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lunes, 9 de mayo de 2022

Escapada a Palermo (Sicilia)-Llegada a Palermo y primeras visitas-Parte 1

Pusimos un pie en Palermo, la capital de Sicilia, gracias a unos vuelos tirados de precio desde Valencia, al lado de Castellón, donde vivimos, ya que en un viaje anterior, en el único crucero que hemos hecho, ya visitamos la puntita de la isla, Trapani, Erice y Segesta, y conocer Palermo y sus alrededores nos daría la mitad Oeste de Sicilia por "conocido".

Aeropuerto de Palermo.
Aeropuerto de Palermo.

Una vez en el aeropuerto de Palermo, y después del test de antígenos obligatorio y gratuito que nos tuvimos que hacer, llamamos a la empresa de alquiler de vehículo que teníamos alquilado para que nos llevaran a por él, pero el servicio que nos prestaron ha sido el peor de cuántos hemos hecho nunca, ya que nos sentimos estafados en todo momento con la letra pequeña (nos cobraron 110€ de más por no llevar una tarjeta de crédito a pesar de llevar una de débito y haber pagado ya el seguro a todo riesgo, además de tardar un mundo en reembolsarnos los 200€ de fianza), de modo que no os aconsejo que uséis OptimoRent en vuestros próximos viajes por Italia.

Mapa turístico de Sicilia.
Mapa turístico de Sicilia.

Así pues, una vez con el coche en nuestras manos, y todavía con el cabreo encima, por sentirnos timados, y por haber perdido tanto tiempo recogiendo el coche, nos dirigimos al centro histórico de Palermo.

Catedral de Palermo, Sicilia.
Catedral de Palermo.

Aunque los alrededores de la ciudad están un poco sucios (papeles y "basura" por el suelo) y nuestra primera impresión fuera la de estar en una ciudad desvencijada y decadente, pronto empezó a atraparnos, a enamorarnos, a atraernos con fuerza, y es que estar frente a la Catedral de Palermo y admirar su belleza hacía que el viaje mereciera la pena, se nos había pasado el enfado.

Catedral de Palermo, Sicilia.
Preciosa por la noche iluminada.

A pesar de que todavía era tiempo para darnos cuenta de hacer esta afirmación os adelanto que es un destino de los que difícilmente deja indiferente por muchas cosas, por poner un ejemplo, después de haber conducido por varios países del mundo ( México, Marruecos, Jordania, Turquía, Tailandia, etc) y por varias ciudades de Italia (donde se conduce muy mal), Sicilia y en especial Palermo tiene el tráfico más caótico y se conduce peor que en cualquiera de estos lugares.

Catedral de Palermo, Sicilia.
Bonita desde cualquier ángulo.

Pero volvamos a la Catedral de Palermo, inmensa y de estilo árabe-normando del s.XII, con unas formas geométricas hipnotizantes. Llama la atención e pórtico de tres arcos gótico-catalán añadidos en el s.XV y que tardaron 200 años en terminarse, que es por donde se suele entrar actualmente al interior de la Catedral.

Interior de la Catedral de Palermo, Sicilia.
Interior de la Catedral de Palermo, Sicilia.

Aunque entrar es gratis (de Lunes a Sábado de 7:00 a 19:00 horas, Domingos y festivos de 8:00 a 13:30 y de 16:00 a 19:00 horas), su interior no nos sorprendió, es como un enorme cascarón de mármol con alguna capilla interesante.

Interior de la Catedral de Palermo, Sicilia.
Una de las capillas de la Catedral de Palermo.

Pagando podréis visitar las tumbas normandas, las criptas, el tesoro y la terraza, desde donde se obtiene una panorámica desde arriba, aunque nosotros sobre esto no podemos opinar.

Liceo Classico Vittorio Emanuele II.

Uno de los edificios que destaca en la plaza de la Catedral es el Liceo Classico Vittorio Emanuele II, actualmente la escuela secundaria clásica estatal Vittorio Emanuele II, la cuarta escuela secundaria clásica más antigua de Italia, fundada en 1549 por los padres jesuitas como un colegio de estudios.

Probando las cervezas italianas en Palermo.
Probando las cervezas italianas en Palermo.

