Norte de España en Caravana-Qué ver en Asturias, un día en Oviedo (2). Parte 19.

En el artículo anterior empezaba a contaros qué ver en Oviedo en un día, y me quedaba justo a las puertas de la Plaza de la Catedral o Plaza de Alfonso II el Casto.

Oviedo, Plaza de la Catedral o de Alfonso II el Castro.

Esta bonita y céntrica plaza, posee bellas edificaciones de distintos siglos, entre las que destacan:

Oviedo, Palacio de Valdecarzana.

Los Palacios de Valdecarzana y detrás, Palacio de Camposagrado, ambos (S. XVII) ocupados por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

Oviedo, Palacio de Camposagrado.

Delante de ellos está el Museo de Bellas Artes de Asturias, en un edificio del s. XXI obra de Patxi Manglado.

Palacio de la Rúa de Oviedo.

Entre ellos están la Capilla de La Balesquida (S.XIII), Casa de los Llanes (S.XVIII, en reconstrucción), Colegio Notarial (S. XVIII) y Palacio de la Rúa o Marques de Santa Cruz (S.X) que es el edificio civil más antiguo de Oviedo; privado y en alquiler para eventos.

Oviedo, La Regenta.

Justo enfrente, una de las más de 100 esculturas que adornan Oviedo, quizás la más famosa de todas, la escultura de La Regenta, uno de los puntos donde la mayoría de los turistas aprovechamos para sacarnos una foto con la Catedral al fondo. Oviedo es escenario de esta novela española más importante del siglo XIX, de Leopoldo Alas “Clarín”, aunque Oviedo es “Vetusta”.

Oviedo, Iglesia de San Tirso el Real.

En el otro extremo de la plaza, ya en esquina junto a la Catedral, se alza la Iglesia de San Tirso el Real.

Catedral de Oviedo.

Y, por supuesto, la Catedral de Oviedo, construida por orden de Alfonso II, "El Casto" en el s.XV en estilo gótico flamígero ha sufrido numerosas reconstrucciones, como la mayoría de catedrales españolas, y destaca por su única torre, que posee la campana más antigua de España de 1219, llamada Wanba.

Plaza de Porlier, Palacio de Camposagrado.

La visita al interior de la Catedral es con entrada de pago, de modo que nosotros no entramos, pero si decidís hacerlo no os podéis perder el Retablo Mayor, la Capilla del Rey Castro, la Cámara Santa o el Claustro.

Plaza de Porlier. Oviedo.

Pegada a la Plaza de la Catedral, con la basílica a vuestra espalda, a continuación del Palacio de Camposagrado, tenéis la Plaza de Porlier. En el lateral izquierdo se encuentra el Palacio de Malleza o Toreno (S. XVII), uno de los palacios barrocos que puede ver por el centro de Oviedo, sede del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA).

Oviedo es precioso.

En la plaza me encantó el majestuoso edificio del siglo XIX que ahora es un hotel.

Edificio histórico de la Universidad de Oviedo.

Desde la Plaza de Porlier, en una de las esquinas, está edificio histórico de la Universidad de Oviedo, un edificio de corte clasicista con más de 4 siglos de historia, que ahora alberga dependencias institucionales y el Aula Magna.

Oviedo, Plaza de Trascorrales.

Volvimos sobre nuestros pasos hacia la Plaza de la Catedral, para bajar por la calle Cimadevilla en dirección al Ayuntamiento, pero desviándonos antes de llegar para ver la Plaza de Trascorrales, escondida en las laberínticas calles del centro histórico de Oviedo, una plaza pequeña, pero acogedora y llamativa, cuyo nombre da idea de su inicial situación detrás de los corrales de los coloridos edificios que la flanquean.

Oviedo, Plaza de Trascorrales.

Esta plaza, tan limpia y cuidada, característica por sus llamativos colores vivos, destaca por una preciosa estatua de bronce a tamaño natural, con un alto nivel de detalle, obra de Manuel Linares, denominada "La Lechera", y que representa a una burra bebiendo agua en un calderito y una lechera a su lado, con varios cántaros de leche.

Casa Conde, Plaza de la Escandalera.

Dejamos el casco antiguo para dirigirnos a uno de los pulmones de la ciudad, pero haciendo antes una parada en una de las plazas que no bordean, la Plaza de la Escandalera.

Bancos a favor del movimiento LGTB de la Plaza de la Escandalera.

Sede de la Caja de Ahorros de Asturias.

Presidiendo esta plaza está la Sede de la Caja de Ahorros de Asturias, edificio de mediados del s. XX.

Oviedo, Teatro Campoamor.

Casi al lado está el Teatro Campoamor, construido entre 1883 y 1892 por J. López Salaberry y Siro Borrajo Montenegro, la sede donde se celebran importantes ceremonias como la entrega de los Premios Príncipe de Asturias.

Oviedo, Campo de San Francisco.

Uno de los parques urbanos más bonitos de España.

Nuestra última visita a Oviedo, una ciudad que nos estaba gustando mucho, fue a su principal pulmón, el Campo de San Francisco, un gran parque de 90.000m² de casi 1.000 árboles.

El parque está genial.

Campo de San Francisco, La Torera.

Posee varias zonas infantiles, esculturas como La Torera y fuentes ornamentales, como La Fuentona y la Fuente de las Ranas o la del Caracol hacen de esta zona un lugar ideal para el paseo o la lectura sosegada.

Estanque del Campo de San Francisco.

Campo de San Francisco, Mafalda.

Junto al estanque de los patos está otro de los símbolos de Oviedo, “Mafalda”, célebre personaje creado por Quino, que desde Octubre de 2014 contempla el estanque. Esta obra de Pablo Irrgang la escultura “es hermana” de otra ubicada barrio de San Telmo, en Buenos Aires.

Oviedo, Campo de San Francisco.

A nosotros nos gustaron también mucho algunos de los edificios que tienen el parque justo frente a ellos, los de la foto de arriba.

Una de las muchas estatuas de Oviedo.

Como teníamos algo de tiempo hasta la hora de cenar, y los niños se habían portado muy bien, decidimos premiarlos con una partida de Laser Tag, pues antes de venir a Oviedo, miramos qué podíamos hacer con niños en Oviedo y esta actividad fue la que más nos llamó la atención, dado que sería una nueva experiencia para los cuatro.

Oviedo Laser Tag.

El Láser Tag es un juego de competición en donde dos o más equipos se enfrentan para cumplir una serie de objetivos, es decir, como un Paintball 2.0 en el que todo está controlado electrónicamente.

Por aquí nos escondíamos, qué bien lo pasábamos.

La experiencia no pudo ser más positiva, ya que nos lo pasamos mucho mejor de lo que hubiéramos pensado, tanto los niños, como nosotros, muy aconsejable, de verdad.

Tras descargar más adrenalina de lo imaginado, cenamos en los alrededores, y luego volvimos al camping, tocaba descansar porque el día siguiente volvería a estar repleto de visitas y actividades.