Sudeste asiático en familia. Camboya. Preah Khan, Neak Pean, Ta Som. Parte 22.

Con el fin de que tengáis a mano todas las visitas que hemos realizado de momento en Camboya os resumo con enlaces que, desde nuestra llegada a Camboya, hemos realizado el Circuito Corto de templos de Angkor, visitando Angkor Wat y los templos de Angkor Thom: Bayon, Baphuon, el Palacio Real, y Ta Keo,  fuera del recinto de Angkor Thom, y por la tarde Ta Prohm y Banteay Kdei, y durante el día de hoy hemos presenciado el amanecer en Angkor Wat y Banteay Srei poco después.

Impresionante Preah Khan.

Desde Banteay Srei volvimos hacia Siem Reap con la intención de empezar el Circuito Largo de los Templos de Angkor, y como estábamos en el Norte comenzamos por Preah Khan, bajo mi punto de vista otro de los platos fuertes, un imprescindible.

Entrada a Preah Khan.

Localizado a 2 kilómetros al nordeste de Angkor Thom, más que un templo, Preah Khan, que significa “espada sagrada”, fue una auténtica ciudad, de la que han sobrevivido sólo las construcciones en piedra, es decir, los edificios religiosos y las murallas.

Preah Khan era una ciudad.

Aunque el santuario fue consagrado a 450 dioses, genios tutelares y ancestros reales, Jayavarman VII se lo dedicó a su padre Dharanindravarman, al que identificó con Lokeshvara.

Los árboles lo devoran todo.

Hay una estela que indica que su construcción se inició en 1184 en el mismo lugar donde se produjo la batalla en la que el rey Jayavarman VII derrotó a los Chams.

El centro de Preah Khan.

Fue el centro de una organización importante, que combinaba los roles de ciudad, templo y
universidad budista con cerca de 100.000 empleados y servidores, incluyendo bailarines y
profesores.

Hay partes de Preah Khan bastante destruidas.

Preah Khan es impresionante.

Sus muros rectangulares, de laterita, se extienden 800x700 m., y como es habitual está contorneado por un foso de 40 m de ancho, pero es interesante ver como la muralla, además de los portalones de entrada, está decorada con 72 esculturas de garudas (pájaro sagrado) adosadas a la pared del perímetro a intervalos de 50 m.

Entrada principal a Preah Khan.

Para acceder al recinto, como es habitual en Angkor su entrada principal está orientada hacia el este, se atraviesa el foso por dos diques provistos de parapetos compuestos por el motivo recurrente de las filas de dioses y demonios sosteniendo enormes nagas.

Entrada a Preah Khan.

Hay otras entradas en el resto de puntos cardinales y cada entrada tiene una calzada sobre el foso con nagas con devas y asuras.

Preah Khan se convirtió en uno de nuestros templos favoritos.

Con cuatro recintos rectangulares concéntricos, con el prasat principal en el centro, reiterando la distribución habitual de las ciudades-templo del Angkor clásico.

A los niños les gustó Preah Khan.

Tras avanzar por calzadas y terrazas, y atravesar un triple pórtico coronado de torres, se accede primero a un templo de Vishnú, y a continuación a los recintos centrales, que están casi colmados de capillas y oratorios, tan apretados entre sí que dificultan la deambulación.

Apsaras bailando.

Sala de Danzantes.

Relieves de Preah Khan.

Más al este se continúa por una "Sala de Danzantes", con graciosos bajorrelieves de apsaras bailando y contorneándose en posturas inverosímiles, grabados en las columnas cuadradas de una hermosa sala hipóstila.

El edificio de la izquierda, también en la foto de abajo, es único.

Este edificio parece griego.

Otro curioso edificio hipóstilo de dos pisos se levanta en el patio entre el tercer y segundo recintos, y no se parece a ningún otro de Angkor. Sus columnas son cilíndricas, lo que le confieren un vago aire de clasicismo en Grecia. Aún se desconoce su función.

La Casa del fuego es una pasada.

