Los viajes de Hector y YolandaLos viajes de Hector y Yolanda: Asia 2019-Indonesia-Isla de Java-Qué ver en el Este de Java, las tortugas de Sukamade-Parte 11
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En este blog voy a intentar poner toda la información de mis viajes por el mundo, sobretodo, desde que tengo camara de fotos digital. Todas las fotos publicadas están hechas por mi excepto, claro está, las que salgo yo. En caso de no ser así, lo indicaré. Para cualquier duda o consulta enviarme un e-mail indicando que habéis visitado el blog.
Quisiera agradecer a mi esposa Yolanda haberme permitido desatender tantas veces mis labores domésticas, y paternas, para dedicar ese tiempo al diseño y mantenimiento del Blog.
En el artículo anterior os contaba nuestra fantástica experiencia en el Monte Ijen, y también que nos despertamos a las 12 de la mañana para realizar un trayecto de tan sólo 90 kilómetros, eso sí, tardamos unas 6 horas en hacerlo, contando la parada para comer.
Este 4x4 nos adentró en la jungla.
Durante estos primeros días de viaje, poco a poco habíamos estado descubriendo los numerosos tesoros de Indonesia, bueno, de parte de Borneo, donde tuvimos una experiencia fabulosa con los orangutanes, y Java, donde habíamos escalado preciosos volcanes como el Bromo y el Ijen y descubriendo majestuosos templos como Prambanan o Borobudur.
Minutos antes de entrar en el Parque Nacional.
Sin embargo a algunos viajeros nos gusta ir un poco más allá buscado destinos más recónditos en la isla y con otros atractivos naturales, y como por falta de días no pudimos descubrir el archipiélago de Karimunjawa, nos decidimos por una visita al Parque Nacional de Meru Betiri, un área protegida de 50.000 hectáreas donde la selva crece indómita y las comunicaciones no llegan, no hay tendido eléctrico, ni telefónico, y por supuesto nada de antenas móviles, más concretamente a la Playa de Sukamade, aunque de manera fugaz, ya que pasamos allí un día entre tortugas, playas de ensueño y plantaciones de arroz, café y cacao, todo ello con ese punto de aventura que tanto nos gusta.
Así son las plantas de la fruta del dragón.
Así pues llegamos a la última población con calles asfaltadas antes de introducirnos en el Parque Nacional Meru Betiri, donde el asfalto no existe, para cambiar de vehículo, ya que es necesario un 4x4 para adentrarnos en la jungla.
En pleno Parque Nacional Meru Betiri.
Al poco de introducirnos en el Parque Nacional, la velocidad del 4x4 tuvo que descender, ya que el estado de las carreteras era pésimo, lleno de baches, piedras y agujeros, y conforme nos íbamos adentrando, la cosa empeoraba.
No tardó mucho en anochecer...
Pronto nos alcanzó la noche, de modo que, a la ida, no pudimos disfrutar de los paisajes de esta zona de la isla que parecía inhabitable...y digo parecía porque de tanto en tanto nos cruzábamos con algún camión o varias motos y pensábamos ¿de donde cojones salen estos?...
...pero antes sacamos algunas fotos.
Pues resulta que por allí, perdidos de la mano de dios, hay un par de aldeas que viven rodeados de naturaleza y semi aislados, a los que llegamos ya de noche, por lo que os mostraré las fotos al final del artículo.
Wisma Pantai de Sukamade.
Finalmente llegamos a Wisma Pantai de Sukamade, uno de los dos alojamientos de la zona (intentad que os alojen aquí, ya que el otro está a 10 km de la playa). El alojamiento aquí es muy básico, y hay pocas habitaciones, pero la nuestra disponía de dos camas de matrimonio y un colchón en el suelo, además tenía baño. Hay otras instalaciones como una sala de reuniones, un laboratorio y un centro de información. La electricidad está apagada a medianoche y no hay ninguna señal telefónica aquí.
Sukamade es sinónimo de tortugas.
Alrededor del centro hay una colonia de monos con muy mala leche, pero ese día se comportaron bastante bien...ja, ja, ja... aunque normalmente aprovecharán cualquier descuido para escapar con fruta o comida de los huéspedes.
Una gran tortuga verde después de desovar...
A las 19:00 sirven allí mismo una sencilla pero deliciosa y abundante cena preparada por los guías, a las 20:00 nos dan una explicación de las tortugas que frecuentan la playa, sus ciclos reproductivos, las instrucciones sobre las normas de comportamiento durante el desove para no interrumpir la labor de la tortuga. Sólo se permite avistar una tortuga por noche, y tenemos desde las 20:30 hasta las 23:00 para verla, una vez se ve una, debemos volver al alojamiento, pero llegan tortugas prácticamente todos los días siempre vienen de noche, así que se recomienda a los huéspedes que permanezcan, sin luz (móviles) y sin ruidos. Una vez en la Playa de Sukamade, nos pusieron una gran sábana y nos acostamos en ella esperando que los rangers nos avisaran del avistamiento de la tortuga, seríamos 3 grupos de unas 20 personas como máximo. La playa mide unos 3 kilómetros y hay varios rangers "patrullandola". Estábamos tan cansados de los dos últimos días de viaje, donde habíamos dormido de 2 a 4 horas cada noche, que nos quedábamos dormidos, pero hacía fresco, de noche y con la brisa del mar, así que ese mismo frío, nos iba despertando, y eso que llevábamos pantalón y manga larga.
