Jordania 2021-Disfrutando del Mar Muerto-Parte 5

Después de 4 noches y 3 días en Ammán, uno visitando Ammán, otro en As-Salt, Betania, Monte Nebo y Madaba y ayer en Umm Qais, Castillo de Ajlun y Jerash, dejábamos el Sidney Hotel de Ammán para llegar al Holiday Inn Resort Dead Sea del Mar Muerto, uno de los lugares imprescindibles en cualquier viaje a Jordania.

Playa privada del Holiday Inn Resort Dead Sea.

Como llegamos pronto a este hotel de 5 estrellas y tiene una playa privada bañada por las curativas aguas del lago salado más famoso del mundo (cierto, técnicamente estamos hablando de un lago, no de un mar), el Mar Muerto, pues allí que fuimos (si no os alojáis en un hotel, podéis aprovechar su playa privada pagando).

Además de toallas, ofrecen agua fría gratis al huesped.

El Mar Muerto se encuentra exactamente a 422 metros por debajo del nivel del mar, por lo tanto estábamos en el punto más bajo de la Tierra, pero además la profundidad del mismo llega a los 375 metros.

Flotar en el Mar Muerto es una de las experiencias...

Sus aguas contienen alrededor de 9 veces más sal que el océano o mar más salado, siendo el lago más salino del mundo, pues un 34% es sal, eso sí, no sólo cloruro de sodio como en otros lugares, también otras sales y minerales, por lo que la única vida que alberga es la de algunos microorganismos, que se han adaptado a estas condiciones ambientales extremas, como son los hongos y bacterias, pues es imposible que haya otro tipo de vida en sus aguas, y de ahí viene el nombre de Mar Muerto.

...más alucinantes que hemos tenido en Jordania.

Es por eso, por su salinidad, que es el lugar perfecto tanto para flotar como para los tratamientos curativos de la piel. De hecho se dice que Cleopatra, reina de Egipto, quiso aprovechar para ella sola las propiedades naturales de la zona. Dicho esto os puedo asegurar que bañarse en el Mar Muerto y flotar en el mismo es una experiencia brutal, por muy fácil que sea explicarlo y entenderlo no hay nada como tener esa experiencia que no olvidaremos jamás, sin duda es una de las mejores experiencias de viajar a Jordania.

Embadurnados en barro con propiedades para la piel.

Nosotros fuimos 3 veces a bañarnos, este día por la mañana, a última hora de la tarde y la mañana del día siguiente antes de abandonar el hotel y el "ritual" fue siempre el mismo: un máximo de 15 minutos en las aguas del Mar Muerto, ya que la alta concentración de sales podría irritaros si estuvierais más; un baño de barro y esperar a que este se seque unos 10 o 15 minutos más; otro baño corto en el mar y finalmente una ducha de agua dulce para quitaros la sal y purificar y limpiar vuestra piel...eso sí, no metáis la cabeza bajo el agua ni os toquéis los ojos con las manos porque el escozor es insufrible y deberéis salir a limpiaros con agua dulce enseguida.

Una sensación única que se debe vivir.

Por eso nosotros recomendamos un hotel con playa privada a una playa pública, primero porque en los resorts hay barreños con barro para los turistas mientras que en las playas públicas hay gente que vendiendo el barro y no precisamente barato, a 10JOD por cada "puñado" en el que como mucho mucho podréis usar dos personas; pero también por el servicio de duchas, las toallas, agua fresca gratis para beber (hace un calor de mil demonios, el lugar más caluroso de Jordania sin ninguna duda); además si eres mujer se espera que te bañes vestida en la playa pública mientras que en la playa privada del resort podréis estar en bikini; las playas privadas suelen estar más adecuadas por lo que no será necesario usar escarpines para el baño, eso sí, siempre estaréis más cómodos con ellos (y los necesitaréis en el Mar Rojo y en el barranquismo de Wadi Mujib), pero por el contrario en la playa pública todas las rocas están completamente llenas de una capa súper gruesa de sal y cortan.

