Jordania 2021-Petra en dos días (I)-Parte 7

Petra, es la ciudad de los beduinos, la ciudad roja, la octava maravilla del mundo antiguo, una de las nuevas 7 maravillas del mundo, “la ciudad perdida”, la joya más preciada de Jordania, el lugar más visitado del país, una de las mayores maravillas creadas por la naturaleza y el hombre, Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1985, una enorme ciudad excavada y tallada en sus montañas, hace más de 2.000 años por una tribu árabe, los nabateos y el motivo principal para viajar a Jordania, todas esas cosas y más es Petra.

Petra, una de las nuevas 7 maravillas del mundo.

Llegó a ser una ciudad muy importante (actualmente posee 264.000m²) ya que unía las rutas de la seda, las especias, entre otras… entre la India y China y Egipto, Siria, Grecia y Roma con el sur de Arabia, aunque se sabe con precisión cuándo se construyó Petra, eso sí, la ciudad comenzó a prosperar como capital del Imperio nabateo desde el siglo I a.C, llegando a los 30.000 habitantes en el año 40 d.C. Más tarde, fue agregada al Imperio Romano y continuó prosperando hasta que un gran terremoto en el 363 d.C. destruyó gran parte de la ciudad y otro en el 551 terminaron de destruirla. Esos terremotos, combinados con cambios en las rutas comerciales, poco a poco llevaron a la caída de la ciudad que finalmente fue abandonada.

Petra es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los beduinos consiguieron mantener en secreto Petra hasta el 1812, cuando el arqueólogo, explorador y espía suizo Johann Ludwig Burckhardt se coló en la ciudad antigua disfrazado de santón musulmán diciendo que quería realizar un sacrifico para los Dioses. Fue así, engañando a los locales cuando se encontró aquella maravilla y lo contó al Mundo. 

Main Trail, la ruta principal de Petra.

Aunque nosotros le dedicamos 2 días a Petra para ir descubriendo sus tumbas, monumentos, caminos y miradores, creo que madrugando y entrando a primera hora (6:00h) y saliendo a ultimísima hora (18:00) podrían ser suficiente si vais más escasos de días.

Mapa de Petra.

Aunque en tiempos de Covid-19 no hay muchos turistas en Jordania, Petra es el lugar más visitado del país, de modo que, para no encontrarnos a nadie frente al Tesoro, lo más famoso de Petra, a las 6:05, con nuestras cajas con comida y desayuno que nos habían preparado en el hotel (y menos mal porque los dos restaurantes de Petra están cerrados por la pandemia) estábamos ya validando nuestros tickets, con calzado cómodo, gorras para protegernos del sol, nuestro vaporizador de agua, algo casi imprescindible para el sofocante calor, y los mapas recogidos previamente en el centro de visitantes (agua podéis comprar en numerosos puestos de venta, por lo que no aconsejo llevar). 

Tumba del Obelisco.

Toda ruta por Petra empieza en 'Bab Al Siq' en árabe significa puerta de entrada al 'siq' donde el camino de tierra discurre durante 800 metros entre pequeñas colinas de piedra anaranjada (a la ida iréis hacia abajo, pero a la vuelta, ya agotados, os costará subir esta cuestecilla). Aquí veréis tres enormes bloques Djinn, monumentos cuadrados tallados en la roca en el s.I d.C cuya función se desconoce, podrían ser tumbas o lugares de culto, y más tarde, a vuestra izquierda está la Tumba del Obelisco, un buen preludio de lo que veremos más adelante, que fue tallada por los nabateos en el siglo I d.C. Sobre la tumba hay cuatro pirámides ('nafesh') y un nicho con una estatua en bajorrelieve que es una representación simbólica de las cinco personas enterradas allí. Debajo está el Triclinium, que era un salón de banquetes. En el acantilado opuesto hay una inscripción doble en nabateo y griego que se refiere a un monumento funerario. Una inscripción escrita por "Abdomanchos" indica que la tumba iba a ser utilizada para él y su familia, probablemente durante el reinado de Malichus II (40-70 d . C.) . 

Aquí empieza el Siq, camino que lleva al Tesoro de Petra.

De repente, la montaña se eleva, y aparece un estrecho camino entre las paredes de roca ( en algunos puntos apenas tiene una anchura de 3 metros) que poco a poco van ganando altura (entre 91 y 182 metros), ahora estamos en el Siq, un desfiladero de 1,2 km de longitud capricho de la naturaleza que discurre desde la antigua entrada de la ciudad de Petra hasta el famoso Tesoro.

El Siq tiene unos 1.200 metros de longitud.

Inmortalizado en el cine por Steven Spielberg en la escena de “Indiana Jones y la última cruzada” en la que Harrison Ford entra a caballo por el siq hasta llegar a El Tesoro, recorrerlo fue como un sueño, una experiencia sin igual, algo mágico y que nosotros hicimos dos días...no me puedo ni imaginar lo que sintió Johann Ludwig Burckhardt cuando llegó aquí en agosto de 1812.

