Los viajes de Hector y YolandaLos viajes de Hector y Yolanda: Maldivas en Navidad. Qué hacer en Dhigurah (IV). Deportes acuáticos y plancton bioluminiscente. Parte 5
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En este blog voy a intentar poner toda la información de mis viajes por el mundo, sobretodo, desde que tengo camara de fotos digital. Todas las fotos publicadas están hechas por mi excepto, claro está, las que salgo yo. En caso de no ser así, lo indicaré. Para cualquier duda o consulta enviarme un e-mail indicando que habéis visitado el blog.
Quisiera agradecer a mi esposa Yolanda haberme permitido desatender tantas veces mis labores domésticas, y paternas, para dedicar ese tiempo al diseño y mantenimiento del Blog.
Dhigurah es un lugar ideal para practicar deportes acuáticos, tanto con o sin motor. Nosotros teníamos tiempo suficiente para poder practicarlos, y debíamos elegir entre, o visitar alguna isla cercana, o hacer los deportes acuáticos.
Los lugareños son de lo más simpáticos.
La decisión fue cara pero fácil, ya que días después visitaríamos Maafushi y Gulhi (Maldivas), además Izan y Joel querían probar la moto de agua, jet sky en inglés.
Bikini Beach de Dhigurah. Maldivas.
Explora la costa de la isla en una canoa, kayak o en una tabla de remo o SUP, practicar wakeboard o esquí acuático son sólo algunos ejemplos.
Bikini Beach de Dhigurah vista desde el mar.
Nosotros lo contratamos en el centro de actividades acuáticas que hay frente al Hotel Dhiguveli Maldives, justo donde empieza la Bikini Beach, con la empresa Oiyaa Watersports Beach Hut.
Practicando SUP el Dhigurah. Maldivas.
Bikini Beach de Dhigurah. Aquí hicimos los deportes acuáticos.
Empezamos con paddle surf o SUP (Stand Up Paddle), surf a remo o como lo llamarían en Hawaiiano Hoe'he Nalu o incluso Ku Hoe'he Nalu, pues esa tarde el mar parecía una piscina, ni una sola ola.
Paddel Surf o SUP (Stand Up Paddle).
Como veis estábamos solos, la playa era nuestra.
A pesar de que para casi todos no se trataba de una nueva experiencia, pues ya lo habíamos practicado antes, hacerlo en el paraíso es otro nivel.
Practicando SUP en Dhigurah. Maldivas.
Regresaron haciendo Kayak.
Teníamos dos tablas y nos las fuimos intercambiando durante la hora que duró la actividad, aunque fueron Yolanda y Joel los que más lo disfrutaron.
Izan con la moto de agua en Dhigurah. Maldivas.
Lo que teníamos reservado era un pack de actividades, que salía bastante más económicos que las actividades sueltas, y no era necesario realizarlas todas a la vez, ni la misma tarde, de modo que lo espaciamos en el tiempo.
Joel con la moto de agua en Dhigurah. Maldivas.
Como ya he adelantado, Izan y Joel montaron en moto de agua o jet ski, Izan completamente solo durante 30 minutos, y Joel el mismo tiempo pero acompañado de un monitor detrás por ser demasiado joven.
A Izan le encantó la experiencia, quería repetir.
Ambos llevaron la moto al límite, sintiendo la adrenalina de conducir a toda velocidad por la laguna interna del atolón, una experiencia tremenda que puso la sonrisa en la cara de Izan durante el resto del día...quería repetir.
Puerto de Dhigurah. Maldivas.
Para la siguiente actividad nos tuvimos que trasladar al puerto de Dhigurah, al Norte de la isla, ya que se necesita una lancha motora para realizarla.
Parasailing en Dhigurah. Maldivas.
No fue nuestra primera experiencia en parsailing.
Estamos hablando de parasailing, y aunque no fue la primera vez para nosotros (para Ibana sí), ya que lo hicimos en Torrevieja, provincia de Alicante, hace bastante poco, ver la isla desde las alturas, y estas aguas tan brutales, es una experiencia que merece la pena.
Parasailing en Dhigurah. Maldivas.
Parasailing, paravelismo, parascending o parakiting.
