Pueblos irreales, castillos aragoneses, anfiteatros romanos, ruinas griegas, playas de ensueño y una gastronomía deliciosa convierten esta región en una de las más encantadoras, incluso en Diciembre, cuando recorrimos estas tierras sin las aglomeraciones del verano, sobre todo cuando os encontréis con las mujeres que continúan haciendo pasta casera en plena calle, o los mercados más locales, ahí es cuando nos dimos cuenta que estábamos ante la Italia más auténtica.
Para recorrer Puglia o Apulia es mejor alquilar un coche, ya que, aunque a muchos lugares turísticos se pueden llegar en buses o trenes, otros muy interesantes quedan fuera de esas rutas y perdéroslos, además en vuestro propio vehículo ahorraréis tiempo, seguro.
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Nuestro coche en Apulia. |
Así que nada más aterrizar, a eso de las 15:00 en el aeropuerto de Bari, nos fuimos a recoger nuestro coche de alquiler que nos llevaría por este rincón del país durante seis días.
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Bari, Castillo Normanno-Svevo. |
La primera parada y visita del viaje fue en la capital de la Provincia de Apulia, en
Bari, la décima ciudad más grande de Italia, una ciudad con alma marinera, ruidosa, colorida, decadente y auténtica, un “pueblo grande” de 300.000 habitantes.
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Bari, Castillo Normanno-Svevo.
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Aparcamos en el Parcheggio Saba-Porto-Bari, económico y a 5 minutos del casco antiguo y de uno de los edificios más impresionantes de Bari, cerca de la Calle del Arco Basso, el
Castillo Normanno-Svevo, de 1132, que con su majestuosa e imponente muralla, cuya visita cuesta 6€ (2€ para jóvenes de 18 a 25 y gratis para menores de 18), pero donde decidimos no entrar.
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Bari Vecchia es el casco antiguo de la ciudad.|
Bari, Castillo Normanno-Svevo. |
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Bari Vecchia es el corazón antiguo de la ciudad, un laberinto de callejones angostos y mercados improvisados entre casas de tonos blancos y miel con balcones repletos de ropa tendida donde se concentra casi todo lo que hay que ver en Bari, ya que es la parte más antigua de la ciudad.
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Bari, Calle del Arco Basso.
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Entramos a Bari Vecchia por la
Calle del Arco Basso, famosa por las mujeres que se sientan fuera de sus casas que, con mucha paciencia y maestría, preparan desde hace generaciones orecchiette caseras, la típica pasta de Apulia, de la que lógicamente compramos un paquete que nos comimos para cenar esa misma noche.
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Bari, Calle del Arco Basso o Strada delle Orecchiette. |
Recorrimos la Strada delle Orecchiette, como se conoce vulgarmente la Calle del Arco Basso hasta que decidimos cambiar de rumbo y dirigirnos al norte por una de las estrechas calles que conforman este precioso laberinto.
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Bari, Catedral de San Sabino. |
Llegamos a la
Catedral de San Sabino, edificada en la Piazza dell´Odegitria sobre las ruinas de una iglesia anterior en el s.XIII, de estilo románico-pugliese, cuya fachada limpia de piedra calcárea y rosetón (protagonista cada 21 de junio, en el solsticio de verano, a las 17:00 cuando los rayos del sol se filtren a través del mismo encajando en la flor dibujada en el suelo del pasillo central), podéis ver en la foto de arriba. La entrada es gratis, pero la cripta cuesta 3€. Nosotros entramos pero su interior no nos sorprendió.
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Bari, Iglesia de Santa María del Buen Consejo. |
Seguimos unos metros más hacia el norte hasta llegar a las ruinas de la
Iglesia de Santa María del Buen Consejo, derribada en los años 30, pero donde se pueden ver sus bonitas columnas romanas con capiteles corintios, y los mosaicos medievales de la antigua iglesia bizantina, un tesoro escondido en el corazón de Bari.
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Centro histórico de Bari o Bari Vecchia. |
Tras la efímera visita continuamos nuestro paseo, que de no ser por san Google Maps sería todo un reto, ya que hubiéramos dado mil pasos más sin llegar a ver todos los monumentos importantes de este centro histórico de Bari o Bari Vecchia.
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Bari, Basílica de San Nicolás. |
Así llegamos a la románica
Basílica de San Nicolás, patrón de la ciudad, un símbolo arquitectónico de fachada sencilla pero elegante, de interior más recargado, donde destacaría el cimborrio o la cátedra del obispo Elias (las dos del s.XII), además de las reliquias de San Nicolás, personaje que inspiró el origen de Santa Claus.