Al final del Siq aparece el Tesoro de Petra.

En ambos extremos de las paredes de este cañón, formado por las fuerzas tectónicas que rompieron la piedra en dos dando lugar a la grieta, los nabateos tallaron en la roca arenisca las canalizaciones (cubiertas de una pasta impermeable) que llevaban agua a la ciudad. 

Petra, el Tesoro o Al Khazna. Jordania. 

El Siq finaliza y se abre a la fachada más magnífica de Petra, el Tesoro o Al Khazna, acabábamos de cumplir no sólo uno de nuestros sueños viajeros, sino uno de los sueños de todo viajero. Recorrer el kilómetro y pico del Siq al amanecer y poder disfrutar del Tesoro en soledad había merecido la pena, el madrugón no fue en vano. Aunque si he de ser sincero, la primera impresión no fue todo lo buena que esperaba, no se muy bien porqué, pero a Yolanda le ocurrió lo mismo, igual por la cantidad de veces que habíamos visto el Tesoro en fotos y vídeos, pero esa sensación fue desapareciendo poco a poco, de hecho a la vuelta, cuando volvimos a detenernos para admirarlo, ya había desaparecido y se había transformado en lo contrario, admiración y perplejidad.

A la vuelta el Tesoro tenía más gente, pero poca.

El Tesoro es una antigua tumba nabatea tallada en roca arenisca que consta de dos plantas con un ancho de 25,30 metros y una altura de 39,1 metros, decorado con capiteles corintios, frisos, figuras y más, coronado por una urna funeraria (la fachada elaboradamente tallada representa el genio de la ingeniería nabatea), que según la leyenda local esconde el tesoro de un faraón (razón por la que en el s. XIX, un grupo de lugareños acribillasen a balazos numerosas zonas de la fachada), y probablemente fue construido en el .I a.C. Aunque la función original sigue siendo un misterio, algunos arqueólogos creían que era un templo, mientras que otros pensaban que era un lugar para almacenar documentos, la excavación más reciente aquí ha desenterrado un cementerio debajo del Tesoro, que consta de tres cámaras, una cámara central con una a cada lado, aunque no se puede acceder a su interior.

Depende de la hora del día, el Tesoro tiene diferentes tonalidades.

Afortunadamente, pudimos estar 4 veces cara a cara ante el Tesoro de Petra, el icono de Petra, el monumento más representativo de Jordania, ya que estuvimos dos días caminando por la ciudad y, habitualmente, se entra y sale por el mismo lugar. Desde allí mismo se puede subir directamente a dos pequeños miradores custodiados por los lugareños que os pedirán dinero por hacerlo, pero nosotros nos decantamos por seguir caminando. 

Siq exterior, Calle de las Fachadas.

La ruta principal continúa por la derecha del Tesoro, se podría decir que todos los que recorremos la ciudad uno o dos días entramos por aquí. A esta altura el camino comienza a ensancharse y pasa a llamarse el Siq exterior.

Siq exterior, Calle de las Fachadas.

Pocos metros después comienzan a aparecer numerosas tumbas monumentales nabateas talladas sobre la roca, aunque ninguna alcanza el nivel de belleza y conservación del Tesoro, son igualmente bellas. 

Siq exterior, Calle de las Fachadas.

Esta zona es la calle de las fachadas y en ella hay más de cuarenta tumbas, a ambos lados, decoradas con piedras de moler junto con otras decoraciones. Algunas de estas interfaces fueron destruidas por factores naturales, y se cree que representan a algunos de los altos funcionarios de la ciudad o príncipes.

Siq exterior, Calle de las Fachadas.

Hasta la tienda «Why Not», casi al final de la calle de las fachadas, todos deberíamos haber venido por el mismo camino tanto el primer día, como el segundo, a no ser que vayáis, con un guía, por algún camino alternativo, pero a partir de aquí (y también un poco más adelante), se pueden coger varios caminos, desviándonos de la ruta principal o Main Trail, o continuando por ella, ya que existen diferentes rutas marcadas y otras extraoficiales. Nosotros continuamos por el Main Trail un poco más.

Gran Teatro de Petra.

Seguimos pues hasta llegar al gran Teatro de Petra, tallado por los nabateos en la ladera de la montaña al pie del Alto Lugar del Sacrificio hace más de dos mil años, concretamente durante el reinado del rey Aretas IV (4 a. C.-27 d. C.). Aunque en un primer momento podía albergar hasta 3.000 personas, este teatro de tres filas de asientos separados por pasillos fue ampliado por los romanos, que decidieron ampliarlo excavando varias filas nuevas en la grada superior, y llegó a tener una capacidad para 4.000 espectadores. Antaño se podía pasear por el interior y subir a las gradas, pero hoy se encuentra cerrado para evitar el desgaste que estaría provocando el paso de miles de personas al día. 

Las Tumbas Reales de Petra.