Atardecer en el Mar Muerto.

Contemplar el atardecer flotando en el Mar Muerto, con el mar en calma como una balsa de aceite y vosotros allí en semejante paraíso, es de esas cosas que tenéis que hacer una vez en tu vida, pero ojo, que está prohibido bañarse una vez se va el sol, tanto ahí como en la piscina del hotel. 

Piscina del Holiday Inn Resort Dead Sea.

Después del baño en el mar, nos quedamos en las piscinas del hotel, que posee tres piscinas climatizadas bordeadas de palmeras que conectan el Mar Muerto con el hotel de estilo arabesco y color arena mientras esperábamos a que nuestras habitaciones estuvieran listas.

Piscina del Holiday Inn Resort Dead Sea.

A la hora de comer todavía no teníamos nuestras habitaciones, de modo que nos fuimos a comer (y más tarde a cenar) al único centro comercial de la zona, el Samarah Mall, dado que era más económico y había más variedad que en nuestro hotel. También tiene supermercado por si necesitáis bebidas frías o algún snack, helado, etc. Tiene servicio de aparcacoches de pago, pero podéis aparcar fuera y entrar caminando, que son 15 metros nada más.

Piscina del Holiday Inn Resort Dead Sea.

Por la tarde, como ya os había adelantado, volvimos a bañarnos en el Mar Muerto, y en otra de las piscinas del hotel. 

Vistas del Mar Muerto desde la habitación del Holiday Inn Resort Dead Sea.

Desde nuestras habitaciones, contiguas y comunicadas entre sí por una puerta, teníamos unas vistas excepcionales tanto de las piscinas del hotel como del Mar Muerto, así que también aprovechamos para sacar unas fotos y ver el sol hundirse detrás del Mar Muerto.

Atardecer desde nuestra habitación.

A la mañana siguiente madrugamos un poco para estar a primera hora en la playa del Mar Muerto por tercera vez, un baño corto, ducha y a desayunar...después del check out nos dirigimos a Wadi AlMujib, a unos 35km al Sur.

La noche cayendo sobre el mar Muerto.

Siguiendo con los datos, mide unos 70 kilómetros de largo por casi 20 de ancho, y separa Israel (y Cisjordania) que están al Oeste, de Jordania que queda al este, por lo que es una frontera natural, pero por poco tiempo, ya que cada vez está más seco, más vacío desde que Israel decidiera poner una presa en el río Jordán para aprovechar el agua en sus cultivos, ya que básicamente toda la vida sus aguas se nutrían del río Jordán.

Principio de la ruta.

El Wadi Mujib o Wadi AlMujib es un río con una profunda garganta o desfiladero con paredes de hasta 100 metros de altitud que termina en la orilla oriental del mar Muerto a 410 metros de profundidad. Forma parte de la Reserva Natural de Mujib (Mujib Nature Reserve), que tiene 220 km2 y se trata de la reserva a menor altitud del mundo.

Wadi Mujib o Wadi AlMujib, Jordania.

Pues aquí, Wild Jordan ofrece hacer barranquismo desde Abril a Octubre por el nada módico precio de 20JOD (sin guía y 35JOD con guía) por adulto...sí, los niños no pueden hacerlo, y eso no lo sabíamos, así que Izan y Joel nos esperaron en la cafetería del centro de visitantes, donde dejaréis el coche, jugando al móvil y viendo vídeos mientras se tomaban algo.

Siq Trail, Canyon Trail y Malaqi Trail.

Existen 4 posibles rutas para hacer en Wadi Mujib, pero la mayoría hace la Siq Trail, que es la que hicimos nosotros, la más fácil y corta, de entre 2 y 3 horas de duración. Pero también está la Canyon Trail, de dificultad alta, obligatoriamente con guía y con una duración de alrededor de 4 horas. La más larga es la Malaqi Trail, que son 7 u 8 horas entre el trekking de roca blanda y el barranquismo, acompañados también de un guía. La única que se puede realizar todo el año es la Ibex Trail, y es un trekking de 4 horas de duración para realizar con guía y sin agua.

