Roadtrip por Apulia, el tacón de Italia. Qué ver en Polignano a Mare y Monopoli. Parte 5

Hoy tocaba visitar los pueblos más turísticos de la costa Sur de Bari, pero como no era verano (viajamos en Diciembre), no había aglomeraciones y no "tocamos" las playas. Empezamos por Polignano a Mare, una de las poblaciones más encantadoras de Apulia, que puede recorrerse fácilmente en una mañana, ya que no llega a 20.000 habitantes.

Mapa turístico de Polignano a Mare.

Este rinconcito de la Costa Adriática del sur de Italia, habitado antaño por romanos, bizantinos, normanos, árabes, españoles, etc, es una composición perfecta de mar cristalino, increíbles acantilados, numerosas grutas marinas, además de la belleza de su casco antiguo con sus estrechas callejuelas y casas blancas y color miel agarradas casi desesperadamente a un promontorio rocoso besado por las aguas azules del mar.

Polignano a Mare, Puente de los Borbones.

Nuestra visita en Polignano a Mare empezó cruzando el Puente de los Borbones, de 1830, que domina la playa Lama Monachile desde sus 15 metros de altura, además es aquí donde está el camino para bajar hacia la famosa playa.

Polignano a Mare, playa Lama Monachile.

El símbolo de Polignano a Mare es la playa Lama Monachile, de hecho aparece en  casi todas las fotos turísticas de Polignano, de hecho en verano debe ser imposible hacerse con un hueco en esta playa. Os doy dos consejos por si queréis bañaros aquí en verano, madrugad mucho y llevad unos escarpines, pues la playa es de guijarros bastantes grandes.

Polignano a Mare, playa Lama Monachile.

Lama Monachile es una playa delimitada por dos paredes de roca que caen sobre el mar y que la abrazan como si estuvieran protegiéndola, de hecho es por esto que durante el Imperio Romano esta pequeña playa ya se utilizaba como puerto donde llegaban las naves procedentes de Oriente.

Panzerotto pugliense y bocadillo de pulpo frito.

Como a las 10 habíamos estado visitando las Cuevas de la Castellana, llegamos a Polignano a Mare casi a la hora de comer, y para no dejarnos un riñón en ningún restaurante, optamos por dos opciones económicas de comida típica de Apulia, la primera nada más cruzar el puente, en La Rotellina, donde por unos 2-3€ puedes probar el auténtico panzerotto pugliese, una especie de empanadilla frita rellena de tomate y mozzarella, pero también se le pueden añadir otros ingredientes. También aprovechamos (en otro bar) para probar el bocadillo gourmet más famoso de Puglia, el bocadillo de pulpo frito.

Polignano a Mare, estatua a Domenico Modugno.

Lamentablemente para nosotros, la plaza del promotorio Pietra Piatta estaba en obras, de modo que no pudimos disfrutar de las vistas de la playa Lama Monachile desde el Mirador al Bastión de Santo Stefano, ni acercarnos a la enorme estatua homenaje de 3 metros de altura de Domenico Modugno, un ilustre vecino de Polignano a Mare, autor de la famosa canción Volare, una de las canciones italianas más famosas y reproducidas: "Voooolare, oh oh, cantaaaare oh oh oh, nel blu dipinto di blu..." os suena, ¿no?.

Piscina de agua salada frente a la Grotta Azzurra.

Unos metros más al Norte, frente a la Grotta Azzurra, hay una especie de piscina natural de agua salada, de esas que en verano debe estar a reventar, pero que ahora, sorprendentemente, tenía un bañista "disfrutando" de sus gélidas aguas. Si hubiera sido verano hubiésemos alquilado un barquito o un kayak para explorar esta gruta o la Grotta di San Lorenzo porque son las más espectaculares.

Polignano a Mare, Arco Marchesale.

Deshicimos parte del camino andado hasta cruzar de nuevo el puente para llegar al Arco Marchesale, la principal puerta de entrada a la parte antigua, y antiguamente la única, cuando era un puente levadizo, de hecho si os fijáis podréis ver los agujeros por donde pasaban las cadenas. Dentro del arco hay un mural de la Crucifixión de Cristo anónimo del s.XVI.

Uno de los miradores de Polignano a Mare.

El casco antiguo de Polignano a Mare es realmente pequeño, pero está repleto de rincones con encanto, así como de preciosos miradores desde donde ver cómo el pueblo se abalanza sobre el mar encaramado en lo alto de los acantilados.

Polignano a Mare, Plaza de Vittorio Emanuele II,
Iglesia de Santa Maria Assunta in Cielo.

