Islandia en Invierno-Círculo Dorado: Brúarfoss, Gullfoss, Geysir, Laguna Fontana y Viking Restaurant-Parte 12.

Desde nuestro camping en el Círculo Dorado hasta el aparcamiento oficial de Brúarfoss (para algunos la cascada más bonita de Islandia) hay sólo 7 kilómetros, así que, aunque queríamos empezar a caminar antes de que amaneciera por completo (a eso de las 10:30), no fue necesario madrugar demasiado.

Parking oficial de Brúarfoss.

Así que a eso de las 9:30 más o menos llegamos al parking oficial de Brúarfoss, desde donde hay aproximadamente 3,5 kilómetros hasta la cascada. Antiguamente había otras formas de llegar a la cascada, aparcando bastante más cerca yendo por otras vías secundarias, pero como son caminos privados y la gente es bastante irrespetuosa, terminaron por cerrarlos y ahora sólo se puede acceder de esta manera, así que a caminar sí o sí.

El trekking hasta Brúarfoss...

La caminata o el trekking nos llevó mucho más tiempo de lo esperado, pues ya en los primeros metros del trayecto empezamos a ver nieve y placas de hielo bajo nuestros pies.

El trekking hasta Brúarfoss.

Conforme íbamos avanzando la cantidad de nieve y hielo aumentó de tal forma que nos dificultó mucho continuar caminando, pero las ganas de ver Brúarfoss por primera vez, pues en Septiembre de 2020 cuando visitamos Islandia en verano no vinimos, y que íbamos con mucho cuidado, nos hicieron seguir avanzando.

...fue más duro de lo esperado.

Al poco encontramos una pareja que volvía, y al preguntar nos dijeron que era imposible acceder a la cascada por el hielo y la nieve, pero nosotros continuamos caminando, siempre con cuidado y con el Río Brúarà, responsable de la cascada, a nuestra izquierda.

El trekking hasta Brúarfoss.

Debéis saber que en verano, este trayecto os costará de 45 minutos a 1 hora, pero con esas condiciones, nosotros tardamos casi 2 horas en llegar a Brúarfoss, pero antes de eso pasamos por las otras dos cascadas que hay antes.

El suelo estaba muy resbaladizo.

El día era fresco porque además el sol estaba saliendo, pero íbamos bien preparados y caminando no notábamos el frío.

Islandia, Círculo Dorado, Río Brúará, Hlauptungufoss.

Aproximadamente a mitad camino aparece Hlauptungufoss, una pequeña cascada de dos metros de altura donde el río se encajona en un pequeño barranco de modo que, a pesar de su reducido caudal, crea múltiples remolinos y turbulencias, mientras sus aguas rugen con fuerza.

Hlauptungufoss está a mitad camino.

Debido a la gran cantidad de nieve y hielo no pudimos acercarnos demasiado porque era peligroso, así que no pudimos fotografiarla de manera más frontal.

Islandia, Círculo Dorado, Río Brúará, Miðfoss.

Alrededor de 500 metros más arriba está Miðfoss, otro pequeño salto de agua, donde el Río Brúará se divide en dos brazos. 

Miðfoss es la cascada menos especial de las tres...

Esta otra cascada, de poco más de un metro de altura, es la menos espectacular de las tres, y tras la misma las aguas del río se remansan en una charca de color turquesa.

...pero ese color turquesa enamora.

En este momento ya teníamos casi claro que llegaríamos a Brúarfoss, a pesar de las dificultades, sobre todo porque como habíamos venido a primera hora, íbamos bien de tiempo pese a que el trayecto fue mucho más lento de lo que esperábamos.

Por el camino nos encontramos con este amigo.

Más o menos 900 metros después, tras una peligrosa subidita realmente resbaladiza por la que caí dos veces al volver, está el puente desde donde se fotografía Brúarfoss (que significa cascada del puente por eso), una de las múltiples cascadas que va dejando el Río Brúarà, cascada que no destaca por su tamaño o fuerza (difícil en Islandia), sino por el color azul turquesa de sus aguas procedentes de los cercanos glaciares.

Islandia, Círculo Dorado, Río Brúará, Brúarfoss.

Realmente hasta que no lleguéis allí os pasará como a nosotros, no seréis consciente de lo intenso que es el ese azul y lo diferente que esa cascada a cualquier otra que hayas visto en tu vida...al llegar a Brúarfoss, todo cobró sentido y el sobreesfuerzo realizado para llegar aquí mereció la pena. 

La cascada es bonita, pero ¿es Brúarfoss la más bonita de Islandia?.

Como ya os he adelantado, Brúarfoss, para algunos la cascada más bonita de Islandia, no es una cascada imponente por su tamaño, ni por su ruido, ni por su altura, ni por su caudal, pero es un auténtico espectáculo por la armoniosa combinación del color del agua, la espuma de las turbulencias y los innumerables chorros de agua que van arropando el salto principal convierten Brúarfoss en un auténtico espectáculo, aunque yo no me atrevo a afirmar que sea la cascada más bonita de Islandia.

