Asia 2019-Indonesia-Isla de Borneo-Qué ver en Borneo, orangutanes en Kalimantan (II)-Parte 8
En el artículo anterior os relataba nuestra llegada a la Isla de Borneo desde Semarang, en la Isla de Java, así como nuestro primer contacto con los orangutanes en el Parque Nacional Tanjung Puting.
Íbamos llenos de repelente de mosquitos fuerte...
...así que no nos picó ninguno.
Nuestra guía nos contó que muchos de los locales que ahora trabajan en los klotok, antes lo hacían en las plantaciones de palmeras y que este trabajo les ha ayudado a concienciarse del mal que se le hacía a su propia tierra, y además es mejor trabajar para los turistas, porque además de proteger a los animales y su hábitat, es mejor para su bolsillo y, por lo tanto, para la economía de la zona.
Navegando por el río Kumai.
Recordamos estos días con tanto cariño.
Después de unos minutos navegando, vimos como el río se volvía a estrechar y el agua cambiaba su color turbio por uno casi negro. Los que viajan en barcos compartidos de más de 10 personas no pueden navegar a partir de este punto, y acceden al tercer campamento en lanchas rápidas, los taxis de la zona.
Los barcos más grandes no navegan por aquí.
Parque Nacional Tanjung Puting.
Nuestra guía nos contó que aquí el agua era muy pura y que ese color negro se lo daban las partículas en suspensión y sedimentos que tenía el río por la vegetación y no como lo que a priori pudiéramos pensar, que era debido a la suciedad o contaminación.
Navegamos entre un paisaje brutal.
El agua parece un espejo.
Ese agua tan negra hacía las veces de espejo, ya que se reflejaba todo mucho mejor que en el anterior recorrido.
Hora de comer.
Camp Leakey.
Poco después hicimos una parada para comer, y tras la misma, seguimos navegando hasta llegar a Camp Leakey, el centro de recuperación más importante del parque.
Momento muy emocionante...
...estar tan cerca de un orangután.
Creado en 1973, este campamento le debe su nombre a Louis Leakey, un antropólogo británico colaborador de Diane Foosey (¿recordáis la película “gorilas en la niebla”? sí, esa que narra su vida y trabajo con los gorilas de Uganda).
Una orangutana, Gala, y su bebé.
Quizás esta fue la parte más emotiva de todas, ya que en las pasarelas que conducen al centro de interpretación nos encontramos con una mamá orangután y su bebé, y estuvimos haciéndonos fotos muy cerca de ambos, ya que uno de los rangers estaba por allí asegurándose en todo momento de nuestra seguridad y la de los ejemplares de orangután.
Allí, en silencio, con los pelos de punta, nos dimos cuenta de que estábamos viviendo un momento muy mágico y que, pese a la mala experiencia del retraso en el vuelo, venir hasta aquí había valido mucho la pena.
Son tan parecidos a nosotros.
Bienvenidos al Campamento Leakey.
El centro de interpretación tiene información, algún objeto y fotos de los orangutanes, incluyendo algunos árboles genealógicos de los mismos.
El árbol genealógico de algunos ejemplares.
Desde el viejo campamento (fue el primero del Parque Nacional Tanjung Puting) hasta la plataforma de alimentación hay unos 20 minutos andando.
Mientras comía Terry, nadie se acercaba a la plataforma.
Terry a la hora de comer.
A la hora convenida, siempre a la misma, se les ponen bananas y boniatos en la plataforma, y, como ya expliqué, los orangutanes que no han conseguido comida, vienen aquí a alimentarse, como el más grande de ellos, el macho alfa Terry, al que respetan hasta el punto que, otro macho se quedó en lo alto de un árbol y era una hembra la que le acercaba la fruta. De todos modos, los ejemplares de hembra que se acercaron a comer, dejaron pasar un tiempo prudencial antes de ir a la plataforma de alimentación.
Un macho de plena madurez pesa alrededor de 125 kg y mide alrededor de 180 cm de altura. Las hembras pesan alrededor de 50 kg y tienen sólo unos 120 cm de altura. Una característica distintiva de los machos adultos es que tienen solapas en las mejillas muy grandes, que crecen más a medida que el ejemplar envejece. También se cree que sirven para atraer a las hembras en sus propósitos de apareamiento.
Tocaba regresar.
Afortunadamente no había muchos klotoks, por lo tanto, turistas.
Después de unos 50 minutos decidimos volver al klotok para volver navegando por donde habíamos venido, no tardaría mucho en hacerse de noche, pero antes de eso nos esperaba una última sorpresa.
Los monos narigudos...
...Se acercan al río poco antes de caer la noche.
Durante el camino de regreso, en los árboles de la orilla del río, hicieron aparición los monos narigudos, una especie endémica de Borneo llamada así por su enorme nariz, que veríamos por primera vez en su hábitat.
Son una especie endémica de Borneo...
...caracterizada por su gran nariz.
Aquí tenéis un vídeo corto del avistamiento de los monos narigudos:
Nuestra guía ya nos había avisado que este sería el momento ideal para divisarlos, ya que viven en grupo y suelen acercarse al río al anochecer para pasar aquí la noche porque por lo visto es más seguro para ellos.