Conocida como parasailing, paravelismo, parascending o parakiting, esta actividad acuática en la que básicamente una, dos y hasta un máximo de cinco personas sujetas por arneses a un paracaídas son remolcadas por una lancha motora a gran velocidad es bastante más tranquila de lo que creéis.
Pedazo de vistas de Dhigurah desde el cielo.
Cada vez subimos uno en el paracaídas.
Es esta velocidad la que provoca que el paracaídas se eleve haciéndolo volar por encima del mar, pero como el día estaba sin nada de viento, subimos de uno en uno.
Al final de Dhigurah está la lengua de arena.
La Bikini Beach de Dhigurah desde las alturas.
Lo mejor de realizar increíble experiencia aquí son las vistas de Dhigurah y las aguas que la bañan desde el cielo, la sensación es maravillosa y el recuerdo nos quedará en la memoria para siempre. Y ver la lengua de arena de Dhigurah desde las alturas, ya que si a pie de arena es bonita, desde arriba lo es todavía más.
La lengua de arena de Dhigurah es preciosa...
...tanto desde el suelo como desde aquí arriba.
Como curiosidad os contaré que el parasailing lo inventó Mark McCullog en 1971, pero que ha evolucionado la manera de elevarse hasta hacerla completamente segura, ya no se coge carrerilla para elevarse, ahora es desde la lancha rápida desde donde se lanza y recoge el paracaídas y a la o las personas que lo llevan.
Parasailing en Dhigurah. Maldivas.
Qué foto más bonita.
Este sofisticado sistema de lanzamiento y recogida permite que los despegues y los aterrizajes sean 100% seguros, suaves y controlados, así que no os preocupéis.
Sofá acuático en Dhigurah, Maldivas.
Después llegó el turno del sofá acuático, una actividad muy divertida en la que están aseguradas las risas de principio a fin.
Sofá acuático en Dhigurah, Maldivas.
Sentados en el hinchable con forma de sofá, fuimos arrastrados a toda velocidad por una moto de agua, pero no os creáis que fue un sofá donde estuvimos cómodamente sentados, no os equivoquéis…
Sofá acuático en Dhigurah, Maldivas.
Disfrutamos de mucha adrenalina y diversión mientras planeábamos y dábamos saltos sobre las olas que hacía la misma moto de agua, muy muy divertido.
Banana acuática en Dhigurah, Maldivas.
También probamos la típica banana acuática, pero no es tan divertido y en la primera caída, yo caí encima de Yolanda y le hice bastante daño, así que no guardamos muy buen recuerdo.
Atardecer en la Bikini Beach de Dhigurah.
Una vez más disfrutamos de un atardecer en la Bikini Beach de Dhigurah, cada día vimos uno de estos en el paraíso.
Atardecer en la Bikini Beach de Dhigurah.
Esto fue el último día antes de abandonar la isla y después de cenar queríamos volver a la Bikini Beach para ver el plancton bioluminiscente.
Plancton bioluminiscente, qué ilusión nos hizo verlo.
Lo habíamos visto un par de noches, pero apenas vimos "cuatro" luces brillantes en el agua, así que estábamos un poco decepcionados, pero después de hablar con el dueño de nuestro hotel, nos dimos cuenta de que este fenómeno se producía en la otra playa, en la playa Este.
Aquí lo podéis ver con el flash del móvil.
Sabíamos que algún plancton puede brillar en la oscuridad, la mayoría brilla de color azul, pero algunos otros, de color verde, rojo o naranja, eso sí, el plancton bioluminiscente no brilla todo el tiempo.
Plancton bioluminiscente en Dhigurah, Maldivas.
Nosotros con los móviles pudimos captar lo que veis, pero os puedo asegurar que se veía perfectamente y que fue una de las experiencias más alucinantes de nuestras vidas, qué ilusión nos hizo...y más después de ver Avatar 2...ja, ja, ja.
Este fenómeno producido por diferentes organismos que emanan luz propia, tiñendo nuestro anochecer por primera vez en nuestra vida, es un efecto mágico caprichoso e impredecible, en el que las aguas se tiñen de las luces fluorescentes sobre todo entre mediados de verano y principios de invierno.
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