Roadtrip por Irlanda: Qué ver en Dublín en dos días (I)-Parte 1.

Después de un par de años más duros de lo habitual por la Covid-19 en los que pudimos viajar a Islandia en Verano (Septiembre de 2020), a Jordania en 2021 y de nuevo a Islandia en Invierno (Diciembre de 2021), este 2022 había empezado mejor, con un gran viaje de 12 días a Nueva York en Semana Santa y una escapada de 3-4 días a Luxemburgo, así que en verano "nos conformamos" con un viaje por Europa de 11 días, y escogimos la isla de Irlanda para hacer un roadtrip.

Dejando el coche el Low Cost Parking Valencia.

Aunque el vuelo salió desde Madrid, el viaje empezó en Valencia, donde dejaríamos el coche en el garaje de Low Cost Parking Valencia, pues es donde regresaría el avión (me costaba casi 600€ menos volar desde Madrid y volver a Valencia, AVE incluido). El servicio de esta empresa es excelente, pues ya la conocíamos de otros viajes, y es mucho más económico que cualquier otra opción, de hecho, en nuestro viaje a París de 2018, nos cancelaron el vuelo cuando ya estábamos dentro del aeropuerto y nos lo colocaron al día siguiente, y Los Cost parking nos recogió, y volvió a darnos el servicio al día siguiente sin coste económico extra. Así que dejamos el coche en sus instalaciones, y nos acercaron hasta la estación Sorolla de Valencia, desde donde sale el tren de alta velocidad (estación distinta a la estación central).

Callejeando por Dublín, Irlanda.

Llegamos a Dublín por la noche, bastante tarde, así que tras pasar el control de pasaportes, pillamos un taxi hasta la puerta de nuestro hostel (Dublín es una ciudad carísima para el alojamiento), donde pasaríamos únicamente una noche, pues al día siguiente pillaríamos el vehículo en el que le daríamos la vuelta a la isla.

Dublín no posee edificios muy altos.

A pesar de ello, de estar solamente medio día en la capital de Irlanda, al finalizar el viaje estuvimos a partir de la hora de comer de un Sábado en un camping de la ciudad, por lo que tuvimos una tarde más para visitar la ciudad, y dormimos la noche del Domingo en otro hostel, así que se puede decir que pasamos dos días completos en Dublín, que voy a pasar a relatar como si hubieran sido seguidos para facilitaros las cosas a los que nos leéis.

Dublín está repleta de pubs donde disfrutar de una buena pinta.

Dublín está dividida en dos por el río Liffey, y en nuestra primera mañana nos dedicamos a visitar el sureste de la ciudad, que destaca por un centro histórico repleto de antiguas iglesias, monumentos históricos, parques bien cuidados, interesantes museos, pero sobre todo un sinfín de pubs donde tomar una buena cerveza negra mientras escucháis música en directo, lo que la convierte en una de las ciudades más acogedoras y con mejor ambiente del viejo continente, es decir, que destaca más por esto último que por ser una ciudad realmente bella.

Las típicas puertas de colores de Dublín.

Una de las curiosidades que ver en Dublín, y que veréis simplemente paseando por la ciudad cuando vayáis de un lugar a otro, son las puertas de colores repartidas por toda la ciudad, rojas, otras amarillas, azules, verdes, lilas, etc.

¿De qué color pintaríais vuestra puerta?.

Cuenta la leyenda que hubo un señor que se pilló una cogorza de campeonato en uno de los numerosos pubs de Dublín (hasta aquí más que leyenda, es el día a día de esta ciudad), y al regresar a casa se encontró a su mujer con el vecino haciendo el amor, así que, ni corto ni perezoso se los cargó a los dos. A la mañana siguiente, con la consecuente resaca, se dio cuenta de que se había metido, por equivocación, en la casa del vecino y que esa ni era su casa, ni su mujer...el vecino estaba donde debía estar, en su propia casa.

Ya lo dice el dicho, para gustos, colores.

Lógicamente el borracho acabó en la cárcel, y desde entonces, para que este tipo de problemas se repita (las casas de una misma calle suelen ser bastante iguales), cada puerta tiene un color distinto...¿será realmente por eso?.

Las había realmente imaginativas y reivindicativas.

Pues hay varias teorías más al respecto de eso...Una de ellas dice que fue tras la muerte del príncipe Alberto en 1861, cuando la Reina Victoria de Reino Unido comenzó un luto muy riguroso por el fallecimiento de su amado esposo "obligando" a todos, incluidos los irlandeses, a que compartieran ese luto y tristeza, ordenando pintar de negro las puertas de las casas de Dublín. Los dublineses se rebelaron y decidieron pintarlas de colores.

Pero no sólo las puertas dan color a esta ciudad...

Otra explicación que se da es por la necesidad de atraer clientes, para llamar la atención de los vecinos y que supieran que en esa brillante y colorida puerta se encontraba un doctor, zapatero, carpintero…

...Los cuadros eléctricos también están decorados.

Sea por lo que fuere, hoy las puertas de las casas de Dublín lucen así, y es una forma de dar vida a estas calles tan grises por el clima, razón por la que seguramente también pintan los cuadros eléctricos de las calles, otra de las cosas que nos llamó la atención en Dublín.