Navegar por la jungla es lo más.
Buscando monos narigudos.
Nuestro klotok para unos minutos para que podamos disfrutar del momento, no tan emotivo como el vivido en el Camp Leakey con Gala y Terry, pero muy especial también.
Esos colores son hipnóticos.
El atardecer fue una auténtica explosión de tonos color fuego, una maravilla que, por culpa del retraso del vuelo, sólo pudimos disfrutar una vez, pero vaya cómo lo vivimos, fue alucinante ver cómo el sol iba desapareciendo entre los árboles, dejándonos, poco a poco sumidos en una oscuridad absoluta, bajo el mar de estrellas más espectacular que hemos tenido la suerte de ver, más incluso que el del desierto de Sahara en Marruecos.
Momentazo al atardecer.
Con el sonido de la jungla, después de cenar, nos vamos a dormir. Amanece muy temprano, y hoy no son los sonidos de las aves los que nos despiertan, hoy son los pequeños monos los que corretean y alborotan entre los árboles y arbustos de la orilla, saltando de árbol en árbol mientras disfrutamos de nuestro último desayuno en el klotok y en Borneo.
¿No os parece bonito?
Después volvemos a navegar hasta llegar al puerto de Kumai, esta vez de día, donde nos despedimos de la tripulación y ya nos estaban esperando los taxis para llevarnos al aeropuerto. De camino, Isal (+6285349752779) me avisa vía whatsapp de un nuevo retraso con los vuelos de Nam Air, otra vez de 8 a 10 horas de retraso.
Puerto de Kumai, Borneo.
Isal acudió al aeropuerto y se encargó de buscarnos nuevos vuelos para las 15:00, 5 horas antes que los de Nam Air, de que la compañía con la que no os aconsejo volar a Borneo nos devolviera el importe de los billetes y de llevarnos a la sala VIP del aeropuerto, donde por muy poco dinero pudimos disfrutar de asientos más cómodos, bebidas y comida y Wifi mientras esperábamos que se hiciera hora...tuvimos muy mala suerte con la ida y la vuelta de Borneo.
¡Que maravilla! Empiezo por el final, porque ese atardecer, esa intensidad de colores, con el sonido de la jungla y de la noche cayendo... Ha sido como si estuviera allí mismo, tuvo que ser un momento precioso. Por otro lado me parece muy interesante que contéis la conciencia que tienen cada vez más personas que cuidar su tierra es bueno para todos, para ellos los primeros, y que el entorno en el que se encuentran es privilegiado. Menuda aventura, se ve que lo disfrutasteis, saludo.
Nosotros aún no hemos ido a Indonesia pero es un destino al que le tenemos muchas ganas. Especialmente nos llamaba la atención Borneo, por el tema de los gorilas, pero nos echaba para atrás la idea de que no estuvieran en libertad y fueran tratados como atracción turística. Ahora vemos que en este centro no sólo se preocupan por su seguridad y bienestar sino que también educan en el cuidado de su ecosistema.
Cuando decidamos ir a Borneo acudiremos de nuevo a este post, para llamar al mismo guía que tuvisteis vosotros.
Espectacular! Nosotros visitamos uno de estos santuarios de Orangutanes en la parte malaya y es una de las experiencias más bonitas que recuerdo en Asia. Son como pequeñas personitas! Los niños debían alucinar.
¡Que maravilla! Empiezo por el final, porque ese atardecer, esa intensidad de colores, con el sonido de la jungla y de la noche cayendo... Ha sido como si estuviera allí mismo, tuvo que ser un momento precioso. Por otro lado me parece muy interesante que contéis la conciencia que tienen cada vez más personas que cuidar su tierra es bueno para todos, para ellos los primeros, y que el entorno en el que se encuentran es privilegiado. Menuda aventura, se ve que lo disfrutasteis, saludo.
ResponderEliminarGracias Luz, lo disfrutamos un montón, es de esas experiencias que recordaremos durante toda la vida.
ResponderEliminar¡Qué maravilla de excursión!
ResponderEliminarNosotros aún no hemos ido a Indonesia pero es un destino al que le tenemos muchas ganas. Especialmente nos llamaba la atención Borneo, por el tema de los gorilas, pero nos echaba para atrás la idea de que no estuvieran en libertad y fueran tratados como atracción turística. Ahora vemos que en este centro no sólo se preocupan por su seguridad y bienestar sino que también educan en el cuidado de su ecosistema.
Cuando decidamos ir a Borneo acudiremos de nuevo a este post, para llamar al mismo guía que tuvisteis vosotros.
Saludos.
Espectacular! Nosotros visitamos uno de estos santuarios de Orangutanes en la parte malaya y es una de las experiencias más bonitas que recuerdo en Asia. Son como pequeñas personitas! Los niños debían alucinar.
ResponderEliminarDinky viajeros, yo tenía las mismas inquietudes. Espero que podáis incluir pronto Borneo en alguno de vuestros futuros viajes.
ResponderEliminarJordi, fliparon ellos y nosotros, como dices, uns experiencia extraordinaria.