Pasado el teatro, el Siq comienza a abrirse dando lugar a un amplio valle, y es aquí donde nos desviamos a mano derecha, donde nace el Al-Khubtha Trail, una dura ruta de 3,5km que lleva a uno de los lugares más mágicos de Petra. Aquí se encuentran las Tumbas Reales, un conjunto de tres enormes tumbas que hace imposible no acercarse, es decir, que aunque decidáis no hacer este desvío hasta el mirador, sí que os acercaréis a contemplar las tumbas. Este conjunto se llama así por su posición privilegiada, en altura sobre la colina principal de Petra, sus impresionantes dimensiones y la riqueza decorativa que tuvieron, lo que hace pensar a los arqueólogos que estos edificios funerarios pertenecieron a ciudadanos de muy alto rango o de estirpe real, pero son sólo eso, teorías.

Tumba de la Urna o Tumba de la Corte.

Para llegar hasta ellas hay que subir por una escalera que se encuentra entre varias grutas y que lleva hasta los pies de la primera de ellas, la Tumba de la Urna o Tumba de la Corte. Se trata de una tumba, probablemente fue construida alrededor del año 70 d.C., que se encuentra sobre una doble fila de arcos (elemento añadido posteriormente por los bizantinos en el 446 d.C. para hacerla servir como iglesia bizantina) cuyo nombre deriva de la vasija que corona el frontón. Se cree que un gran rey está enterrado en su interior tras.

Petra, de izq. a der. Tumba de la Seda, Corintia y de Palacio.

Poco después aparece la Tumba de Seda, al norte de la Tumba Urna, de la primera mitad del s.I d.C., con unas dimensiones de 10,8 metros de ancho y 19 metros de largo, con una puerta en el medio y cuenta con cuatro columnas. El nombre proviene del rico color de la piedra arenisca. La Tumba Corintia, que se encuentra después de la Tumba de la Seda, fue construida entre el 40 y el 70 d.C. Su fachada mide 27,55 metros de ancho y 26 metros de alto (llama la atención son sus dimensiones). Su nombre proviene de las flores que decoran los capiteles de sus columnas y la parte superior recuerda a la parte misma del Tesoro, aunque con menos decoración. Pegada a ella se encuentra la siguiente tumba real, la Tumba de Palacio, enorme, la más grande de Petra, pues mide 49 metros de ancho y 46 metros de altura. La parte inferior consta de 12 columnas decoradas y cuatro puertas. Por encima del umbral se encuentran 18 pilares. Se llama así porque recuerda más a la fachada de un palacio romano que al resto de tumbas de la ciudad. 

El Teatro Romano desde lo alto de la ruta Al-Khubtha.

Metros después de pasar la Tumba de Palacio, un camino señalizado sale hacia la derecha adentrándose en la montaña, estaréis en la parte más dura del Al-Khubtha Trail donde hay que subir escaleras(parte del camino son escalones construidos recientemente, pero el resto se camina directamente sobre la roca) por un pasillo que se eleva entre una grieta que se abre. El calor y el cansancio empiezan a hacer mella, pero el paisaje es bestial, sobre todo conforme iréis ganando altura hasta que lleguéis a lo alto del macizo de Jebel el-Khubtha, es decir, sobre las Tumbas Reales, donde hay una tienda o puesto de souvenirs ahora vacío por culpa de la pandemia desde donde se tienen unas vistas panorámicas de la Calle de las Fachadas, el Teatro Romano y el valle realmente preciosas.

Las mejores vistas del Tesoro de Petra,
la Tetería del Beduino del Tesoro.

Aunque solían haber varios cafés bereberes por el acantilado, actualmente sólo queda uno (qué daño ha hecho la Covid-19 en el sector turístico) situado justo frente a la puerta del Tesoro, al final del Siq, en la montaña a unos 80 metros de altura, se trata de una tienda de tela y palos situada al borde del abismo con una de las mejores vistas de Petra, la Tetería del Beduino del Tesoro. 

La foto perfecta del Tesoro de Petra.

Allí, sobre alfombras y un té o un refresco en la mano, tener la mejor perspectiva del Tesoro es todo un deleite para los sentidos, teníamos la foto perfecta del Tesoro de Petra. 

Petra, la Tetería del Beduino del Tesoro.

Como curiosidad añadiré que sí que merece la pena subir, a pesar de la hora y pico que tardaréis en llegar como mínimo desde las Tumbas Reales, ya que la perspectiva aérea es brutal...desde abajo el Tesoro parece que ocupe toda la montaña, pero desde aquí arriba veréis que sólo ocupa media montaña.

Regresando de la la ruta Al-Khubtha.

Tras el merecido descanso y tomarnos unas bebidas mientras admirábamos semejante tesoro, nunca mejor dicho, regresamos por donde habíamos venido, por el mismo camino, pero claro, tardando mucho menos, ya que bajar escaleras es más rápido que subirlas.