En el artículo anterior os contaba qué ver y hacer en Midtown o el centro de Nueva York, y hoy continuamos viendo qué ofrece esta zona.
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Nueva York, Intrepid Sea-Air-Space Museum, muelle 86. |
El primer día que usamos nuestras tarjetas turísticas, a primera hora, estábamos frente a las puertas de uno de los museos más alucinantes de Nueva York,
Intrepid Sea-Air-Space Museum (gratis con las tarjetas turísticas Sightseeing Pass y si no 33$ por adulto), ubicado en el muelle 86, en la orilla del río Hudson, pero recordadlo bien, intentad estar antes de las 10 allí, porque nosotros llegamos en punto y ya había una larga cola para acceder de 15 a 20 minutos, mientras que al salir habría el triple de gente.
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El portaaviones Intrepid sirvió en la II Guerra Mundial. |
El Intrepid Sea-Air-Space Museum es uno de los museos más originales que hay en Nueva York pues se trata de un portaaviones real que se utilizó durante la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra de
Vietnam y que ha sido el hogar de más de 50.000 marines. Nosotros fuimos andando desde Times Square paseando un poco por el barrio conocido como Hell's Kitchen, aunque aparte del Intrepid tampoco tiene nada interesante.
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El Submarino Gorwler del museo. |
Nos recordó mucho al
HMS Belfast, un barco museo de la Marina Real Británica anclado permanentemente en los márgenes del Támesis, en
Londres, cuya visita ya nos gustó mucho cuando visitamos la capital de
Inglaterra, pero el Intrepid mola mucho más, sin duda.
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El Submarino Gorwler estaba bien armado.
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Pero volvamos al Intrepid, nada más pasar los controles de seguridad y ya con las entradas en la mano dirigiros primero al submarino que hay en la derecha y dejaros el portaaviones para después, había algo de cola, pero como en la entrada del museo, muchísima menos que cuando salimos del submarino, la razón es que su interior es pequeño y tiene capacidad limitada.
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Habitación de uno de los mandos del submarino. |
El
Submarino Growler fue construido en 1958, pero retirado el 1964 por quedarse obsoleto frente a los de nueva construcción.
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Habitación de los soldados. Hay diferencia, ¿no?. |
Tras servir en las costas de la Unión Soviética en los años 60, en 2009 el submarino Growler llegó al museo Intrepid, donde permanece para visitarlo hoy en día.
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El periscopio del Submarino Growler. |
Lo mejor de su visita, no apta para claustrofóbicos, es que podréis imaginaros y experimentar cómo eran las lamentables condiciones de vida que ofrece un arma tan estratégica, cómo era la vida en un submarino de guerra.
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Puesto de mandos del submarino Growler. |
En esta visita recorreréis todas las salas del submarino, incluyendo las salas de torpedos y la de guiado de misiles, donde veréis dónde se cocinaba, dormía o pasaba el tiempo libre en el interior del submarino.
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Fijaros qué pedazo de torpedos. |
A nosotros nos gustó mucho visitarlo, ya que nunca habíamos entrado en un submarino, pero además, el submarino Growler es el único submarino de motor diésel con misiles nucleares estratégicos al que está permitida la visita en
Estados Unidos, así que no dejéis pasar esta oportunidad.
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En el comedor también mataban el tiempo. |
Por último (en cuanto al submarino Growler), tened en cuenta que los niños deben medir como mínimo 1 metro para acceder a su interior, no vayáis a hacer la cola para nada.
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Concorde Alpha Delta G-BOAD. |
Una vez fuera del submarino podéis elegir ente visitar el portaaviones, o acercaros primero a ver el famoso avión
Concorde de British Airways, bueno, uno de ellos, concretamente el Concorde Alpha Delta G-BOAD, que tardaba en realizar un vuelo transatlántico en poco menos de 3 horas.
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Para visitar el Concorde por dentro hay que pagar suplemento. |
Esta es una de las experiencias que no está incluida en la entrada, que hay que pagar un suplemento si queréis visitar el Concorde por dentro (solo para mayores de 5 años), y podréis hacerlo allí mismo como en las taquillas de la entrada, pero nosotros no teníamos demasiado tiempo (por la visita de después, luego lo cuento), así que nos conformamos con verlo por fuera.
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En el hangar había una parte con las habitaciones de la tripulación. |
Tocaba ya visitar el famoso portaaviones Intrepid, la estrella del museo, comprado por una organización sin ánimo de lucro en el año 1982 para fundar el museo en su ubicación actual, y creo que fue todo un éxito.
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Es fascinante imaginarse cómo vivían los marines en el barco. |
El portaaviones es realmente grande, y se visitan 4 cubiertas que van desde el puente de mando hasta los dormitorios, por lo que necesitaréis tiempo.
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El Intrepid hecho de piezas Lego. |
Intentad empezar la visita por los hangares, la parte del museo propiamente dicha, donde, entre decenas de helicópteros y aviones, objetos originales, maquetas y material multimedia referente al barco y a su historia, disfrutaréis de exposiciones interactivas interesantísimas (nosotros no pudimos, la verdad).
