Qué ver en la provincia de Cuenca y alrededores en verano. Día 1

El pasado Julio de 2020, en plena pandemia de Covid-19, decidimos hacer una escapada con unos amigos por la provincia de Cuenca y alrededores, es decir, que también visitamos cosas en otras provincias.

Nuestro alojamiento en Arcas, Cuenca.

Como Cuenca ciudad, la Ciudad Encantada, el Castillo de Belmonte y el nacimiento del Río Cuervo ya los conocíamos de viajes anteriores, decidimos no repetir, y excepto un día que fuimos a ver las Casas Colgantes, el resto nos dedicamos a descubrir lugares nuevos para nosotros, algunos de los cuales teníamos muchas ganas de descubrir.

Home Exchange se ha convertido en nuestra compañera de viaje.

El alojamiento elegido fue una preciosa casa rural de Home Exchange, la cual es alquilada como alojamiento rural en Agosto, Navidad, Semana Santa y puentes, y en la que estuvimos la mar de agusto...no me canso de recomendar esta manera de viajar, bueno, más bien de alojarnos.

Hasta bañera de hidromasajes.

Estaba en la localidad de Arcas, a sólo 10 kilómetros de Cuenca, de modo que lo teníamos todo a un tiro de piedra, una ubicación perfecta, y sin problemas para aparcar, además, sus 4 habitaciones con baño hicieron que las dos familias de cuatro miembros cada una que hicimos este viaje estuviéramos muy bien allí.

Campo de girasoles de la provincia de Cuenca.

Llegamos por la tarde-noche, de modo que nuestro primer día fue para asentarnos, cenar y dormir, pues el segundo día de visita empezaría temprano, ya que sería el día con más horas de carretera en las visitas.

Qué ganas tenía Yolanda de hacerse fotos así.

Durante los primeros minutos de coche, vimos varios campos de girasoles, la flor favorita de Yolanda, así que, en cuanto vimos unos grandes y con espacio para aparcar el coche, no lo dudamos y nos hicimos unas cuantas fotografías...imposible resistirse.

Brihuega, provincia de Guadalajara.

Después de un total de casi 2 horas de coche llegamos a la localidad de Brihuega, en la provincia de Guadalajara, uno de los principales objetivos de esta escapada.

Brihuega, Iglesia de Santa María de la Peña.

Aunque la población tiene varios puntos de interés turístico, no llegamos a Brihuega por eso sino para ver sus famosos Campos de Lavanda, que en esta época (finales de julio) están en plenitud, pero ya que estábamos dimos una pequeña vuelta por el pueblo.

Brihuega, Plaza del Coso. Ayuntamiento.

Lo ideal sería empezar la visita de Brihuega en su Oficina de Turismo para que os proporcionen un mapa de la localidad. Está situada en la Plaza del Coso 14, en un edificio que fue la Real Cárcel de Carlos III, construido en 1781. En la misma Plaza del Coso, conocida con este nombre desde el siglo XVI, usada antaño como plaza de toros, se eleva el edificio del Ayuntamiento, reformado y levantado de nueva planta en 1975, sustituyendo al antiguo del S. XVIII.

Brihuega, Arco de la Guía.

Por el Arco de la Guía, construido en el siglo XIX por el General Hugo (padre del escritor Víctor Hugo) durante la Guerra de la Independencia (1808 -1814), accedimos al Prado de Santa María, donde está el Castillo de la Piedra Bermeja, al que no entramos.

Brihuega, Castillo de la Piedra Bermeja.

Después regresamos a la Plaza del Coso pasando por varios puntos de interés como las murallas y alguna de las plazas de la villa donde están algunas de las fuentes que hay en la localidad, de modo que no deshicimos el camino sino que dimos un pequeño rodeo.

Campos de Lavanda de Brihuega.

Como ya he avanzado, el objetivo de venir hasta aquí era disfrutar de los famosos Campos de Lavanda de Brihuega, pues aunque yo ya había visto campos de lavanda en un blogtrip por Ardèche, en Francia, el resto de acompañantes, incluida mi familia, no, y Yolanda también tenía muchas ganas de verlos, pues ni en nuestro viaje por la Provenza, ni en la Isla de Hvar, Croacia, donde hay campos de lavanda, fuimos en buena época para poder verlos.

Estuvimos casi solos.

Así que cogimos de nuevo los coches y 10 minutos después llegamos a la zona donde estos se extienden, y, gracias a la pandemia, había muy poca gente viéndolos, de modo que pudimos disfrutar de esta joya de la naturaleza prácticamente solos. Por esa misma razón, este 2020 no se ha celebrado el Festival de lavanda de Brihuega.