Islandia, Círculo Dorado, Gullfoss en Invierno.

El camino de vuelta fue algo más rápido, así que cuando llegamos finalmente a nuestra furgoneta, y después de picar algo, nos desplazamos 25 kilómetros (25 minutos) hasta Gullfoss, una de las cascadas más famosas y potentes de Islandia, que ya visitamos en Septiembre de 2020 pero sin toda esa nieve que la rodeaba, de modo que puedes leer más datos de esa anterior visita aquí. Consejo, aparcad en el parking de autobuses porque está más cerca de la cascada que el principal. En invierno no está permitido acercarse tanto al salto de agua como en verano, ya que el tramo cerrado es muy resbaladizo con el hielo, y por lo tanto peligroso. Fue allí, en el parquing oficial de Gullfoss, donde fuimos después para ver la gran tienda de souvenirs que hay para comprar algún recuerdo, donde comimos...ventajas de viajar con la cocina en la furgoneta.

Zona geotermal Geysir, en el Círculo Dorado.

Retrocedimos 10 kilómetros hasta llegar al aparcamiento de Geysir, en pleno valle Haukadalur, en la colina Laugarfjall, donde visitaremos, por segunda vez, una de las zonas geotermales más activas de Islandia y probablemente la más famosa del mundo. Los géiseres de todo el mundo reciben su nombre por Geysir, porque fue el primero en descubrirse, y aunque el agua salía despedida hasta una altura de más de 80 metros, hoy en día ya no está activo.

Geyser Strokkur, el más activo de Islandia.

Afortunadamente, su vecino Strokkur sí que está activo y es el más fiable del mundo y erupciona cada 5 o 10 minutos alcanzando hasta los 30 metros de altura.

Zona geotermal Geysir, en el Círculo Dorado.

Además de estos dos, hay otros géiseres y pozas repartidas por el recinto, mucho más resbaladizo que en Septiembre de 2020, y con mucha nieve por los alrededores ahora en invierno. 

Precioso hotel casi delante de Laugarvatn Fontana Spa.

Alrededor de 30 minutos de allí, unos 30 kilómetros, están los baños termales o balneario Laugarvatn Fontana Spa, donde nos fuimos a dar un baño relajante.

 Baños termales Laugarvatn Fontana Spa.

Aunque bañarse en estos sitios es una pasada y no nos arrepentimos nada de haber venido, si tuviera que poner a uno de los 8 que hemos visitado en Islandia (todos), este sería el que menos nos ha gustado, pero eso no significa que no nos lo pasáramos bien o no disfrutáramos allí, para nada...quizás sea porque son los más pequeños, o porque no tienen demasiadas piscinas...no lo sé, pero yo escogería otros.

Restaurante Vikingo Fjörukráin.

Tras esta relajante experiencia y una ducha reponedora recorrimos los 83 kilómetros que nos separaban del Restaurante Vikingo Fjörukráin en más o menos 1 hora y 30 minutos porque teníamos una reserva para cenar.

Viking Village de Fjörukráin.

Además de  un restaurante hay un hotel vikingo y unas casas a modo de habitaciones, llamado Pueblo Vikingo, todo con ese tipo de decoración.

Nuestra mesa en el Restaurante Vikingo Fjörukráin.

Está situado en Hafnarfjörður, una ciudad encantadora en las cercanías de la capital de Islandia, Reykjavík, y ubicado en el segundo edificio más antiguo de esa ciudad, en forma de iglesia noruega de madera, construido en 1841.

El comedor de la segunda planta.

Aunque parece que estés en un parque de atracciones, ya que creo que toda la decoración que posee no es original, este restaurante es increíble, te sientes como si hubieras entrado en otro mundo, ¡el mundo de los vikingos! Hay varios comedores aquí en dos plantas, todos ellos muy ornamentados.

La barra del Restaurante Vikingo Fjörukráin.

Nosotros estuvimos fotografiando todos los comedores del restaurante, con su decoración, mientras esperábamos a que nos sirvieran el pedido.

Nuestra cena en el Restaurante Vikingo Fjörukráin.

A pesar de ser la "típica trampa para turistas" por esa decoración de estilo vikingo y los muebles retro, la comida que se ofrece es muy buena, y no demasiado cara comparándola con otros restaurantes islandeses, siendo el menú a base de comidas tradicionales servidas en bandejas antiguas de estilo vikingo.

Restaurante Vikingo Fjörukráin.

Después de cenar nos desplazamos hasta el Reykjamörk Hveragerði Campsite, a unos 45 minutos (47km), donde pasaríamos la noche.

Reykjamörk Hveragerði Campsite.

Fue en este camping, en el baño de caballeros, donde encontré esta graciosa fotografía.