.

La entrada combinada de la Acrópolis incluye la entrada a la Biblioteca de Adriano, por lo que, aunque los restos que se conservan son muy escasos, es recomendable hacerle una breve visita siempre, pero el yacimiento se ve perfectamente desde fuera, así que solo merece la pena entrar si tenéis la entrada combinada de la Acrópolis (ya que está incluido en el tícket)...nosotros no entramos.

Ágora Romana de Atenas.

Seguimos caminando hacia el Acrópolis, y de paso visitando todo aquello interesante que nos encontrábamos mientras paseábamos, ya que a escasos metros de la Biblioteca de Adriano se encuentra el Ágora Romana (Ρωμαϊκή Αγορά της Αθήνας).

El Ágora Romana o Foro romano, es la antigua plaza pública de Atenas, uno de los principales lugares de reunión de la ciudad en el que se situaba el mercado central y está situada al norte de la Acrópolis, en el encantador barrio de Plaka, y a escasa distancia se ubica el Ágora Antigua, mucho más amplia y monumental, que fue establecida en el siglo VI a.C.

Ágora romana de Atenas.

Su construcción tuvo lugar entre los años 19 y 11 a.C. bajo las órdenes del emperador Augusto y fue ampliada posteriormente por el emperador Adriano. Durante su época dorada, el ágora ocupaba un espacio rectangular de 100 metros cuadrados a lo largo de los cuáles se disponían los diferentes comercios, el mercado y las letrinas públicas.

Puerta de Atenea Arquegetis.

El ágora estaba rodeado por una columnata de mármol de estilo jónico y el patio se encontraba revestido completamente de mármol. A través de los propileos del edificio (puertas de entrada) se llegaba hasta los sectores oriental y occidental de la ciudad.

Ágora Romana, Torre de los Vientos.

Actualmente sólo se conservan pequeñas partes de las columnas del patio y una pequeña zona que correspondía a los baños públicos. En la zona oeste del Foro Romano se conserva prácticamente intacta la Torre de los Vientos, un edificio poligonal del siglo II a.C. construido en mármol, que fue utilizado como reloj público solar e hidráulico. El edificio se conserva en perfectas condiciones gracias a que en el siglo VI fue utilizado como capilla.

Como en el caso de la Biblioteca de Adriano, este yacimiento se ve perfectamente desde fuera, así que solo merece la pena entrar si tenéis la entrada combinada de la Acrópolis y lo mismo para nuestra siguiente visita, el Ágora Antigua de Atenas (Αρχαία Αγορά της Αθήνας) en inglés, Ancient Agora. En ambos casos disfrutamos de las ruinas desde fuera, aunque el ágora Romana tiene espacios que no veréis si no entráis.

Ágora antigua de Atenas.

Era el centro de la vida social, política y comercial de la ciudad en la antigüedad. Actuando como corazón de la ciudad, en el Ágora Antigua se celebraban tanto reuniones y debates políticos, como elecciones, celebraciones religiosas, actividades mercantiles, actuaciones teatrales o competiciones atléticas.

El Ágora estaba constituida por un amplio espacio abierto rodeado por diversos edificios públicos y poseía funciones muy diversas:

Centro de gobierno: el Ágora era el lugar en el que los ciudadanos se reunían para discutir sobre las leyes y el futuro político de la ciudad.
Recinto sagrado: el Ágora constituía un lugar sagrado en el que se situaban los templos dedicados a los dioses olímpicos.
Mercado: el corazón de la ciudad era también el principal lugar para el intercambio de objetos entre los ciudadanos atenienses.

Museo del Ágora Antigua en la Stoa de Átalo.

El Museo del Ágora Antigua fue fundado en 1957 en la Stoa de Átalo, un edificio de planta rectangular conformado por una sucesión de columnas que fue un regalo del Rey de Pérgamo en la antigüedad. Su función era ser el antiguo centro comercial de Atenas.

Las exposiciones del museo contienen diferentes objetos encontrados en las excavaciones realizadas en el área del antigua Ágora, tales como objetos de cerámica, joyas, armas o monedas, pero como ya os he dicho no lo visitamos.

Templo de Hefesto o Hefestión.

Otro edificio destacable es el Templo de Hefesto o Hefestión (Ναός Ηφαίστου), uno de los templos mejor conservados de la antigüedad. Fue construido entre los años 460 y 415 a.C.

El último de los edificios que cabe resaltar en el Ágora Antigua es la Iglesia de los Santos Apóstoles (Agii Apostoli o Άγιοι Απόστολοι Σολάκη), una pequeña joya bizantina del siglo X.

Paseando por Plaka.

Después de esta fugaz vuelta o acercamiento al Ágora Antigua volvimos a introducirnos de lleno en el barrio de Plaka, una de las zonas más animadas y con más vida de Atenas.

Atenas, Barrio de Plaka.

Es el típico lugar añejo, encantador, inolvidable, de esos en los que merece la pena perderse, caracterizado por ser un interminable tejido de calles estrechas y sin aparente sentido, con decenas de casas nobles del siglo XIX.

A medida que se acerca la hora de comer se llenan las tabernas.

Es el centro por antonomasia, ese lugar que es imposible dejar de visitar si se está en Atenas, repleto de tiendas de souvenirs y bares o tabernas, de ahí que sea una zona muy frecuentada por turistas de todo el mundo.

Hora de comer en Plaka.

Si os he de ser sincero, Atenas es la capital europea que menos nos ha gustado, y si he de salvar algo, aparte del Acrópolis (más por lo que significa que por lo que hay allí), sería este barrio, una delicia pasearlo tanto de día como de noche.

Barrio de Plaka de Atenas.

También se le conoce como el Barrio de los Dioses, ya que se sitúa en la ladera oriental de la Acrópolis, de la que os hablaré en el siguiente artículo.

Joel quiere ser Espartano.