Después estuvimos paseando por la calle más antigua de Palermo, la Via Vittorio Emanuele, que data del s. VIII a.C., cuando los Fenicios la crearon para conectar el puerto con el núcleo urbano originario.

Probando los dulces típicos sicilianos, los Cannoli.
Probando los dulces típicos sicilianos, los Cannoli.

Es en esta calle donde probamos por primera vez los cannoli, cannolo en singular, un dulce típico siciliano que consiste en una masa enrollada en forma de tubo que dentro lleva ingredientes (vainilla, chocolate, pistacho, etc) mezclados con queso ricota. Nos gustaron tanto que todos los días nos comimos alguno.

Le Quattro Canti o los Cuatro Cantones.
Le Quattro Canti o los Cuatro Cantones.

En el trazado de la Via Vittorio Emanuelle hay un cruce, con la Via Maqueda, en el centro exacto de la ciudad vieja, que no pasa desapercibido, y cuyo nombre es le Quattro Canti o los Cuatro Cantones, el cruce más particular que ver en Palermo. Allí las cuatro esquinas, de estilo renacentista romano tardío (s.XVII) son muy similares, redondeadas y casi simétricas, aunque en la parte baja, en las fuentes, están las cuatro estaciones representadas, a mitad, los soberanos españoles y en la parte superior las santas de la ciudad.

Piazza Pretoria o Plaza de Pretoria, Palazzo Pretorio (Ayuntamiento).
Plaza de Pretoria, Palazzo Pretorio (Ayuntamiento).

En ese punto giramos a nuestra derecha abandonando de ese modo el Corso Vittorio Emanuele para admirar la Piazza Pretoria o Plaza de Pretoria, una de las más bonitas de Palermo, rodeada por el Palazzo Pretorio, del s.XIV, actualmente la sede del Ayuntamiento; la iglesia de Santa Caterina d’Alessandria, de finales del s.XVI, de cuya cúpula está sacada la foto de arriba; y dos palacios señoriales, el Palazzo Bonocore y el Palazzo Bordonaro. Pero lo que más destaca es la fuente Pretoria, de círculos concéntricos y diferentes alturas situada en el medio, donde ninfas, tritones y deidades danzan y chapotean desnudas, lo que le sirvió para que la conocieran como Fuente de la Vergüenza  por ser demasiado atrevido su autor Francesco Camilliano en pleno s.XVI.

Plaza Bellini, iglesia y monasterio de Santa Caterina d'Alessandria.
Plaza Bellini, iglesia y monasterio de Santa Caterina d'Alessandria.

Como ya os he adelantado, la Iglesia de Santa Caterina d’Alessandria (1580-1596) da a la Plaza de Pretoria, pero también a la Plaza Bellini, dado que tiene dos fachadas, pero su entrada, y la del monasterio de Santa Caterina d’Alessandria se encuentra en la Plaza Bellini.


Tanto la iglesia como el monasterio están abiertos al público, la iglesia no estaba abierta a estas horas de la tarde-noche, más de las 20:00, pero el monasterio, construido en 1311, sí, y desde el mismo se puede acceder a lo alto de la cúpula de la iglesia.

Vistas de la Plaza Pretoria desde la cúpula de la Iglesia de Santa Caterina.
Vistas de la Plaza Pretoria desde la cúpula de la Iglesia de Santa Caterina.

Tras la visita al claustro, se sube por una estrecha escalera hacia la primera planta del monasterio. Se llega hasta una terraza, que se asoma al claustro y a las habitaciones de las monjas de clausura, y se sigue subiendo una planta más, lo que nos lleva al corredor que transita sobre las capillas de la iglesia. Al final del pasillo se encuentra el acceso al coro alto y la escalera que sube hacia los tejados, desde donde se obtienen las mejores vistas de la Piazza Pretoria.

Plaza Bellini desde arriba, La Martorana y San Cataldo.
Plaza Bellini desde arriba, La Martorana y San Cataldo.

