Escapada a Palermo (Sicilia)-Excursiones desde Palermo-Scala dei Turchi y Valle de los Templos-Parte 6 (Fin).

En el artículo anterior os contábamos nuestro paseo por el barrio marinero de la Kalsa, en Palermo, y la visita de la cercana Monreale, desde donde salíamos más o menos a la hora de comer (no comimos porque estuvimos picando durante la mañana en puestos de comida y nos hicimos un helado gigante en Monreale).

Mapa turístico de Sicilia.

Dos horas de coche y 137km después, llegábamos a la Scala dei Turchi o Escalera de los Turcos, un acantilado rocoso blanco inmaculado en la costa de Realmonte, en el sur de Sicilia, Italia. 

El mejor mirador de la Scala dei Turchi.

Se ha convertido en una atracción turística de primer nivel, gracias a aparecer en la serie de historias de detectives de Andrea Camilleri sobre el Commissario Montalbano, pero Instagram también ha jugado su papel.

La playa de la Scala dei Turchi, a unos 10 minutos andando de allí.

Después de la foto desde el mirador y observar desde las alturas la piedra calcárea que lo forma, llamada Marga, todo un espectáculo visual, decidimos bajar para ver de primera mano como la erosión de la lluvia y el viento han dibujado en la roca amplios escalones, que unidos al color y el azul del mar hace del lugar un sitio digno de visita.

Al fondo se ve la Scala dei Turchi.

Como es bastante complicado aparcar en la carretera, además de estar prohibido (ojo porque en verano multan), y hay bastante desnivel hasta la arena de la playa (muy duro sobre todo a la vuelta), aparcamos en el único parquin de pago abierto fuera de temporada a pie de playa por 5€.

Scala dei Turchi o Escalera de los Turcos, Sicilia, Italia.

Se nota que es un lugar muy turístico porque además de haber un camping allí mismo estaba repleto de terrazas, bares y chiringuitos de playa, eso sí, en esta época del año no todos permanecían abiertos.

El día no acompañaba mucho, pero igualmente mereció la pena.

Tras una caminata de alrededor de 10 minutos por la arena llegamos a la Scala dei Turchi, la playa más espectacular de Sicilia y probablemente la playa más brutal de Italia, aunque no tanto por su mar como por su tierra, una estampa espectacular. 

Sencillamente brutal.

Estar en este acantilado único en el mundo era uno de los sueños cumplidos en este viaje a Sicilia, así que lo disfrutamos mucha, las vistas del mar, el contraste blanco-azul, todo ello a pesar de que está prohibido subir a la Scala dei Turchi...sí, lo está, pero nadie hace caso.

Scala dei Turchi o Escalera de los Turcos, Sicilia, Italia.

Por cierto, se llama Scala dei Turchi porque antaño la zona estaba repleta de piratas sarracenos, a los que se les llamaba erróneamente «turcos» y allá por el año 500 invadieron este territorio. Según la leyenda, los sarracenos desembarcaron por esta escaleta natural, gracias a los escalones de la Scala dei Turchi, así que nada tiene que ver con el "parecido" con Pamukkale, en Turquía.

Mapa del Valle de los Templos.

Desde aquí hasta el aparcamiento de pago del Valle de los Templos, en Agrigento, hay apenas 13 kilómetros, de modo que unos 15 minutos estábamos frente a las taquillas.

Valle dei Templi o Valle de los Templos, Agrigento.

El Valle dei Templi o Valle de los Templos es el conjunto de templos griegos mejor conservado del mundo, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1998, y descrito por Píndaro como “la más hermosa de las ciudades mortales”.

Templo de la Concordia. Valle dei Templi.

Fue fundada en el 580 a.C y conservó su esplendor hasta el 406 a.C. cuando los cartagineses sitiaron y saquearon la ciudad que albergaba en esos momentos 200.000 habitantes, casi nada. En el s. III a.C, en la época romana, Agrigento recuperó su importancia hasta su decadencia final, cuando la llegada de bizantinos y cristianos arrasaron sus templos paganos, de modo que fue abandonada.

Templo de la Concordia. Valle de los Templos.

Nosotros decidimos saltarnos el primer templo, que está junto a la entrada, y verlo al regresar, ya que la visita es lineal, es decir, que se va y se vuelve por el mismo camino. Así pues, llegamos, a través de un camino empedrado, hasta el Templo de la Concordia o Tempio della Concordia (2), el mejor conservado, con 42 metros de largo por 19,5 de ancho y que fue levantado entre el 450 y el 400 A.C.

El Templo de la Concordia es el mejor conservado.

Su nombre le viene dado por la inscripción latina encontrada cerca de aquí, sus 34 columnas estuvieron recubiertas de estuco blanco y lo más probable es que estuviera dedicado a Castor y Pólux. Desde el s.VI ha sido empleado como basílica cristiana y en 1748 fue restaurado.

Restos de enterramientos subterráneos.

Más adelante, a la izquierda, está la sede de la dirección de la zona arqueológica, la Villa Aurea, y en su jardín posee restos de una necrópolis bizantina con enterramientos subterráneos además de la necrópolis Gianbertoni, de época helenística con enterramientos de sarcófagos.

El más antiguo es el Templo de Hércules. Valle de los Templos.

Casi al lado está el Templo de Hércules o Tempio di Ercole (3), el más antiguo de los templos conservados en Agrigento, del 510 a.C. En 1924 se restauró, y fue entonces cuando se levantan sobre su base 8 de sus 38 columnas originales.

