Aunque he de reconocer que
Oviedo me gustó bastante más que Gijón, he de reconocer que una vez aquí hubiera sido imperdonable conocer la ciudad, y empezamos a hacerlo en las afueras.
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Jardín Botánico de Gijón. |
Nuestro primer destino del día sería el
Jardín Botánico de Gijón, un espacio vivo, recreado aunque natural, 25 hectáreas de terreno verde y florido en el que crecen más de 30.000 plantas y árboles de 2.500 especies, todo un museo vegetal.
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Factoría vegetal. |
Nosotros entramos a primera hora y estuvimos casi dos horas paseando por este enorme jardín, aunque podríamos haber estado mucho más, la verdad, ya que fue toda una sorpresa espectacular que no deberíais perderos ya que no existe nada igual en toda
España.
Existe un itinerario marcado para visitar esta gran jungla urbana de forma más o menos ordenada, aunque tiene algunas variantes para acortarlo, que discurre por cuatro grandes áreas diferenciadas, tal y como os mostrarán en información cuando saquéis vuestras entradas y os den un mapa:
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Pasear por el jardín es una delicia. |
-El
Entorno Cantábrico, que alberga colecciones de plantas propias de este ámbito geográfico como hayedos, robledales, encinares…. matorrales, prados, plantas anfibias y acuáticas, incluyendo también una buena selección de plantas raras y amenazadas.