Jordania 2021-Petra en dos días (II)-Parte 8

En el relato anterior os estaba explicando cómo fue nuestra visita a Petra, quizás la razón principal de cualquier viaje a Jordania,  y lo dejé justo cuando bajábamos de lo alto del macizo de Jebel el-Khubtha, tras realizar la ruta Al-Khubtha Trail para obtener las mejores vistas del Tesoro de Petra.

Mapa de Petra.

Una vez abajo, y con las Tumbas Reales a nuestras espaldas, aunque la que más cerca teníamos era la Tumba Palacio, como estábamos en alto, era más rápido ir en línea recta en dirección a la Iglesia Bizantina y a la Iglesia Azul, que bajar al Main Trail o camino principal para luego subir hasta las iglesias, ya que el Main Trail lo recorreríamos en dirección al centro de visitantes cuando saliéramos.

Petra, vistas del Ninfeo, la Calle Columnata y el Gran Templo.

Desde este punto se obtienen unas vistas del Ninfeo, la Calle Columnata y el Gran Templo realmente preciosas. Debéis saber que para hacer este atajo hay que cruzar el barranco por un puente, de modo que preguntad en la caseta de vigilancia que hay unos metros más allá de la Tumbe de Palacio cuál es el camino para no dar muchos tumbos...tranquilos que pérdida no tiene, sólo que si no vais directos caminaréis de más.

Mosaicos de la Iglesia Bizantina de Petra.

Así pues llegamos a la Iglesia Bizantina, la iglesia principal de Petra (recordad que os conté que los bizantinos convirtieron la Tumba de la Urna en la Iglesia en 446), compuesta por el edificio de la iglesia, el patio, el Torre del Banco y las habitaciones del lado norte y este. El piso de la iglesia está repleto de mosaicos pavimentados de formas geométricas, animales y gráficos que representan las cuatro estaciones, los dioses del mar y la tierra, dando fe de su importancia. 

Iglesia Azul de Petra con las Tumbas Reales al fondo.

Justo al lado se encuentra la Iglesia Azul, llamada así por de las cuatro columnas del mismo color que casi es lo único que permanece en pie de ella, lo mismo que ocurre con el Templo de los Leones Alados, que se encuentra casi es su totalidad en ruinas y que está unos metros más adelante, destrucción provocada por el terremoto de 363 d.C.

Gran Templo de Petra, Jordania.

Desde aquí, como estaréis en alto, hay unas vistas espectaculares del Gran Templo, del que hablaré después cuando pasemos frente a él al regresar.

Comprando agua fría en Petra.

Llegamos por ese "camino alternativo" hasta la zona donde estas dos de los restaurantes que hay en Petra, el Museo, punto de partida de varias rutas, y donde realmente termina el Main Trail. Tened en cuenta que a consecuencia de la disminución de turistas en Petra, el espectáculo Petra by Night no se realiza y estos dos restaurantes permanecen cerrados, así que lo mejor es que pidáis en vuestro hotel comida para llevar aunque esto signifique tener que cargar con ellas durante la visita (por esa razón comimos pronto ese día).

Ad-Deir Trail o Monastery Trail, la ruta al Monasterio de Petra.

También ese punto es donde nace la Ad-Deir Trail o Monastery Trail, la ruta al Monasterio de 2,5 km ida y vuelta más exigente de Petra (aunque a nosotros nos pareció más cansada la Al-Khubtha Trail) y que nosotros os aconsejamos que hagáis sí o sí, pero andando, no seáis más burros que los animales y no puteáis a ningún animal, no subáis en camello ni en burro.

Pequeño bar de la Ad-Deir Trail o Monastery Trail.

Preparaos para subir más de 800 escalones, pero no os preocupéis, si no sois muy sedentarios no tardaréis mucho más de una hora incluyendo las paradas en alguno de los dos puestecillos de bebidas, helados (sí, habéis oído bien, helados) y souvenirs que hay situados estratégicamente una vez hayáis alcanzado un tercio del camino (el primer bar) y dos tercios de la ruta (el segundo bar). Nosotros paramos en los dos a hacernos un heladito o a tomarnos un refresco mientras descansábamos sentados.

