Norte de España en Caravana-Qué ver en Asturias, Descenso del Sella, Cueva del Tito Bustillo y surf. Parte 16

Después de haber realizado dos actividades con Frontera Verde Aventura, la ruta especial en 4x4 por los Picos de Europa y la Ruta del Cares y Espeleología en la Cueva del Pando, volvimos a confiar en ellos (por algo será) para hacer algo que es casi imprescindible si vais a viajar con niños a Asturias, y sin ellos también.

Descenso del Sella con Frontera Verde Aventura.

Estoy hablando de hacer el Descenso del Sella en kayak, algo que siempre, desde bien pequeño cuando veía en la TV el descenso internacional todos los veranos, había querido hacer.

Pasamos un día genial.

No en vano, el descenso en canoa por el río Sella, es la principal actividad de turismo activo de todo el Principado de Asturias.

Recomendable 100%.

Así que, a eso de las 10:30 estábamos en la oficina de Frontera Verde Aventuras de Arriondas, con nuestros trajes de baño, para recoger los chalecos, bidones estanco, trajes de neopreno... y poder meternos en el agua a las 11:00 (antes está prohibido), evitándonos así a mucha gente.

Pese a la lluvia lo pasamos en grande.

El día estaba oscuro, con nubes y rachas de fina lluvia, además era entre semana, por lo que no sentimos en ningún momento el agobio de la multitud que se suele producir en verano, los fines de semana o cuando pega el sol con ganas.

Hasta las 11 no se puede entrar en el río.

El descenso del Sella en kayak o canoa, es una actividad de aventura muy divertida, que podréis hacer solo, en pareja, en grupo o en familia, pero si pretendéis hacer todo el recorrido, 16 kilómetros, se puede hacer largo y pesado.

Uno de los chiringuitos del descenso del Sella.

Nosotros si que hicimos el recorrido completo, pese a que en la ruta hay varios puntos de recogida y la podéis acortar, pero nos lo cogimos con calma y además hicimos un par de paradas en los chiringuitos que hay en los 16 kilómetros de descenso, desde los más sencillos, donde puedes comprar refrescos, cerveza o sidra fría, hasta los más elaborados con una carpa, mesas y sillas como el de la foto. Aquí fue donde nos comimos el sandwich que nos habían preparado en Frontera Verde aventura, eso sí, compramos allí la bebida.

Hay kayaks simples, dobles y triples.

Como curiosidad os contaré que tuvimos un problema con nuestra canoa, por lo visto se rajó o agujereó al poco de salir, justo por debajo de donde yo remaba, y claro iba entrando agua y, como yo pesaba más que Izan, que al principio iba conmigo, el agua se almacenaba en la parte de atrás, haciendo que la canoa se levantara por delante y se hundiera por atrás. Como no nos habíamos dado cuenta, el cachondeo entre mi adorable familia iba en aumento, y las declaraciones se asemejaban a que como estoy gordo la canoa va levantada...ja, ja, ja...cómo me quieren...

Cuando os apetezca os podréis bañar.

Cuando la canoa se llenó mucho de agua, perdió estabilidad y volcamos, pero como llevábamos chalecos salvavidas no tuvimos ningún problema, nos acercamos a la orilla, y yo cambié de canoa, ya que supuestamente era por mi culpa, por mi peso...como si no bajara nadie que pesara más que yo en canoa...será posible...ja, ja, ja...

El río Sella desde uno de sus puentes.

Lógicamente, al rato volcó Yolanda con Joel, ya que la canoa, como he adelantado, se había rajado, así que volvimos a parar y fue cuando nos dimos cuenta. En ese momento llamamos a la agencia, comunicamos el problema y quedamos con ellos en un punto cercano para intercambiar el kayak.

A pocos kilómetros de Ribadesella.

Vaciamos la canoa de agua y seguimos como pudimos hasta el punto de intercambio. A partir de ahí ya no tuvimos ningún problema y pudimos disfrutar del río, de la canoa, del deporte, de la naturaleza...

Puente colgante del Sella.

Al finalizar el descenso del Sella en familia, os recogerán en Llovio, cerca de Ribadesella, y os llevarán de regreso a las instalaciones en Arriondas, donde tendréis vestuarios y duchas con agua caliente para cambiaros cómodamente, todo un lujo.