...en plena Playa de Sukamade o Sukamade Beach.
Tuvimos suerte porque la tortuga apareció prácticamente enseguida, a la media hora más o menos, y por la zona que estábamos. Fue una tortuga verde y cuando llegamos ya había tapado los huevos y estaba volviendo al mar, donde se perdió bajo el batir de las olas. Tened en cuenta que las tortugas no ponen huevos siempre que salen, ya que a veces solamente salen a reconocer el área. Cuando desovan lo hacen en 4-5 días, dejando puestas de entre 50-150 huevos, reduciendo la cantidad en las últimas puestas. Tras esta nueva experiencia para toda la familia, realmente emocionante y espectacular, regresamos a nuestra habitación, estábamos muertos y nos dormimos todos en 1 minuto.
Este camino une el alojamiento y la playa.
A la mañana siguiente, bastante temprano, nos despertamos para ir al centro de recuperación donde tienen los huevos y los alevines de tortuga, los que, a la semana, ya están preparados para adentrarse en las profundidades del mar.
Lutfi hizo muy buenas migas con Joel, su cliente más joven.
Playa de Sukamade o Sukamade Beach.
Desde allí acudimos a la playa de Sukamade con nuestros alevines, y allí los soltamos, viendo con impaciencia y emoción cómo las tortuguitas se adentraban en el mar haciendo frente a los embates de las olas, usando la luz en el horizonte como guía.
Experiencia brutal para los niños.
Es triste pensar que muchas de estas tortugas no llegarán a la edad adulta, pues la tasa de supervivencia de la tortuga bebé es muy baja, aunque gracias a que estamos en un lugar protegido las 24 horas del día, los 365 días del año por los rangers, que cogen los huevos para protegerlos de los depredadores, tanto humanos como de otros animales, esa tasa de supervivencia aumenta. Es así como funciona la naturaleza, pero aquí nosotros aportamos nuestro granito de arena, la naturaleza se encarga del resto.
Bebés tortuga, benjamines o tortuguitas.
Soltando las tortugas recién nacidas.
Estos huevos se incuban en la seguridad del criadero del parque y las tortugas jóvenes son las que los turistas liberamos al océano, en la misma playa desde donde se pusieron los huevos. Con suerte, muchas hembras regresarán unos 20 años después para desovar, pues las tortugas ponen huevos en la playa donde nacieron.
Era muy temprano y no hacía calor.
Lamentáblemente la mayoría de tortugas morirán pronto.
La forma adecuada de soltar estas tortugas recién nacidas es a cierta distancia del agua, que es donde las tortugas adultas ponen sus huevos, ya que en el camino hacia el mar, van haciendo breves paradas mirando a izquierda y derecha para recordar en el GPS interno que tienen, dónde han de volver a desovar.
Mirando qué tortuguita llegará primero al mar.
Los viajes de Héctor en Sukamade.
A esta playa, descubierta en 1927, acuden sobre todo tortugas verdes, de un peso máximo de 200 kgs. Aunque también acuden tortuga golfina (Lepidochelys Olivacea), tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y tortugas laúd, que pueden llegar a pesar 1000 kgs.
No es la típica playa de baño o para tomar el sol.
Saltando en grupo.
Ubicada en las profundidades del Parque Nacional Meru Betiri, la playa de Sukamade o Sukamade Beach no es una playa típica donde los turistas vienen a nadar, tomar el sol o bucear.
Después de esta fantástica nueva experiencia, que nos encantó a los 5, regresamos al alojamiento por el mismo camino por el que vinimos, una senda de unos 800 metros que une el alojamiento con la playa.
De vuelta al alojamiento.
Desayuno a base de arroz, huevos y fruta.
Mientras hacíamos las maletas nos prepararon el desayuno, básico pero delicioso, a base de arroz, huevos y fruta.
Conociendo más de las tortugas.
Después entramos al criadero del parque, donde llevan los huevos de tortuga y donde los tienen separados por "puestas", de modo que cada grupo eclosiona a la vez, y después de 2 o 3 días es cuando son llevadas a la playa. Es aquí donde nos dieron toda la información sobre las tortugas que os he ido contando en el artículo.
Iniciamos el camino de vuelta.
Aldeas en medio de la jungla.
El camino de vuelta no se hizo tan pesado y largo como el de ida, principalmente porque el de vuelta lo hicimos de día, y pudimos realizar varias paradas para observar la naturaleza, los campos de cacao, café o caucho, etc, los paisajes se lo merecían.