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La mejor focaccia barese de Bari está en Panificio Fiore Bari. |
Justo detrás de la Basílica de San Nicolás podéis comprar
la mejor focaccia barese de la ciudad, en el
Panificio Fiore Bari, muy esponjosa, sabrosa y con tomates realmente exquisitos, casi una religión en el tacón de Italia, tenéis que probarla, sería un delito estar aquí y no hacerlo.
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En el centro la Iglesia de Santa Teresa dei Maschi. |
Ya con el estómago lleno, y sin la luz del sol, pasamos frente a la
Iglesia de Santa Teresa dei Maschi, de pequeña y coqueta fachada barroca y una gran cúpula y que hoy en día ya no se usa como templo religioso, pues en su interior se celebran eventos culturales (exposiciones de arte, representaciones teatrales, conciertos clásicos, etc).
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Bari, Piazza Marcantile. |
Una de las plazas más bonitas de la ciudad, antiguo centro político, con el
Palazzo del Sedile presidiéndola elegantemente, es la
Piazza Mercantile. En la plaza existe una columna junto a la escultura de un león, la
Columna Infame, donde se exhibían y avergonzaban a deudores, ladrones y criminales, como podéis ver en la foto de un poco más arriba.
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Corso Vittorio Emanuele. Ayuntamiento de Bari. |
Por este punto más o menos salimos a extramuros cerca del Fortino di Sant’Antonio Abate, en el Puerto Viejo (Muelle de San Antonio), uno de los 4 fuertes defensivos incrustados en la muralla que protegía a la ciudad. Ya en "la ciudad nueva" fuera del casco antiguo, regresamos al aparcamiento por el Corso Vittorio Emanuele, la principal arteria comercial de la ciudad, con tiendas, bares, restaurantes y algún palacio y edificio histórico, está el Teatro Niccoló Piccinni, el más antiguo de la ciudad, el Palazzo Fizzarotti y el Ayuntamiento de Bari.
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Bari, Teatro Petruzzelli. |
Ya con el coche, antes de parar en un supermercado a comprar la cena y desayunos de los días siguientes, pasamos frente al
Teatro Petruzzelli, reconstruido tras el incendio de 1991, que alberga tanto conciertos de música clásica como de artistas más actuales y modernos. Es el cuarto teatro más grande de Italia (el primero es el Teatro Massimo de
Palermo,
Sicilia).
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Osuni, Masseria il Frantoio. |
Desde Bari hasta nuestro alojamiento en los alrededores de Ostuni hay una hora y poco de coche, así que llegaríamos justo para dejar el equipaje, hacernos la cena, cenar y acostarnos.
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Osuni, Masseria il Frantoio. |
Nos alojamos en una tradicional masseria de Puglia, una antigua hacienda agrícola rodeada por los hermosos paisajes de olivos milenarios, donde vivían tanto los dueños, como los trabajadores, similar a las masías de
Cataluña (de hecho de ahí proviene el nombre), los cortijos de
Andalucía o los caseríos del
País Vasco.
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Osuni, Masseria il Frantoio. |
Su nombre es
Masseria il Frantoio, un alojamiento restaurado rural-chic encantador, rodeados de naturaleza y paz, uno de los hoteles más genuinos de Puglia donde la cultura y la tradición se mezclan y se entrelazan con la investigación y la modernidad, donde estuvimos descansando como en casa.
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Osuni, Masseria il Frantoio. |
La Masseria il Frantoio también está en
Home Exchange como vivienda de intercambio (imagino que solo en periodos de temporada baja), que es como nosotros nos alojamos, pues no nos hubiéramos podido permitir los más de 350€ por noche (4 personas) que costaba el alojamiento, ahora bien, los vale, porque es una auténtica maravilla de lugar.
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Osuni, Masseria il Frantoio. |
Los que no sepáis qué es
Home Exchange podéis leer en
este artículo de qué se trata y como funciona, os aseguro que en cuanto lo probéis no dejaréis de usarlo.
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Osuni, Masseria il Frantoio. |
Cuenta con dieciséis habitaciones repletas de detalles, muy cómodas, diseñadas para satisfacer las necesidades de un solo huésped, una pareja o una familia.
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Osuni, Masseria il Frantoio. Nuestro apartamento. |
Nuestra habitación, una familiar, era la "Casa padronale" (casa de los propietarios), se encuentra en la sección más antigua de la Masseria, y hoy es un mini apartamento, y un museo por sí mismo, pero no sólo la habitación, todas las estancias de la masseria son un museo con objetos antiguos perfectamente conservados.
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Osuni, Masseria il Frantoio.
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También hay piscina, pero claro, en Diciembre como que no, pero si venís en verano sí que la podréis disfrutar.
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