Asia 2019-Indonesia-Isla de Bali-Qué ver en Bali, alrededores de Ubud, Taman Tirta Empul, Gunung Kawi y Tegalalan Rice Terraces-Parte 14

Después de visitar el Templo Madre Besakih y la Cascada Tukad Cepung, comimos y nos dirigimos a Taman Tirta Empul, a unos 20 kilómetros, aunque entre la carretera, el tráfico y demás nos costó 40 minutos llegar.

Una de las bellas puertas de Taman Tirta Empul.

Cada vez que se hacía hora de comer, Agus (+62 857 3941 2174), nuestro driver o conductor, se metía en internet y miraba los posibles restaurantes o warongs cercanos para comer, que estuvieran bien de precio y con muy buenas referencias, y acertó siempre.

Entrada a Taman Tirta Empul.

Dicho esto, seguimos, ya que estábamos delante de uno de los templos sagrados más representativos de la Isla de Bali, es decir, uno de los “imprescindible” y de los más visitados, que dicho sea de paso fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2012.

Es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2012.

Para los que vengáis directos desde Ubud, el templo está a unos 10 kilómetros.

Este alfabeto nos recordó al tailandés y al camboyano.

Como en todos los templos de la Isla de los Dioses, como se conoce a Bali, es obligatorio el uso del sarong o pareo, que está incluido en el precio de la entrada, pero aquí además, hay una zona donde las mujeres no pueden llevar el pelo suelto, pero también disponen de gomas para el pelo.

Tirta Empul, construido en el año 926 por la dinastía Warmadewa, significa más o menos “Arroyo claro como el cristal“. 

La devoción de los fieles.

Esto tiene bastante que ver con su popularidad, pues Pura Tirta Empul está bañado por las aguas de un manantial, considerada bendita, y según la tradición hinduista, tiene poderes curativos, pues Indra, rey de los dioses, consiguió sanar a sus fieles con este agua mágica tras ser envenenados. 

Tanto fieles como turistas se sumergen en una piscina para purificarse al tiempo que realizan ritos, celebran ceremonias religiosas y hacen ofrendas.

Las famosas fuentes de Taman Tirta Empul.

Así pues, la principal atracción del templo es una gran piscina de piedra de forma rectangular, con 12 caños o fuentes de agua que proviene del aledaño río Pakrisan, que llega a un estanque de calor volcánico, y de aquí hasta la gran piscina gracias a estas 12 fuentes.

Aquí se mezclan turistas y fieles.

Y es esto lo que hace tan singular el Templo Tirta Empul, las fuentes a las que acuden miles de fieles que para purificarse, desde todos los rincones de la isla, donde, después de la tradicional ofrenda, se sumergen en las aguas sagradas para rezar y sanarse emocionalmente.

Agus, que nos acompañó en este templo, nos contó que según el ritual, los fieles deben mojarse 3 veces la cara, beber 3 veces agua (yo os aconsejaría no hacer esto, como mucho, y tampoco, enjuagar), y meter la cabeza bajo el chorro de 10 de los 12 caños que hay.

Los viajes de Héctor en Tirta Empul.

Rápidamente Joel se apresuró a preguntar: "¿porque hay que hacerlo en 10 de los caños, sí en total hay 12?"

Foto de grupo con Agus.

Bien, hay una razón, dos de los caños es para los muertos, y salvo que algún familiar que vaya a dejar una ofrenda a su pariente ya fallecido se acerque, o algún turista despistado, no veréis a nadie por allí...Por cierto, fijaron en estas dos fuentes porque en ellas hay un símbolo que os será familiar, una esvástica, pero invertida, que es el símbolo hindú de Samsara o reencarnación.

Taman Tirta Empul.

Lo normal es que se recoja agua en algún recipiente de estas dos fuentes para derramarla más tarde en la pila funeraria donde se incineró el muerto.

La zona sagrada del templo.

Además de las piscinas, el templo tiene las demás zonas sagradas a las que los no hinduistas no podemos acceder, con los merus, altares y demás.

Gunung Kawi o Templo de los Dioses.

Qué bonito por Dios.

El siguiente templo que visitamos está muy muy cerca, a poco menos de 2 kilómetros, 4 o 5 minutos en coche.

Gunung Kawi o el Templo de los Reyes.

Me refiero a Gunung Kawi o el Templo de los Reyes, que, lo incluimos en nuestro itinerario, además de por la cercanía, porque es de un estilo completamente distinto al resto de templos de la Isla de Bali, lo que le convierte en uno de los más especiales.

Campos de arroz y palmeras rodean el templo.

Para acceder al templo deberéis bajar alrededor de 300 escaleras, entre las cuales podréis pararos para comprar en algunos de los puestos de souvenirs en las que se venden productos típicos como tallas de madera, o fruta, pero quizás lo más espectacular sean las vistas del cauce del río sagrado Pakrisan (el mismo de la cascada Tukad Cepung y los campos de arroz de los alrededores, incluyendo también una vegetación exuberante y frondosa que, a estas alturas, todavía nos parecía preciosa y realmente bella, aun estando ya acostumbrados...el bello entorno que rodea Gunung Kawi y el emplazamiento excepcional es uno de sus grandes atractivos.

Los candi son tumbas talladas en la roca.

Pero lo más característico de Gunung Kawi son los candis o tumbas talladas en la roca, porque es el único lugar de la isla donde lo podréis ver, y que representan las tumbas de la familia real de la dinastía Udayana, pero sólo en un sentido espiritual, en realidad los cuerpos están enterrados en una cueva cercana.

Río sagrado Pakrisan.

A mí el templo me gustó mucho.

En otros puntos de Indonesia, como la Isla de Java, son más habituales los candi, en Bali sólo hay 15, y 11 están aquí en este templo.

De los pocos con candis.

Se cree que el templo fue construido en el s.XI,  por lo que, si es cierto, estaréis ante uno de los más antiguos de Bali.

Tegalalan Rice Terraces o Arrozales de Tegalalan.

La última visita del día sólo nos llevó 20 minutos en coche, lo que nos costó recorrer los 8 kilómetros que nos separaban de allí.

Foto familiar entre arrozales.

Dady aparcó junto a Tegalalan Rice Terraces o los Arrozales de Tegalalan, las terrazas de arrozales más cercanos a Ubud, famosos por eso y por su belleza.

Las palmeras le dan un toque más exótico.

Aunque estas terrazas no muy grandes en dimensión, hay muchas terrazas y poseen una gran pendiente.

Se ha convertido en una atracción demasiado turística.

Pagamos una entrada para dar un paseo por los arrozales, pero entre que ya era tarde, que había mucha gente, y que los lugareños piden donaciones para pasar de una terraza a otra y no estábamos dispuestos a contribuir con ese timo, solo bajamos a las primeras terrazas para sacar algunas fotos.

Pocos selfies tenemos.

Simplemente admiramos los arrozales desde el mirador del lado de la carretera, desde donde sacamos buenas fotos.

Impresionante, ¿no?...pues hay arrozales más chulos.

De todos modos, he de decir que a mí me decepcionaron un poco, los otros arrozales que visitamos en Java (os he hablado de ellos) o en la Isla de Bali (os hablaré de ellos en breve), me gustaron mucho más, estos me parecieron un parque de atracciones al aire libre.

Por esta foto se debe pagar.

Después de esto, volvimos a nuestro hotel, donde tuvimos tiempo para descansar, bañarnos y pedir la cena a domicilio.