El paisaje es precioso.
Fue cuando vimos las dos aldeas que cruzamos cuando vinimos, con colegio y todo, una manera de vivir de lo más rural.
El camino de vuelta, de día, molo más.
Una de las aldeas que cruzamos.
También cuando nos dimos cuenta que para llegar hasta aquí hay que cruzar varios ríos a través de vados, ya que no hay puentes, razón por la que se ha ve venir en 4x4.
Imprescindible un 4x4 para llegar.
Porque se cruzan varios ríos.
Una vez en el punto de partida, donde cambiamos el 4x4 por el coche de Lutfi, nos despedimos del conductor que nos había llevado hasta la Playa de Sukamade.
Parque Natural de Meru Betiri.
Nuestro vehículo para la jungla.
Después, tras una parada para comer, llegamos al puerto de Ketapang, en el extremo Este de la Isla de Java, desde donde parten los ferris hacia la Isla de Bali, a Gilimanuk, y donde nos estaba esperando Agus (+62 857 3941 2174), nuestro conductor durante los siguientes días.
Granos de café.
Plantaciones de café.
Fue allí donde nos despedimos de Lutfi (+62 815 1598 8585), nuestro conductor por el Este de la Isla de Java, al que bautizamos cariñosamente como "bichopalo".
Tuve la suerte de contemplar el desove de las tortugas verdes en Costa Rica y fue una experiencia preciosa, de las que nunca olvidaré, además lo hicimos de manera responsable sin molestar a la tortuga en ningún momento (no nos dejaron sacar fotos además tampoco la alumbramos para no asustarla), sin duda un gran aprendizaje para los niños. Un saludo
Qué bonita experiencia! Hemos viajado a la isla de Java, pero desconocíamos la existencia de Playa de Sukamade y la observación de tortugas. Tomamos nota porque queremos regresar a esta parte de Indonesia y debe ser una experiencia inolvidable. Como siempre, Indonesia guarda grandes sorpresas en su naturaleza, muchas de ellas poco conocidas. Muchas gracias por compartir estos rincones tan increíbles. Saludos!
Vaya experiencia más bonita. Qué curioso que las tortugas pongan sus huevos justo en la playa donde nacieron!! Me he quedado alucinada. Encontrar esos rincones casi desiertos o con vida súper rural y auténtica, sin apenas contacto con el mundo, debe ser una experiencia brutal. Los números que acompañan los nombres de los guías son sus teléfonos? Te preguntaré si puedo ir pronto por Indonesia... (que eso espero) jeje. Abrazos!
Espectacular esta experiencia con las tortugas. Y, además, por partida doble, porque no solo las vístes desovar si no que las pudístéis ver por la mañana. Nosotros disfrutamos de esta experiencia en Omán y lo recuerdo como uno de los momentos más bonitos que hemos vivido en nuestros viajes.
7 Comments:
Tuve la suerte de contemplar el desove de las tortugas verdes en Costa Rica y fue una experiencia preciosa, de las que nunca olvidaré, además lo hicimos de manera responsable sin molestar a la tortuga en ningún momento (no nos dejaron sacar fotos además tampoco la alumbramos para no asustarla), sin duda un gran aprendizaje para los niños. Un saludo
Lacosmopolilla, más o menos como nosotros, sólo vimos una, y luego nos fuimos ta para minimizar el contacto, y claro, sin flash las fotos.
Qué bonita experiencia! Hemos viajado a la isla de Java, pero desconocíamos la existencia de Playa de Sukamade y la observación de tortugas. Tomamos nota porque queremos regresar a esta parte de Indonesia y debe ser una experiencia inolvidable. Como siempre, Indonesia guarda grandes sorpresas en su naturaleza, muchas de ellas poco conocidas. Muchas gracias por compartir estos rincones tan increíbles. Saludos!
Vaya experiencia más bonita. Qué curioso que las tortugas pongan sus huevos justo en la playa donde nacieron!! Me he quedado alucinada. Encontrar esos rincones casi desiertos o con vida súper rural y auténtica, sin apenas contacto con el mundo, debe ser una experiencia brutal.
Los números que acompañan los nombres de los guías son sus teléfonos? Te preguntaré si puedo ir pronto por Indonesia... (que eso espero) jeje. Abrazos!
Olga y Naiara, os recomiendo este tipo de experiencia porque es una pasada, sobretodo para los niños.
Sí, los números son el teléfono para que os podáis poner en contacto con ellos vía whatsapp.
Yo también estoy deseando volver a Indonesia, nos enamoró.
Espectacular esta experiencia con las tortugas. Y, además, por partida doble, porque no solo las vístes desovar si no que las pudístéis ver por la mañana. Nosotros disfrutamos de esta experiencia en Omán y lo recuerdo como uno de los momentos más bonitos que hemos vivido en nuestros viajes.
¿Dónde no has estado tú querido Jordi?
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