En el
artículo anterior os explicaba que en nuestro viaje hacia el
Sudeste asiático teníamos una escala de 14 horas en Moscú, y aunque yo ya había visitado la ciudad en 1998, era una buena oportunidad para que Yolanda y los niños tuvieran un primer contacto con ella, de modo que saqué los visados y nos dispusimos a conocerla o redescubrirla.
|
Una de las esquinas de la Plaza Roja de Moscú. |
También os dije que reservamos un guía de Moscú privado, oficial, licenciado y de habla hispana llamado Nikolay, encargado de la web
Tu Moscú, que nos estaba acompañando en esta fugaz visita y, que fue todo un acierto haberlo contratado, sin él esta excursión no hubiera podido ser tan completa.
|
Selfie en la Catedral de San Basilio de Moscú. |
Pues bien, estábamos exactamente en la Plaza Roja de Moscú cuando finalicé el relato, de modo que sigo donde lo dejé.
Lo que no os expliqué es porqué se llama así...su primer nombre fue la Plaza del Fuego, ya que los puestos del mercado eran de madera y había frecuentes incendios. En el siglo XV, pasó a llamarse Krásnaya plóshchad, y Krásnaya en ruso significa roja, aunque en ruso antiguo significaba bonita…nada que ver con el color del Kremlin o con el significado del color rojo en el comunismo, como seguro que pensamos todos en un principio.
|
La Catedral de San Basilio es el símbolo de Moscú. |