Estatua de Atlantes del Templo de Zeus Olímpico. Valle de los Templos.

Justo tras este templo, la carretera divide el yacimiento arqueológico, pero la salvaréis con el puente construido para tal efecto. Así llegaréis al Templo de Zeus Olímpico o Tempio di Zeus(4), un gigantesco edificio (112,5 m de largo por 56 de ancho) que jamás fue finalizado y cuyas dimensiones sólo eran superadas por el templo de Artemisa de Éfeso. Del templo no queda nada en pie (sirvió como cantera, en el s.XVIII, para la construcción del muelle de Porto Empédocle), ni sus columnas de 17 metros de altura y 4,2 de diámetro, ni las 38 estatuas de Atlantes de casi 8 m. de altura con las que estaba adornado, pero allí mismo hay una reproducción de uno de estos Atlantes (la original se encuentra en el museo de Agrigento). 

Altar del Templo de Zeus. Valle dei Templi.

Tras el templo de Júpiter, al lado mismo, está el Altar del Templo de Zeus, del s. V a.C. pero reconstruido en el XIX, un templo de 34 columnas que fue gravemente dañado por el saqueo de los cartagineses y más por los terremotos.

Templo de los Discursos. Valle de los Templos.

En el final del recorrido está el Templo de los Discursos o Tempio dei Dioscuri (5), que además de estar bastante destruido, estaba en proceso de restauración.

Jardines Kolymbethra. Valle dei Templi.

En esta zona está la entrada a los Jardines Kolymbethra, cuya entrada se puede comprar por separado allí mismo, o combinada en las taquillas, pero que nosotros no visitamos, nos conformamos con verlos desde arriba. Se trata de uno de los ejemplos vivos de jardín más antiguo de la Humanidad, pues ya en el siglo I a.C. era mencionado por historiador Diodoro Siculo.

Templo de Juno Lacinia. Valle de los Templos.

Al fondo, desde el mirador de los jardines, se adivina el Templo de Vulcano o Tempio di Vulcano, pero no se cómo llegar hasta allí andando, así que dimos media vuelta para regresar por donde habíamos venido.

Templo de Juno Lacinia. Valle dei Templi.

Volvimos a pasar frente a todos los templos griegos de Agrigento, todos de estilo dórico, hasta llegar a la entrada, donde está el Templo de Juno Lacinia o Tempio di Giunone (1), dominando la cima del Valle de los templos, del 450 a.C., que conserva la fila de columnas septentrional y parcialmente la de los otros tres lados, eso sí, cuando llegamos ya era de noche.

Palermo, Mercado de Ballarò.

Después de esto regresamos a Palermo, cenamos algo rápido y a dormir, ya que a la mañana siguiente continuaría nuestra visita a la ciudad bien temprano.

Puesto de verdura del Mercado de Ballarò.

No podíamos despedirnos de Palermo si visitar el famoso Mercado de Ballarò, el más famoso de la ciudad.

Palermo, Mercado de Ballarò.

Allí podréis encontrar desde pescado, verdura, fruta o carne, hasta ropa o souvenirs...nosotros nos compramos la comida, para no "arruinarnos" en el aeropuerto...unos deliciosos 'panelle e crocchè', un bocadillo con panqueques de garbanzos y croquetas de patata por un euro cada uno.

Palacio de la Zisa, Palermo.

Como íbamos bien de tiempo decidimos visitar el Palacio de la Zisa, conocido también como la Zisa, en la zona occidental de la ciudad, un poco alejado del centro de Palermo para ir a pie, por eso todavía no lo habíamos visto.

Una lápida antigua.

Fue Guillermo I quién lo mandó construir en el s.XII, en medio de un lago artificial y rodeado de un extenso y bonito jardín, para ser la residencia de verano de los reyes normandos. 

Interior del Palacio de la Zisa.

La entrada cuesta 8€ por persona, excesivamente cara para lo que hay dentro, pues actualmente la Zisa expone en su interior algunas piezas de alfarería, vasijas, etc, pero bajo nuestro punto de vista la visita es prescindible.

Palacio de la Zisa, Sala della Fontana.

Lo único que resaltaría es la Sala della Fontana, en el centro de la planta baja, la que podréis ver desde un portal lateral, pues no se permite el acceso al interior, o desde el pórtico, por donde se pasa al salir del palacio, donde las vistas de la sala son mucho mejores.

Palermo desde el Monte Pellegrino.

No nos queríamos despedir de Palermo, ciudad que nos gustó mucho desde el minuto uno, sin subir en nuestro coche hasta lo alto del promontorio que domina la ciudad, el Monte Pellegrino, de casi 610 metros de altitud.

Palermo desde el Monte Pellegrino.

Si no disponéis de coche, al monte podéis subir caminando, pues hay dos rutas, o en el autobús 812, pero lo mejor es tener vuestro propio vehículo para poder parar en cualquier momento a sacar fotos tan alucinantes como estas.

Santuario de Santa Rosalía, Monte Pellegrino. Palermo.

Aunque la carretera que llega hasta el Santuario de Santa Rosalía (patrona de Palermo) continua, estaba cerrada y nos tocó regresar y dar la vuestra para llegar al aeropuerto de Palermo, desde donde salía nuestro avión con destino a Valencia.