Esto también lo vimos en otras ciudades.

¿Qué os han parecido las leyendas sobre las puertas de colores de Dublín?, ¿Con cuál os quedáis? ¿De qué color pintarías vuestra puerta?.

Una de las calles peatonales del centro de Dublín.

Una vez explicado esto, sin más preámbulos, paso a enumerar una lista de lugares imprescindibles que nosotros visitamos en Dublín:

El Ayuntamiento de Dublín (City Hall).

El primer edificio que vimos, por estar casi delante de nuestro alojamiento, fue el Ayuntamiento de Dublín (City Hall), que fue construido por el gremio de mercaderes como sede de la Cámara de Comercio entre 1769 y 1779 y que es uno de los mejores exponentes de la arquitectura georgiana de la ciudad. Lamentablemente cada vez que pasamos por delante (unas 3 o 4 veces) o estaba cerrado, o había una boda y no pudimos entrar (es gratis) a observar la Rotonda, un amplia sala circular culminada con una impresionante cúpula sostenida por doce columnas y decorada con elegantes estatuas, nos conformamos con verla desde la entrada (se ve pero no se puede apreciar bien). Si entráis y queréis, también podéis bajar a la planta inferior para ver una exposición sobre la historia de la ciudad desde la invasión Anglonormanda hasta el día de hoy. 

Dublín. Estatua de Molly Malone.

Muy cerca, frente a la St. Andrews Church, está la estatua más famosa de Dublín, Molly Malone, que rinde honor a una canción muy popular, que desde el s.XIX se canta en Dublín y que a día de hoy se ha convertido en un clásico y sigue sonando en los pubs de medio país, sobre una vendedora ambulante que empujaba un carro de pescado durante el día y que por la noche ejercía la prostitución, historia que es tan famosa que se ha convertido en un himno para el país.

Trinity College. La universidad más antigua de Irlanda.

Desde allí hasta el Trinity College, la universidad más antigua de Irlanda, fundada por la reina Isabel I en 1592, y una de las más prestigiosas del mundo, hay solamente 5 minutos andando, estamos en el campus de más de 200.000m² en pleno corazón de Dublín.

El Trinity College está en el centro de Dublín.

Al principio, durante sus primeros años, era un lugar de estudio exclusivo para los protestantes, pero a partir de 1793 comenzó a admitir alumnos católicos.

En el Trinity College han estudiado varias personalidades irlandesas.

A lo largo de su historia, el Trinity College ha visto pasar por sus aulas algunos alumnos que años más tarde se convertirían en grandes personalidades, como Samuel Beckett, Bram Stoker, Oscar Wilde o Edmund Burke.

Biblioteca del Trinity College o Biblioteca Vieja.

El principal motivo para visitar esta universidad es para visitar la Biblioteca del Trinity College o Biblioteca Vieja (sacad las entradas con antelación), posiblemente el lugar más bonito de Dublín, considerada como una de las bibliotecas más sublimes del mundo entero. En la sala principal o Long Room, de 65 metros de largo, se almacenan en sus altas estanterías de madera ordenados por tamaño y letra más de 200.000 libros y manuscritos de todas las épocas, y es aquí donde dicen que se inspiró J.k.Rowling para describir el colegio de Howarts de Harry Potter.

La joya de la biblioteca es el Libro de Kells

Esta biblioteca recibe desde 1801 un ejemplar de todas las obras publicadas en Irlanda y Gran Bretaña, por lo que actualmente posee alrededor de 3.000.000 de libros repartidos en ocho edificios, la mayor colección de manuscritos y libros impresos de Irlanda. De todos ellos, la joya de la biblioteca es el Libro de Kells, creado por los monjes de Iona a principios del s.IX, que contiene los 4 Evangelios del Nuevo Testamento escritos con una caligrafía muy ornamentada, con coloridos pigmentos.

Dublín posee varios parques. Merrion Square es uno de ellos.

Salimos de la biblioteca y del campus de la universidad por la parte del sureste, ya que en esa dirección estaba nuestra siguiente visita, uno de los parques de Dublín llamado Merrion Square, un antiguo parque privado (llamado Archbishop Ryan Park) rodeado de elegantes edificios de estilo georgiano que constituye uno de los lugares más tranquilos de la ciudad, un remanso de paz en pleno centro de Dublín.

La estatua de Oscar Wilde es una de las razones para visitar Merrion Square. 

Entre los puntos más visitados del parque destacan la estatua de Oscar Wilde, situada en una de sus esquinas, frente a la que fue su casa, los restos de un antiguo refugio antiaéreo de la Segunda Guerra Mundial y varias farolas antiguas.

Platos típicos de cocina irlandesa, a base de ternera o pollo y verduras.

Termino el relato dando un consejo o tip para los que queráis ahorrar en este ciudad tan cara. A la hora de comer, si estáis en pleno centro, cualquier plato combinado cuesta casi 20€, pero si os alejáis un poco podréis tener la misma comida por 5-7€ menos. Si queréis comer en el centro, los supermercados Spart tienen comida cocinada a bastante buen precio, puede ser una alternativa económica a los fast food más famosos.