Nos lo pasamos tan bien que no paramos...

Nosotros, como ya he adelantado, hicimos la Siq Trail, pero por nuestra cuenta ya que sabíamos que en los puntos más difíciles hay guías ayudando a los visitantes. En mi caso no necesité ayuda, pero Ibana y Yolanda hubo un par de tramos que sí, de modo que estas personas son importantes porque si no, en algunos puntos habría sido difícil seguir adelante. 

...de pensar en que los niños lo hubieran gozado.

Pero no nos adelantemos y vayamos al principio, después de aparcar en el centro de visitantes, haber pagado las 3 entradas, y con nuestros chalecos salva vidas y los escarpines en los pies (muy importante si no os queréis mojar las zapatillas), le dejamos la ropa, los móviles, las llaves del coche, etc a los niños (aunque allí hay servicio de taquillas para guardar vuestras pertenencias pagando unos JOD, pero también venden bolsas estanco para que llevéis las llaves y dinero con vosotros si no os fiais).

Las paredes del cañón son preciosas.

Se accede a la ruta por unas escaleras metálicas sobre una pequeña presa que bajan hasta el cañón. Esa primera parte es la más sencilla, pero también la más aburrida, eso sí, pronto empezaréis a flipar con las paredes del cañón.

Qué pasada, ¿a qué sí?

Seguimos caminando por el río y adentrándonos al cañón mientras iban apareciendo las pozas, subidas por las rocas que a la vuelta eran bajadas, en ocasiones por escaleras clavadas a la roca por ellos, o con ayuda de cuerdas, y en algunas zonas tendréis que  luchas contra la corriente a la ida (por esta razón es importante que las chicas llevéis bañador, para que la corriente no os baje el bikini, tanto la parte de arriba como la de abajo, y le alegréis el día a algún mozo) o dejaros llevar por la misma a la vuelta. Dependiendo de los niveles de precipitaciones estacionales, el cañón tendrá piscinas profundas que os cubrirán (como a nosotros) o no...por cierto, se me olvidaba, en estas zonas profundas está lleno de pececillos que os mordisquearán las piernas...es una sensación un poco molesta, ya que alguno que otro "se ceba" y muerde un poco más fuerte, pero nada que no se pueda aguantar.

Esta cascada es el final del Siq Trail.

El final del recorrido es cuando llegáis a una gran cascada, a partir de aquí toca regresar por donde habéis venido, pero esta vez os costará menos ya que es más fácil ir en dirección a la corriente, que en los puntos más profundos os arrastrará...Nosotros os aconsejamos esta experiencia ya que recorrer este cañón tan similar al que podéis encontrar en Petra, el Siq pero, éste con agua, con estos paisajes de infarto y momentos de adrenalina por las nubes es totas...eso sí, se requiere una mínima condición física para poder realizar la excursión, no mucha, pero algo sí.

Vistas del Mar Muerto desde el Panoramic Dead Sea View.

Después de la fantástica experiencia, y dado que era la hora de comer, decidimos darnos un capricho más (después del hotel de 5 estrellas del día anterior) y nos fuimos a comer al Panoramic Dead Sea View.

Vistas del Mar Muerto desde el Panoramic Dead Sea View.

El restaurante, que también es un hotel y posee un museo, está encaramado en lo alto del borde de los acantilados de la cordillera de Zara, por lo que las vistas del Mar Muerto desde aquí son fabulosas.

Vistas del Mar Muerto desde el Panoramic Dead Sea View.

Nosotros pedimos un plato cada uno y algo de picar, y bebimos agua, sin postre, y la comida nos salió por unos 60€ a los cinco. Merece la pena porque estaba todo exquisito y el servicio es muy bueno.