Bulgaria y Macedonia. Monasterio de Rila. Parte 1

LLegamos al aeropuerto de Sofía, capital de Bulgaria, a eso de las 00:40 del Sábado 31 de Marzo procedentes del aeropuerto de Castellón, y recogimos el coche de alquiler que teníamos reservado.

Mapa turístico de Bulgaria.

Una vez con el coche, condujimos poco más de una hora hasta llegar a Blagoevgrad, una población cercana a nuestro primer destino en el país o estado más antiguo de toda Europa, donde pasamos la noche.

Plano del Monasterio de Rila.

Monasterio de Rila, Puerta Oeste o Dupnitsa.

A la mañana siguiente, tras el desayuno, recorrimos los 40 kilómetros que nos separaban del Monasterio de Rila para admirar su belleza.

Aquí empezamos a flipar.

Sin duda, el monasterio más bonito de Bulgaria.

Escondido por las verdes montañas, en un boscoso valle a 1.147 metros sobre el nivel del mar, a menos de 2h de Sofía, concretamente a 117 km, encontraréis uno de los monasterios más bonitos y pintorescos que existe, el Monasterio de Rila.

Los Viajes de Héctor y Yolanda en Rila.

Si viajáis a Bulgaria, el Monasterio de Rila (Рилски Манастир), uno de los iconos del país y Patrimonio de la Humanidad  por la UNESCO desde 1983, ha de estar en vuestro itinerario sí o sí.

Monasterio de Rila.

Fue fundado en la primera mitad del siglo X, y desde ese principio con Ivan Rilski (canonizado más tarde como San Juan de Rila) y unos pocos discípulos, ha sobrevivido mucho, ha visto crecer, arder, trasladar, derribar, enterar, etc, sus paredes, pues ha sufrido varias reconstrucciones hasta llegar a ser lo que hoy es, uno de los monumentos más importantes de Bulgaria y uno de sus símbolos más conocidos, con alrededor de 1.000.000 de visitantes al año.

El monasterio posee dos entradas, aquí la Este o Samokov.

No sólo es un lugar espiritual, también es un sitio lleno de magia, que transmite sensaciones que pocos sitios consiguen. Su importancia histórica, cultural y arquitectónica se hacen latentes una vez cruzas la Puerta Oeste (Puerta Dupnitsa), cuando te olvidas del resto del mundo, de los problemas, de todo…es entonces cuando nos dimos cuenta que estábamos ante otro de esos grandes lugares del mundo que todo amante de los viajes debe visitar al menos una vez en la vida, de esos que no hace justicia en las fotos, ya que es infinitamente más bello visto ante vuestros ojos.

En pocas fotos salgo yo...aquí una de ellas.

Una vez dentro, la explosión de colores y de formas se apoderará de vosotros, las montañas, de casi 3.000 metros de altura, como el cercano monte Musala (2925 metros), el más alto de Bulgaria y de los la península de los Balcanes, quedan atrás, abrazando y protegiendo los delicados muros pintados guardianes de grandes historias del monasterio, poderoso a la vez que frágil.

Selfie familiar en el Monasterio de Rila.

El aspecto actual del monasterio, de unos 8000m² , se remonta al siglo XIX, cuando se inició, en 1816,  la construcción de los edificios de viviendas que forman un cuadrilátero irregular alrededor de la iglesia central.

Torre Hrelyo o Jreliyova.

En el centro del patio interior se eleva el edificio más antiguo del recinto, la Torre Hrelyo o Jreliyova, una impresionante torre almenada de piedra, erigida en 1334, que funcionaba a modo de fortaleza y refugio de los monjes en los años de guerra e intentos de saqueo. Lamentablemente sólo está abierta de Junio a Septiembre.

Monasterio de Rila.

Junto a ella se alza una pequeña iglesia, construida poco después, en 1343, a la que se le añadió a la torre un campanario pasados unos años.

Iglesia de la Natividad de la Virgen.

Las pinturas de la Iglesia de la Natividad de la Virgen son excepcionales.

Hacia la mitad del siglo XIX, tras el incendio de 1833, se construyó la iglesia principal del monasterio, la Iglesia de la Natividad de la Virgen, un templo cristiano ortodoxo que posee una cúpula, tres hornacinas en el altar y dos capillas laterales y cuyos objetos más valiosos son su iconostasio de madera con incrustaciones azules, de 10 metros de ancho y cubierto con pan de oro y varios iconos de los siglos XIV y XIX.

No hay un rincón sin pintar.

Sus paredes, completamente pintadas, cuentan historias, historias bíblicas en las que podríais perder horas y horas, ya que no hay un hueco sin pintar. Estas pinturas murales, obra de muchos artistas, fueron terminadas en 1846.

Las celdas donde duermen los peregrinos.

Uno de los pocos monjes que viven aquí.

El monasterio sigue en activo aunque quedan tan sólo unos pocos religiosos en él. Los edificios de cuatro plantas que componen el complejo residencial, tres de ellas repletas de arcos que parecen estar observándonos, cuentan con más de 300 “celdas” en las que se puede dormir a cambio de un simbólico donativo de 5 euros. También existen 4 capillas, la sala del abad, una cocina y una biblioteca.

Dentro de la Iglesia no se pueden hacer fotos...

Se trata de una de las bibliotecas más importantes del país, con antiguos manuscritos, obras de arte e iconos, por eso se considera este monasterio el centro cultural y espiritual de Bulgaria.

...por eso la calidad de estas es mala...

Además de poder admirar su particular arquitectura, también podréis visitar varios museos que exhiben piezas sobre la historia y la vida del Monasterio: libros manuscritos  tanto previos a la invención de la imprenta, como posteriores, los trajes de los sacerdotes, copas de plata y oro o una importante colección de arte búlgaro y extranjero que recoge piezas desde los S. XIV-XIX.

...pero no pude resistirme...

Lo más destacable de estos museos es la cruz de madera creada, durante 12 años, por el religioso Rafail a finales del S. XVIII. La Cruz de Rafael, hecha de una sola pieza de madera (81 cm x 43 cm) tiene talladas 104 escenas bíblicas, realizadas con cinceles, cuchillos finos y pequeñas lupas o lentes de aumento ya que algunas de las 600 pequeñas figuras que aparecen en la cruz son del tamaño de un grano de arroz. Fue quizás este hecho el causante de la posterior ceguera de su creador, que perdió la vista poco después de terminarla en 1802.

...para que pudierais ver cómo es...

Para finalizar os doy un consejo, llevad con vosotros pañuelos de papel, ya que los lavabos del monasterio son agujeros en el suelo..

Pinturas de la Iglesia de Rila.

Doy por terminado el relato, desde aquí nos fuimos a Macedonia, pero esa ya es otra historia que no tardaré en contaros.

Monasterio de Rila.

Aunque días después volvimos a Bulgaria...

Esta foto me encanta.