A medio camino, a lo largo de la ruta al tercer recinto, en el lado norte, se encuentra una Casa
del fuego (o Dharmasala), similar a la de Ta Prohm (especie de habitación de descanso para los
viajeros).

Preah Khan, Angkor.

Preah Khan significa Espada Sagrada.

Viajar con niños a los Templos de Angkor de Camboya es fácil, ya que con templos como este, ellos (y nosotros) se sienten como Indiana Jones o Lara Croft ya que Preah Khan, al igual que otros templos de Angkor, está inmerso en una exuberante naturaleza, repleto de árboles con tentaculares raíces, alimentados por las mismas lluvias monzónicas que nutren a los líquenes y plantas que habitan los templos.

Accediendo a Neak Pean.

El siguiente templo del circuito largo conduciendo hacia el Este es el templo de Neak Pean, que significa "Serpientes Entrelazadas" y que en su tiempo fue un importante centro de peregrinación.

Estanque central de Neak Pean.

Personalmente fue uno de los que menos me gustó, aunque nos e pierde demasiado tiempo en su visita ya que es realmente pequeño, con cinco estanques, la única razón para aconsejar su visita es que posee características que lo convierten en único.

Estanque adosado al central.

Neak Pean es un gran cuadrado (70 m. a cada lado), bordeado por escalones y rodeado por cuatro
pequeños estanques cuadrados (de 25 m. de lado). En el centro se erige una pequeña isla circular (33 m. de diámetro) con una torre central, dentro de un gran estanque cuadrado, con cuatro pequeños elefantes esculpidos en las cuatro esquinas.

Uno de los templos que menos nos impresionó.

La torre central está dedicada a Avalokitesvara y su base escalonada se haya rodeada por dos serpientes (el nombre Neak Pean hace referencia a las nagas). Ambas serpientes se llaman Nanda y Upananda y eran hermanos. Eran los responsables de traer la lluvia que rellena el lago Anavatapta. Entre las cabezas de las serpientes hay un caballo con hombres pegados. Se trata de Balaha, manifestación del Buda Compasivo (Avalokiteshvara), quien está recatando a los hombres de un naufragio en el Océano Índico.

Ta Som, sencillamente espectacular.

Situado en el extremo oriental del Baray Jayatataka, 2 km. al este de Neak Pean, tenemos nuestra siguiente parada, Ta Som, un templo relativamente pequeño (apenas tiene 30 metros), pero muy bello y bastante bien conservado, construido en el siglo XII por Jayavarman VII, que se lo dedicó a su padre.

Gopura del Oeste.

Dos gopuras monumentales, esculpidas con los cuatro rostros de Lokeshvara del estilo de Bayon dominando desde lo alto, marcan las entradas Este y Oeste al recinto del templo.

Gopura del Este.

El gopura del Este está totalmente tomado por las raíces de un descomunal ficus, cuyos tentáculos abrazan como pulpos el porche, reventándolo y desgarrándolo del resto del edificio, una verdadera pasada.

En Ta Som no sabes quién manda si el hombre o la naturaleza.

Ta Som posee ese encanto que te atrapa, con esas raíces que van avanzando mostrando la fuerza de la naturaleza, como ocurre en Preah Khan o Ta Prohm.

Algunos relieves de Ta Som.

Se trata de un santuario rodeado de un muro de laterita que durante muchos años estuvo sin restaurar, con árboles y vegetación creciendo por todas las ruinas, aunque hoy día, los trabajos de restauración han estabilizado la estructura en la medida de lo posible, haciéndolo más seguro.

Ta Som también nos enamoró.

La sección interior de los templos consiste en un santuario con porches y cada brazo está rodeado por cuatro pabellones en las esquinas. Dos pequeñas bibliotecas se asientan cerca del camino de la entrada este.

Otro de los templos imprescindibles.

Tras esta visita continuamos con el Circuito Largo, pero eso ya os lo cuento en el siguiente artículo.

Ta Som os atrapará.