Ribadesella, centro de Arte Rupestre Tito Bustillo.

El resto del día nos lo "tomamos libre"...un poco de piscina, unas partidas al ping pong, un ratito de fútbol, etc etc.

Aquí se exponen objetos prehistóricos encontrados en la cueva.

A la mañana siguiente nos fuimos a visitar la Cueva del Tito Bustillo, pero empezamos la visita en el Centro de Arte Rupestre Tito Bustillo, inaugurado en Marzo de 2011, un edificio con 6.500 m² para divulgar y promocionar el arte rupestre paleolítico asturiano, donde deberéis comprar vuestras entradas a la cueva.

Las joyas son tan viejas como los humanos.

Aquí pudimos conocer que la cueva fue descubierta en 1968, su valor geológico, quiénes la habitaron entre el 22.000 y el 10.000 a. de C. y cómo son las muestras de arte rupestre que conserva en su interior, ya que hay zonas de la cueva original donde hay pinturas o arte rupestre que presentan dificultad para su visita.

Ribadesella. Cueva del Tito Bustillo.

La Cueva del Tito Bustillo, situada a sólo 250 metros del Centro de Arte Rupestre, está incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde Julio de 2008, y es que junto a la Cueva de Altamira en Cantabria, las Cuevas de Lascaux en el Perigord y las Cuevas de Chauvet en Ardèche, estas dos últimas de Francia, son uno de los conjuntos rupestres más importantes del Arte Paleolítico, y yo he tenido la suerte de estar en todas ellas...eso sí, la única en la que visitaréis la cueva original es esta, en las otras tres son réplicas exactas.

Una de las pinturas de la cueva.

Gracias a que en 1970 se abrió una entrada perforando en roca viva un túnel de 165 metros de longitud, la cueva se ha hecho más accesible, dado que ahora se evitan 3 km de camino que hay desde Ribadesella hasta el primero acceso original, y parte del mismo había que hacerlo a pie. Allí hicimos una visita guiada de unos 45 minutos de duración por una única galería de unos 700 metros de longitud donde nos contaron esto y un montón de cosas más.

Panel principal de la Cueva del Tito Bustillo.

Lo más impresionante de esta cueva es el panel principal, tanto por la cantidad de representaciones del conjunto artístico, alrededor de 100 entre cervatillos, caballos, renos, cabras, bisontes, etc, como por su variedad técnica y estilística, además todas las figuras pintadas son de gran tamaño, excediendo de los dos metros la longitud de alguna de ellas, usando una gran variedad de colores como una gama de negro, rojo, violeta y tierras.

Villaviciosa, playa de Rodiles.

Lo siguiente que hicimos fue acercarnos a la Playa de Rodiles, en Villaviciosa, pues teníamos reservada una clase de Surf con la empresa Special Surf Rodiles, una escuela de surf ubicada en un chalet situado en un Parque Natural, en dicha playa justo frente a un pequeño bosque de eucaliptos.

La teoría y las primeras prácticas en la arena.

La Playa de Rodiles es ideal para la práctica del surf, tanto iniciación como perfeccionamiento, y un lugar de belleza incomparable donde nosotros íbamos a tener esta experiencia por primera vez en nuestras vidas.

Una experiencia única que tenéis que probar al menos una vez en la vida.

La clase empieza en la arena de la playa, con la teoría, el calentamiento, y la práctica en tierra firme, importantísimo para saber qué hacer en un medio más complejo como es el agua...digamos que es la parte más aburrida de la actividad pero totalmente necesaria.

Special Surf Rodiles.

El resultado final fueron dos horas de diversión máxima en el mar, en el que los cuatro conseguimos levantarnos de las tablas durante unos segundos, aunque es cierto que a los niños se les dio mucho mejor, una experiencia altamente recomendable tanto si vais a viajar con niños, como si lo hacéis en pareja o con amigos...una pasada.

Joel parece un profesional.

Una vez finalizada la clase volvimos de nuevo a nuestro camping, ya que necesitábamos descansar más que nunca...qué paliza esto del surf...más si no estás acostumbrado...ja, ja, ja...