Al bajar (también lo podéis hacer antes de subir a la cúpula) nos fuimos a ver las vistas de la plaza Bellini desde lo alto la fachada de la Iglesia de Santa Caterina d’Alessandria, obteniendo una visión desde las alturas de dos de las iglesias más famosas de Palermo, la Iglesia de Santa Maria dell’Ammiraglio, más conocida como La Martorana, y la Iglesia de San Cataldo.

Plaza Bellini desde abajo, La Martorana y San Cataldo.
Plaza Bellini desde abajo, La Martorana y San Cataldo.

A estas alturas ya no nos acordábamos del contratiempo con el coche, la ciudad nos estaba flipando, pero todavía quedaba noche por delante para realizar las últimas visitas, dos de ellas desde fuera,  admirando sólo su exterior, como la iglesia de Santa Maria dell’Ammiraglio (Santa María del Almirante) más conocida como La Martorana, y la Iglesia de San Cataldo, ambas en la Plaza Bellini.

Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús.
Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús.

Hasta aquí, todo lo que habíamos visto de noche, lo veríamos también por el día, pero eso ya os lo cuento en su momento, pero la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús no la volveríamos a ver, cuya fachada nos esconde su tesoro interior.

Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús.
El impresionante interior de la Casa Professa o Chiesa del Gesù.


La Chiesa del Gesù, conocida también como la Casa Professa, es una de las iglesias barrocas más importantes de Sicilia, por lo que es algo que tienes que visitar en Palermo sí o sí, ya que es realmente preciosa y bien vale los 4€ de su entrada (6€ si visitáis también el museo), y los Sábados por la noche, de 20:30 a 23:30 se puede visitar, de modo que eso hicimos.

Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús.
La cúpula de la Iglesia de Jesús.

Construida por los jesuitas a finales del s.XVI (1636) en el barrio judío de Palermo, nada más entrar en esta iglesia de tres naves, con planta de cruz latina,  y cuyas naves laterales quedan separadas de la central por cuatro arcos, no podréis cerrar la boca de admiración.

Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús.
El altar mayor de la Chiesa del Gesù.

A pesar de que la cúpula y la bóveda han sido reconstruidas a mediados del siglo pasado (quedaron muy dañadas por los bombardeos de la segunda Guerra Mundial), no podréis dejar de levantar la cabeza para deleitaros con ellas.

Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús.
Algunos detalles de la Iglesia de Jesús.

Pero lo más llamativo de esta iglesia no son sus frescos que hay en su interior, ya que todas y cada una de las paredes están decoradas con esculturas talladas en mármol blanco, de una belleza sin igual.

Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús. Sacristía.
Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús. Sacristía.

Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús. Sacristía.
La sacristía en sí es un pequeño museo.

Detrás del altar mayor está la sacristía de la Iglesia del Jesús, donde se cambian los sacerdotes y repleta de armarios de madera con objetos litúrgicos de todo tipo expuestos allí.

Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús. Museo.
Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús. Museo.

El Museo de Casa Professa posee varias salas, y en el centro de la primera de ellas se encuentra una peana procesionaria con el simulacro en madera tallada de San Ignacio de Loyola. Protegidos en el interior de tecas de cristal pueden verse algunos tapices de frontal de altar. En la Sala La Farina, se exponen varias cerámicas, en la primera planta se encuentra la sala titulada al jesuita Luigi La Nuza, en la que se exponen varias pinturas de entre los siglos XV y XIX, y en la segunda planta está la Sala delle Maioliche (Sala de los Azulejos) donde se exponen varios azulejos del s.XVIII.

Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús. Cripta de San Calogero Eremita.
Cripta de San Calogero Eremita.  Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús.

La Cripta de San Calogero Eremita fue excavada en la roca caliza del subsuelo del convento se encuentra la Cripta de San Calogero. En el pasado, debido a que la piedra caliza contribuye a la conservación de los cuerpos, se dejaban allí los restos de los frailes en la espera de una sepultura definitiva.

Palermo, la Chiesa del Gesù o Iglesia de Jesús. Museo.
Tapices de frontal del altar.

La iglesia fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por lo tanto, y porque es realmente preciosa, es imprescindible su visita en Palermo, y nosotros dimos por finalizado con ella nuestro primer día (tarde-noche) en la ciudad.

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