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El Skyline de Nueva York desde el Intrepid. |
Después subid a la cubierta de vuelo, una de las partes más impresionantes del Museo Intrepid, desde donde se alzaban en vuelo los aviones durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra del
Vietnam, pero que también se convirtió en el objetivo de los kamikazes japoneses.
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A pesar de no ser muy fans de los aviones de guerra... |
Aquí en esta cubierta de vuelos podréis admirar de cerca y pasear entre una colección de más de 20 aviones y helicópteros de distintas épocas con el skyline de Manhattan como telón de fondo, entre los que merece la pena destacar el avión espía A-12 Blackbird, el F-14 Tomcat y el AV-8A Harrier.
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...disfrutamos mucho de esta gran colección. |
El transbordador espacial Enterprise, que se visita en un pabellón cerrado que han instalado en la parte de atrás del portaaviones, donde también encontrareis una exposición con la historia de los transbordadores espaciales y encontraremos una nave Soyuz, que sirvió para ir y volver a la Estación Espacial Internacional. Aquí estaba tan repleto y la cola iba tan lenta que tuvimos que desistir.
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Puente de mando de la cubierta del portaaviones Intrepid. |
En la cubierta de vuelo también debéis visitar el puente de mando, ubicado en un lado del portaaviones para permitir que la pista de despegue y aterrizaje sea más larga, y ahí podréis descubrir cómo la tripulación guiaba el Intrepid por mares y océanos.
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Este es el trayecto del Circle Line Landmarks Cruise. |
Los cruceros de
Circle Line salen desde el Pier 83 del río Hudson, a la altura de la calle 42, a escasos metros del Intrepid Sea-Air-Space Museum, y como en Abril salen a las 12:30 (comprobadlo siempre en Google) y es aconsejable estar un poco antes, esa fue la razón por la que tuvimos solo 2 horas para disfrutar del museo.
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Hudson Yards con The Edge y el Empire State. |
El
Circle Line Landmarks Cruise es un crucero de 90 minutos que está incluido en las Sightseeing Pass, por lo tanto nos ahorramos los 37$ que cuesta.
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The Vessel desde el Circle Line Landmarks Cruise. |
Como llegamos bastante apurados de tiempo no pudimos coger buenos asientos y nos tuvimos que sentar en el interior del barco y de vez en cuando ir saliendo para fotografiar los emblemas turísticos de
Manhattan.
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El Downtown de NYC a la izquierda y New Jersey a la derecha. |
El crucero Landmarks de Circle Line por Nueva York es uno de los cruceros más recomendables porque en solo una hora y media veréis las atracciones principales de Nueva York desde el agua.
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Little Island, el nuevo parque flotante de Nueva York. |
La mayoría de los lugares turísticos que estábamos viendo desde el barco todavía no los habíamos visitado, pero lo haríamos en las siguientes jornadas, sin embargo otros sí, como el Puente de Brooklyn.
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Zona financiera de Nueva York y One World Trade. |
De ese modo pudimos ver, entre otros, el edificio Empire State, Edificio Chrysler, Hudson Yards, The Vessel, el parque High Line, la zona financiera y el observatorio One World, la Estatua de la Libertad, la isla Ellis, South Street Seaport, el Brooklyn Bridge Park, el puente de Brooklyn, el puente de Manhattan, la ONU o el puente de Williamsburg desde el barco, como veis muy completo.
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Ellis Island con New Jersey al fondo. |
Además de ser un crucero precioso, con unas vistas fantásticas, os servirá para descansar sentados durante un buen rato, reponer fuerzas y seguir con las caminatas por la Gran Manzana.
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La Estatua de la Libertad desde el Circle Line Landmarks Cruise. |
Y si no tenéis pensado venir a ver la Estatua de la Libertad, es decir, hacer pie en la isla y verla desde abajo, este crucero es ideal porque se acerca mucho y obtendréis unas fotos fantásticas del símbolo de Nueva York por excelencia.
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Vistas del Downtown desde el Circle Line Landmarks Cruise. |
Y desde allí las vistas del Downtown o zona financiera de Manhattan son realmente espectaculares, con el One World Trade sobresaliendo sobre el resto de rascacielos.
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Vistas del Brooklyn Bridge desde el Circle Line Landmarks Cruise. |
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Navegando bajo el Puente de Brooklyn. |
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Vistas del Manhattan Bridge desde el Circle Line Landmarks Cruise. |
Pero además con el Circle Line Landmarks Cruise pasaréis por debajo del Puente de Brooklyn, el Puente de Manhattan, y el Puente de Williamsburg, lo que os dará otra perspectiva de los mismos.
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Vistas desde el Circle Line Landmarks Cruise. |
La única pega que le veo es que como es un circuito circular pasa dos veces por los mismos sitios, pero esto también puede servir para sacar mejores fotos en caso de no haberlo podido hacer una primera vez.
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