Puestos de souvenirs de la Ad-Deir Trail o Monastery Trail.

Además por el camino atravesaréis un sendero alucinante repleto de paisajes brutales, pues la subida al Monasterio discurre por una grieta entre la montaña que se va subiendo escalón a escalón hasta llegar a lo más alto...El camino hasta el Monasterio también es espectacular y el camino está repleto de puestos de souvenirs donde podréis comprar collares, pulseras, piedras, pañuelos, vasijas, imanes...

La "plaza" del Monasterio de Petra.

Todo esfuerzo tiene su recompensa, así que cuando lleguéis a "una plaza" con un bar (foto de arriba), a vuestra espalda aparecerá otra de las joyas de Petra, el Monasterio, pedazo de premio.

El Monasterio es un imprescindible de Petra.

El Monasterio, de principios del .II d.C.(reinado del rey Rabel II), es uno de los monumentos más grandes de Petra, mide 47m. de ancho por 48,3m. de alto, y fue construido sobre el modelo del Tesoro, pero aquí los bajorrelieves se sustituyen por nichos para albergar esculturas y un pórtico de columnas se extiende de la fachada. Se llama así porque el salón se reutilizó como capilla cristiana y en la pared trasera se esculpieron cruces.

El Monasterio de Petra, mide 47m. de ancho por 48,3m. de alto.

Debido a su inaccesibilidad, o a la dificultad del camino, el Monasterio no es tan conocido ni está tan masificado como el resto de Petra, sobre todo comparándolo con el Siq o el Tesoro, y su ubicación tampoco es tan espectacular como la del Tesoro, eso sí, su estado de conservación es muy bueno, sobre todo en la parte superior, que aún conserva muchos detalles. A pesar de ello estaréis ante un lugar especial, de los más bonitos que ver en Jordania.

El Monasterio desde el mirador.

A unos 100 metros de allí, más allá de la cisterna, hay un pequeño mirador desde el que hay unas vistas preciosas del Wadi y del Monasterio. Nosotros no llegamos porque estábamos agotados y nos quedamos "a mitad camino" porque creímos que las vistas desde allí no serían muy distintas a las del mirador. Algo más allá existe un segundo mirador al que tampoco llegamos.

Puesto de comida/bebida del Monasterio.

Frente al Monasterio hay una cueva llena de asientos, un bareto, el lugar ideal para descansar, comer (en plan sándwich o snacks), beber o reponer fuerzas. Nosotros estuvimos un buen reto sentados admirando el Monasterio a la sombra mientras descansábamos del esfuerzo realizado para llegar hasta aquí.

Petra, Qasr Al-Bint.

Tras el descanso, el avituallamiento y las fotos pertinentes tocaba deshacer el camino y bajar las 800 escaleras, mucho mejor que subirlas, claro, hasta llegar de nuevo a la Main Trail, la zona de los restaurantes, donde está el templo nabateo de Qasr Al-Bint, construido en la segunda mitad del s.I a.C., el principal santuario de Petra, en cuyo interior se realizaban ceremonias sagradas y celebraciones para rendir culto a los antiguos dioses nabateos.

Gran Templo de Petra, Jordania.

Continuamos por el Main Trail el camino de regreso al centro de visitantes hasta llegar al Gran Templo mientras las ruinas de numerosas columnas delimitando la calle a los laterales, ya que estamos en la vía columnata, que fue la arteria principal de Petra y punto de acceso a los edificios de la zona, reconstruida en el año 106 a. C. con un ancho de 6 metros.

Petra, Vía Columnata.

