Fin de semana en el Camping Alfacs de Alcanar, en el Delta del Ebro, Tarragona. Parte 1.

A mediados de Septiembre decidimos hacer una escapada de relax en una zona cercana a Castellón, donde está nuestra casa, y pensamos que el Sur de Tarragona sería una buena apuesta.

Camping Alfacs de Alcanar, Tarragona.

Estuvimos buscando varias opciones de alojamientos, hoteles, casas o apartamentos, campings, y después de mucho buscar nos decidimos por el Camping Alfacs, porque, además de ser exactamente lo que buscábamos, un lugar tranquilo junto al mar donde desconectar y reponer fuerzas después de nuestro gran viaje de verano, el precio era muy competitivo.

La opción del Glamping también está presente en el Camping Alfacs.

Además de las parcelas típicas de los campings para poner vuestra caravana, autocaravana, furgoneta camperizada o tienda de campaña, el Camping Alfacs posee diferentes tipos de alojamientos que se adaptarán a vuestras necesidades tanto si viajáis en pareja, como si lo hacéis con la familia o con amigos, pues disponen de tiendas de glamping (2 personas) que tan de moda se ha puesto en los últimos años, móvil homes (de 2 o 5 personas), apartamentos (de 4, 6 o 7 personas) y la opción que nosotros escogimos, los Eco Bungalows.

Muchos de los alojamientos están casi encima del mar.

Nuestro Eco Bungalow estaba en primera línea, prácticamente junto al mar, de modo que se escuchaba el romper de las olas incluso a la hora de dormir, lo que le añade un extra de relajación al fin de semana.

Eco Bungalow del Camping Alfacs de Alcanar, Tarragona.

Se trata de un moderno Eco bungalow de madera ecológica realmente cómodo, muy modernos ya que son nuevos del año 2022, por lo que han sido construidos de manera sostenible, con placas solares, madera certificada y decoración con materiales locales.

Eco Bungalow del Camping Alfacs de Alcanar, Tarragona.

Disponen de dos habitaciones (el de 5 plazas), baño, cocina comedor y terraza, y están perfectamente equipados con cocina americana con todo el menaje, lavavajillas, cafetera, nevera con congelador, microondas, televisión, wi-fi y aire acondicionado, además de la ropa de cama y toallas.

Restaurante Desemboca Beach Club del Camping Alfacs.

El viernes cuando llegamos ya era tarde, más allá de las 19:00, así que nos dedicamos a descansar un poco después de hacer el check in y dejar el equipaje y nos fuimos a cenar al Desemboca Beach Club, el restaurante del Camping Alfacs, que se merece una mención especial, ya que teníamos la media pensión incluida.

Restaurante Desemboca Beach Club del Camping Alfacs.

El Restaurante Desemboca ofrece una sabrosa y saludable cocina mediterránea y de Km0 con especialidades del Delta del Ebro, usando verduras frescas y plantas aromáticas de un pequeño huerto ecológico. Eso, además del amor con el que se elaboran sus platos, la calidad de los productos utilizados, y la profesionalidad de los cocineros, hicieron que cada una de las cenas que pudimos disfrutar aquí, fuera una explosión de sabores tan intensa que todavía hoy, una semana y pico después (mientras escribo este relato), estemos "babeando" cada vez que pensamos en esa comida.

Restaurante Desemboca Beach Club del Camping Alfacs.

No exagero, hacía tiempo que no comíamos tan bien, ya que todos y cada uno de los platos y las tapas que probamos estaban increíblemente buenas, hasta el punto que si volvemos a pasar por la zona, cosa bastante probable, seguro que paramos aquí a comer o cenar, pues el restaurante también admite reservas y comensales que no estén alojados en el camping (644165794).

Las vistas al mar desde el Restaurante Desemboca Beach Club.

Las camas eran muy cómodas, así que dormimos como niños escuchando las olas del mar y el desayuno, también incluido en la media pensión, volvía a ser en el Restaurante Desemboca Beach Club, esta vez, como era de día, con vistas al Mar Mediterráneo, más concretamente a la Bahía dels Alfacs.

Desayuno buffet del Restaurante Desemboca Beach Club.

El desayuno es tipo buffet, y vario un poco en las dos mañanas que lo usamos, fiambre y queso, mermeladas, tostadas, tomate para restregar, leche, cereales, cafés (de cafetera de bar) fruta, yogur y dos tipos de bizcochos caseros que fueron una verdadera delicia, y una tentación...ja, ja, ja.

Camping Alfacs de Alcanar, Tarragona.

En resumen, el Camping Alfacs no es el típico camping con varias piscinas, toboganes, campos de fútbol, tenis, etc, que os podéis encontrar en otros lugares, aquí se apuesta por un turismo de calidad y tranquilidad junto al mar, un lugar donde os relajaréis y disfrutaréis del mar, de la piscina y, sobre todo, de la comida, porque repito, en el Restaurante Desemboca Beach Club del Camping Alfacs se come muy muy bien. Además el supermercado del camping tiene los precios más o menos como en el supermercado, y no pasa como en otros campings que te meten unos sablazos de aupa.

Camping Alfacs de Alcanar, Tarragona.