Julio es el mes ideal para visitarlos.

Últimamente, gracias a Instagram, estos campos suelen estar bastante llenos de gente en busca de esas fotos tan guapas, así que, dependiendo de cómo se mire, tuvimos suerte.

La ropa no fue elegida para la ocasión, en serio.

Recordad que la floración se produce en el mes de Julio, aunque punto álgido de la floración puede variar, pudiendo ser en torno a la segunda o tercera semana del mes, justo cuando llegamos nosotros.

La Ruta de las Caras de Buendía.

Después de cientos de fotos (literal), regresamos a nuestro alojamiento, pero haciendo varias paradas de camino, la primera para realizar la Ruta de las Caras de Buendía, donde llegamos después de comer.

Las esculturas más grandes de la ruta.

En este paraje, esculturas y naturaleza se dan la mano en una ruta gratuita y de libre acceso cercana al Embalse de Buendía. Junto al aparcamiento, y bajo la sombra de los árboles, hay varias mesas y bancos donde poder hacer un picnic en el caso de que estén libres. Aunque la zona por la que caminaréis es arbolada, sobretodo pinos, no es aconsejable hacerla como nosotros, en pleno verano, después de comer, pues el calor hizo un poco dura la ruta. 

Mapa o Plano de la Ruta de las Caras.

La ruta, de alrededor de 1 hora de duración, es ideal para hacerla con niños, y os llevará frente a unas 18 esculturas y bajo relieves de diferentes tamaños (entre 1 y 8 metros de altura) cuyos nombres y ubicación os dejo entre la foto de arriba y estas líneas: 1.- Moneda de Vida, 2.- Cruz Templaria, 3.- Krishna, 4.- Maitreya, 5.- Arjuna, 6.- Espiral del Brujo, 7.- Chemary, 8.- La Monja, 9.- Chamán, 10.- Beethoven, 11.- Paleto, 12.- Duende Grieta, 13.- Duende Indio, 14.- De Muerte, 15.- Dama Pantano, 16.- Cruz del Temple, 17.- Virgen de Lis, y 18.- Virgen Caras.

Chemary, el gigante dormido.

Las esculturas son obras de los escultores Jorge Maldonado y Eulogio Reguillo, y fueron creadas entre los años 1992 y 2007 de forma manual, sin usar taladros eléctricos ni nada automático. 

La cara de la Muerte.

Quizás la figura más icónica, famosa y fotografiada, también la más bonita, sea la Cara de Muerte, una calavera que mira a la salida del sol, una metáfora de la vida y la muerte. Desde allí se obtienen las mejores vistas del pantano de Buendía.

Palomera, a 10 km de Cuenca.

Tras la ruta, completamente acalorados, decidimos volver hacia nuestro alojamiento, pero pasando antes por la cercana localidad de Palomera, a escasos 10 km. de Cuenca ciudad.

Pozas de la Palomera.

Aunque es pequeña y poco turística, nuestro objetivo no era conocer la población, era refrescarnos y darnos un buen baño en las Pozas de Palomera, a un kilómetro del nacimiento del río Huécar, tres impresionantes ollas o pozas profundas que han servido como refresco desde siempre a los chavales del pueblo. Están a unos 3 km de la pequeña Palomera, pero hay una pista que lleva hasta ellas, sólo tenéis que preguntar a alguien de allí, eso sí, si hay mucha gente no podréis aparcar porque no hay sitio y se tiene que hacer en la misma pista, razón por la que de vez en cuando (no demasiadas veces), pasa la autoridad y pone algunas multas...pero si no hay nadie aparcado no lo encontraréis.

Qué agua más fría.

Las Pozas de Palomera, de aguas cristalinas y profundas en varios puntos, son ideales para sofocar el calor del verano, pero la verdad es que atreverse a meterse en esas aguas es sólo apto para valientes, alrededor de 12 grados, pues fueron las más frías en las que nos bañamos durante estos días. 

Primer día de nuestra escapada.

Después de un largo día de carretera, visitas a los campos de girasoles, lavanda, un pueblo y una ruta andando tocaba relajarnos...hasta que se hizo hora de volver a casa, donde una ducha, una cena y tiempo de juegos en la sobremesa fueron en lo que ocupamos el tiempo antes de irnos a dormir, a cargar las pilas para las visitas del día siguiente.