Poco a poco fuimos regresando por la vía columnata hasta llegar al Teatro Romano, la Calle de las Fachadas, el Tesoro (donde volvimos a hacernos fotos), el Siq, la Tumba de los Obeliscos (la primera tumba que habíamos visto), el centro de visitantes y nuestro hotel, donde una ducha y la piscina nos estaban esperando...nos lo habíamos ganado después de haber hecho casi 22 kilómetros. El resto de la tarde lo dedicamos a descansar, luego cenar y a dormir.

Calle de las Fachadas de Petra.

A la mañana siguiente no madrugamos tanto, y nos despertamos a las 7:00 para ir a desayunar. Los niños no querían "repetir" así que decidimos ir Yolanda, Ibana y yo a Petra mientras ellos se quedaban en la habitación del hotel viendo vídeos y jugando al móvil, de modo que no lo queríamos hacer muy largo y quisimos estar a la hora de comer de nuevo en el hotel. 

Escaleras que suben al Altar de los Sacrificios.

Hicimos el mismo recorrido que el día anterior, con fotos de nuevo en el Tesoro (había más gente bque el día anterior porque era más tarde), hasta llegar a la tienda «Why Not», en cuya derecha, una vez pasada la tienda, aparecen unas escaleras, que formaban parte del camino procesional nabateo original, conducen hacia arriba a través de un espectacular paisaje montañoso hasta llegar a la cima, y que son el punto de partida de la ruta que sale desde el Siq exterior hasta el Altar de los Sacrificios.

Petra, Altar de los Sacrificios.

El Altar de los Sacrificios es la zona de culto más grande y destacada de Petra. Su nombre viene porque se piensa que allí se realizaban importantes ceremonias religiosas que incluían diferentes rituales como el sacrificio animales.

Petra, mirador del Altar de los Sacrificios.

La empinada subida de más o menos media hora desde el Teatro hasta el Altar de los Sacrificios en la cima de Attuf Ridge vale la pena no por el altar en sí sino por las vistas desde allí arriba, que son espectaculares, pero es más prescindible que todo lo que hicimos la jornada anterior. Así que os recomiendo que si subís, no os quedéis en el altar porque por sí solo no merece la pena, si por algo es espectacular en el Altar de los Sacrificios es por el mirador que se encuentra unos metros más adelante, otro de los mejores miradores de Petra, ya que desde aquí se tiene una fantástica panorámica del Siq exterior y de las Tumbas Reales. 

Petra, Calle de las Fachadas.

Para llegar al Altar de los Sacrificios hay varios caminos, pero los principales son el que usamos nosotros y el Hight Place Sacrifice Trail, que sale desde Qasr el-Bint, pero dado que teníamos que estar a la hora de comer en el hotel y para que los niños no estuvieran tanto rato solos, volvimos por donde habíamos venido.

Una de las tumbas de la Calle de las Fachadas.

De nuevo en la Calle de las Fachadas, frente al Teatro, decidimos explorar las tumbas que había frente a nosotros, no queríamos alejarnos más y todavía teníamos algo de tiempo antes de regresar.

La Calle de las Fachadas desde una de las tumbas.

Aunque el día no había sido tan agotador como el anterior, ambas jornada fueron cansadas, pero preciosas, y uno de los momentos más esperados del viaje, por no decir el principal motivo del viaje a Jordania, Petra, superó nuestras expectativas, decenas de tumbas por todos los lados, paisajes espectaculares, miradores que quitan el hipo y dos edificios que son una auténtica pasada, el Tesoro y el Monasterio.

Al fondo está el Museo de Petra.

Antes de ir al hotel decidimos hacer una visita al Museo de Petra, que contiene 280 piezas de diferentes antigüedades que muestran la historia de Petra e información sobre la vida de los nabateos y su civilización mediante sus herramientas de vida y estatuas que fueron descubiertas en Petra y muchas otras piezas históricas. Creo que también merece la pena y encima el aire acondicionado os refrescará después de un caluroso día.

Museo de Petra.

Después fuimos al hotel, nos duchamos y nos fuimos a comer...hoy tocaba siesta, piscina, relax y cargar las pilas para lo que restaba de viaje.