Además es el sitio ideal para hacer turismo por la zona, como recorrer el Delta del Ebro en el típico crucero por la desembocadura; hacer turismo activo en alguno de los parques de aventura de la zona como Deltaventur; disfrutar de un día en el parque de atracciones Port Aventura (está a una hora de coche); visitar Tarragona, la capital de la provincia; o el interior de la provincia, con pueblos como L´Horta de Jant Joan, Miravet, Tortosa, Gandesa, etc; y eso en Cataluña, porque si bajáis a la Comunidad Valenciana, que está justo al lado, tenéis otros planes como Morella, a sólo una hora de coche, Zorita del Maestrat; el arte urbano de Torreblanca; Peñíscola; o incluso Culla, que junto a las mencionadas Morella y Peñíscola están en la asociación de Pueblos más bonitos de España...como veis las posibilidades son muchísimas, es un buen lugar para hacer campo base y visitar los alrededores.

Embalse de Ulldecona.

Embalse de Ulldecona.

Como todos esos planes de los que os he hablado ya los habíamos hecho en otros viajes o escapadas anteriores, decidimos adentrarnos en el Parque Natural Tenencia de Benifasar o Parc Natural Tinença de Benifassà para hacer un trekking en los alrededores del Embalse de Ulldecona y llegar hasta el Faig Pare o la Haya Padre, pero la pista (carretera sin asfaltar) no estaba en muy buenas condiciones para un coche particular (tenéis que venir con un 4x4) y una vez recorridos casi 5 kilómetro por ella, decidimos dar marcha atrás y dejar esta ruta a pie para otra ocasión.

El Parque Natural de la Tenencia de Benifasar o
Parc Natural de la Tinença de Benifassà.

El Parque Natural de la Tenencia de Benifasar o
Parc Natural de la Tinença de Benifassà.

Nuestro gozo en un pozo, pues además de para descansar y relajarnos, nuestra visita al Camping Alfacs la habíamos planeado para hacer esta ruta, ya que, como ya os he contado, el resto de planes por los alrededores ya los habíamos disfrutado en otras ocasiones.

Alrededores de la población de Fredes.

Menos mal que, como viajeros experimentados, siempre tenemos un plan B incluso un plan C por si el plan inicial sale mal o no se puede hacer, así que decidimos visitar los pueblos que están dentro del Parque Natural de la Tenencia de Benifasar o Parc Natural de la Tinença de Benifassà, pues no los conocíamos y teníamos muchas ganas de hacerlo...este territorio mágico, además de estar envuelto por un majestuoso paisaje, posee bellos pueblos.

Tenencia de Benifasar o Tinença de Benifassà, Fredes.

Así que pusimos rumbo a Fredes, un bonito y pequeño pueblo rodeado de un cautivador paisaje, de hecho desde aquí parten una gran cantidad de caminos y senderos, como una de las rutas más emblemáticas de la zona, el Portell de l’Infern i Salt de Robert, una ruta de unos 10 km que también haremos algún día.

Tenencia de Benifasar o Tinença de Benifassà, Fredes.

Fredes se recorre en apenas 10 minutos, ya que prácticamente son 2 calles, un bar restaurante con fenomenal estufa de leña, un lavadero, una iglesia y muchas casas de piedra que sin duda han vivido mejores tiempos, aunque hay algunas restauradas.

Tenencia de Benifasar o Tinença de Benifassà, Fredes.

Se encuentra a 1090 metros sobre el nivel del mar y su término es uno de los más abruptos y fríos de la Tinença de Benifassà, siendo habitual ver multitud de águilas y buitres sobrevolando la zona, tal y como pudimos observar en la carretera que sube a la población.

Real Convento de Santa María de Benifassà.

De camino al pueblo de Fredes aparecerá a vuestra derecha el Real Convento de Santa María de Benifassà, Monumento Histórico Nacional desde 1931, construido entre el s.XIII al XVIII (Románico y Gótico), pero que no pudimos visitar porque solamente se permite la visita los jueves de 13 a 15 horas. Podréis apreciarlo desde la carretera mientras bajáis de Fredes.

Tenencia de Benifasar o Tinença de Benifassà, Ballestar.

La siguiente población que visitamos fue Ballestar, enclavado en lo alto de en un cerro de 710 metros, por lo que lo podréis admirar desde la carretera que os llevará hasta el mismo.

Tenencia de Benifasar o Tinença de Benifassà, Ballestar.

Su casco antiguo ha sido restaurado y está bastante cuidado, de modo que podemos estar, con el permiso de la Vallibona, ante en el pueblo más bonito de la Tinença de Benifassà, aunque esa percepción es bastante personal.

Uno de los pueblos más bellos de la Tinença de Benifassà.

Presidido por la Iglesia Parroquial San Salvador, Ballestar tiene decenas de rincones con encanto que harán las delicias de cualquier instagramer, así que os animo a perderos por sus calles empedradas en busca de ellos.

Tenencia de Benifasar o Tinença de Benifassà, Ballestar.

Antiguas casas con fachadas de piedra, balcones de madera o hierro forjado, portaladas de medio punto o puertas de madera conforman el mejor ejemplo de arquitectura popular de la comarca del Baix Maestrat, parece sacado del medievo.

La calle Mayor de Ballestar.

Aunque el sábado visitamos alguna cosa más, eso y nuestra visita del domingo os lo cuento en el siguiente artículo.

Detalles de puertas, balcones y ventanas de Ballestar.