El Palacio del Reloj o Torre del Reloj, Palazzo dell’Orologio o Torre dell’Orologio, un edificio de origen medieval que decorado con un enorme reloj, antes de sol y desde el s.XIX manual, sobre el que hay una estatua de San Vito, se encuentra en la bonita Plaza de Vittorio Emanuele II, una de las más animadas de Polignano. También aquí está la Iglesia de Santa Maria Assunta in Cielo, que no llama tanto la atención por fuera, pues su exterior es humilde y desnudo, con un portal del Renacimiento tardío coronado por una elegante ventana de una sola lanceta. El campanario contiguo, una alta torre, es mucho más impresionante. Su interior es rico en obras de arte, pues allí se conserva un magnífico políptico de la Virgen y el Niño atribuido a Vivarini, un púlpito de madera con incrustaciones del s.XVI, una pila bautismal con una pirámide de mármol policromada del 700, varias esculturas atribuidas a Stefano da Putignano, los restos del patrón San Vito, y un belén de piedra de lo más peculiar.

Polignano a Mare, Belvedere su Lama Monachile.

Otro mirador imprescindible de Polignano a Mare es el Belvedere su Lama Monachile, justo al lado de donde se realiza el Red Bull Cliff Diving, los saltos al agua más famosos de Italia. Desde allí las vistas de la playa Lama Monachile son lo más.

Polignano a Mare, Mirador Grotta Ardito.

Paseando un poco más hacia el Sur está la la Grotta Palazzese, a la que se puede accedes bajando unas escaleras, por lo que no hace falta barco ni tour, donde encontraréis un hotel de esos que quitan el hipo (casi 1.000€ por noche) y un lujoso restaurante con vitas al mar de más de 250€ por cubierto, pero como no nos lo podemos permitir, seguimos bajando un poco más hasta el siguiente mirador, el Mirador Grotta Ardito, que no se llama así pero está justo en esa plaza, arriba de la gruta. Las vistas desde allí también merecen la pena. Esa fue nuestra última visita a Polignano a Mare, aunque tanto para venir a pie desde donde aparcamos, como para volver, pasamos por la Piazza Garibaldi y la Piazza Aldo Moro, una junto a la otra, centros neurálgicos del pueblo, punto de encuentro de la gente y donde a menudo se llevan a cabo diversos eventos y festivales.

Mapa turístico de Monopoli.

Desde el casco antiguo de Polignano a Mare hasta el de Monopoli hay menos de 10 kilómetros, que en Diciembre recorrimos en unos 15 minutos pero que en verano debe ser bastante más costosos de hacer. Aparcamos en la plaza Largo Fontalle, al lado del casco antiguo. Monopoli, de alrededor de 50.000 habitantes, bañada por las transparentes aguas del Mar Adriático, es famosa por sus numerosas calar y playas, pues posee 15 km de costa, pero como no es la época más idónea para el baño, nosotros nos centramos en visitar su centro histórico.

Porto Vecchio de Monopoli y Palazzo Martinelli.

Entre el centro histórico y el mar Adriático está el Porto Vecchio de Monopoli, donde los pequeños y coloridos botes de pescadores parecen posar para ser fotografiados, una de las zonas más bonitas de Monopoli.

Porto Vecchio de Monopoli y Palazzo Martinelli.

En el muelle podréis encontrar el Palazzo Martinelli (5), que destaca por sus grandes ventanas y sus arcos y que gracias a la luz del atardecer lucía fantástico esa tarde.

Monopoli, Iglesia de Santa María del Zafiro.

Monopoli, Iglesia de San Salvador.

Su casco antiguo, formado por retorcidos y estrechos callejones de adoquines que se suceden entre fachadas blancas decoradas con flores, y hermosas y amplias plazas, también está repleto de tiendas de artesanía y souvenirs, de productos típicos, restaurantes, bares y numerosos locales de interés, así como de pequeñas iglesias como la Iglesia de Santa María del Zafiro o la Iglesia de San Salvador.

Monopoli, Castillo de Carlos V.

Es allí, entre estos callejones, donde también se encuentran los principales lugares históricos que visitar en Monopoli, como el Castillo de Carlos V (1), construido en el s.XVI durante la dominación española, es particularmente bello y descansa sobre el mar. Fue una estructura defensiva, una cárcel, e incluso una residencia, pero ahora acoge numerosos eventos culturales. La entrada es gratuita.

Monopoli, la Cala Vecchia.

Monopoli, la Cala Vecchia.

En el Sur del casco antiguo nos encontramos con la pequeña playa de la ciudad de Monopoli, la Cala Vecchia, con muchas piedras y poca arena donde las murallas de la ciudad hacen de fondo, y donde se encuentra la Porta Vecchia, el lugar de encuentro de jóvenes y turistas.

Monopoli. Basílica de María Santísima de la Madia. 

Muy cerca de allí está la Basílica de María Santísima de la Madia (22), de principios del s.XII, la Catedral de Monopoli, de estilo románico, dedicada a la patrona de la ciudad, y uno de los templos religiosos más bellos de Puglia, no os lo podéis perder, tenéis que entrar. 

Monopoli. Interior de la Basílica de María Santísima de la Madia. 

De regreso al coche en nuestra ruta circular por Monopoli pasamos por la plaza Vittorio Emanuele, que es con 18.000 m² una de las plazas más grandes de Italia, del s.XVIII, y que tenía un mercado donde compramos algún que otro recuerdo más.