Después de nuestra visita a Béziers nos dirigimos a Minerve, una pequeña localidad medieval rodeada por un maravilloso entorno natural.
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Minerve es una de los pueblos más bellos de Francia. |
Minerve está situada en una roca en la confluencia de dos ríos, el Brian y el Cesse, formando un conjunto con aspecto de península donde las casas se alzan sobre dicho espolón rocoso y, vistas desde el cielo, parecen estar suspendidas en el vacío.
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Minerve es una de los pueblos más bellos de Francia.
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No es de extrañar que Minerve, de poco más de 100 habitantes, figure entre los
pueblos más bellos de Francia, pues es tan bonita desde fuera, como por dentro.
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Minerve es una de los pueblos más bellos de Francia.
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Tendréis que aparcar en el aparcamiento de pago habilitado para turistas, pues no se puede circular por el interior de la localidad, y caminar unos 5 minutos hasta poder disfrutar de sus calles.
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Minerve, la Candela, restos de una torre de piedra.
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Al caminar por su interior descubriréis los vestigios de su rica historia, como una elevada torre de piedra, la
Candela, que antiguamente perteneció al castillo y que es de época medieval, o restos de murallas y elementos de mampostería que dan testimonio del asedio que se produjo.
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Minerve, iglesia de Saint-Etienne.
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No lejos de estos restos, en lo alto del pueblo, veréis la
iglesia de Saint-Etienne, que data del siglo XI, un edificio religioso de estilo románico que alberga un altar que data del año 456 pero que nosotros encontramos cerrada.
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Las estrechas y adoquinadas callejuelas antiguas de Minerve. |
Pasear por las estrechas y adoquinadas callejuelas antiguas de Minerve, flanqueadas por casas con antiguas fachadas de piedra que parecen guardar miles de secretos es una verdadera maravilla.
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Mapa Turístico de Narbona o Narbonne. |
A la mañana siguiente visitamos
Narbona o
Narbonne, otra de las ciudades imprescindibles del Sur de Francia y que todavía no habíamos visitado.
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Narbona, la Basílica de Saint-Paul o Iglesia de San Pablo. |
Aparcamos muy cerca de la
Basílica de Saint-Paul (17) o
Iglesia de San Pablo, la primera iglesia gótica de Narbonne y una del la más antigua del Sur de
Francia, aunque combina arte románico y arte gótico.
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Narbona o Narbonne, les Halles. |
De allí pasamos frente a la
Iglesia des Agustins (19) y la
Iglesia Notre-Dame de Lamourguier (20), pero nos fijamos más en el edificio que estaba allí al lado, les
Halles (21).
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Narbona o Narbonne, les Halles. |
Tanto por la estructura de su edificio, de acero y cristal, como por su ambiente, el Mercado de les Halles es el alma de la ciudad, una visita obligada que desde bien temprano toma el pulso de la ciudad.
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Narbona o Narbonne, les Halles. |
Este mercado cubierto, construido por André Gabelle y el arquitecto Léopold Carlier, se abrió al público el 1 de enero de 1901.
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El Puente de los Comerciantes o Pont des Marchands. |
Frente al mercado está el canal de la Robine, un ramal del Canal du Midi, cuyo punto más famoso, uno de los más bonitos de Narbona, es el
Puente de los Comerciantes o
Pont des Marchands (14), un monumento histórico insólito que impresiona, y que tiene la particularidad de ser uno de los puentes más raros construidos y aún habitados en Francia, muy parecido en este sentido al Ponte Vecchio de
Florencia,
Italia.
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Place de l'Hotel de Ville, Palacio Arzobispal de Narbona. |
La
Plaza del Ayuntamiento o
Place de l'Hotel de Ville (3) tiene un trozo de la calzada de la antigua
Via Dolomitia, restos de la época romana, pero lo que más destaca allí es el conjunto del antiguo
Palacio Arzobispal de Narbona (1), el más importante de Francia después del de
Aviñón, donde está el Ayuntamiento de la ciudad.
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Place de l'Hotel de Ville, Palacio Arzobispal de Narbona. |
Con una fachada imponente y esa unión de diferentes edificios, además del Ayuntamiento, el Palacio Arzobispal de Narbona alberga tanto el muso de arte como el museo arqueológico de Narbona, pero nosotros no visitamos ninguno. El
torreón Gilles Aycelin, el que más destaca, fue construido entre los siglos XIII y XIV, y se dice que las mejores vistas de Narbona y de la propia catedral se obtienen subiendo a lo alto de esta torre, aunque no lo comprobamos.
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Palacio Arzobispal de Narbona. Passage de l´Ancre o Pasaje del Ancla. |
En el Palacio Arzobispal de Narbona además del torreón destaca el
Passage de l´Ancre o
Pasaje del Ancla, llamado así porque en su entrada cuelga un ancla, pues en la Edad Media se ubicaba aquí el mercado de pescado, pues esta zona con sombras que ayudaba a mantener más fresco el pescado.
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Banco gigante del Jardín de los Arzobispos. |
En la parte trasera del Palacio Arzobispal (se puede llegar por el Passage de l'Ancre) está el
Jardín de los Arzobispos (4), un tranquilo parque donde, además de descansar admirando la cercana catedral y poder ver el reloj solar y el claustro, podréis sentiros como enanos intentando subir y sentaros al enorme banco que han colocado en una parte muy íntima del parque.
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Catedral de Saint-Just-et-Saint-Pasteur, Narbona. |
Allí mismo está la
Catedral de Saint-Just-et-Saint-Pasteur (2), una enorme construcción gótica, que figura entre las más altas de Francia y que, sin embargo, está inacabada, pues únicamente el coro está terminado, por lo que falta la mitad del monumento, algo que le otorga un aura de lugar en ruinas, de decadencia, de mayor solemnidad si cabe. No hicimos fotos del interior porque estaban en misa.
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Capilla de los Penitentes Azules o Chapelle Des Pénitents Bleus. |
Justo delante de la catedral tenéis la
Capilla de los Penitentes Azules o
Chapelle Des Pénitents Bleus (5), el último lugar que visitamos en Narbona antes de regresar al coche.
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Capilla de los Penitentes Azules o Chapelle Des Pénitents Bleus.
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Esta capilla del siglo XVII con decoración barroca, restaurada por el Ayuntamiento en 1996, acoge una sala de exposición de arte contemporáneo.
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Gruissan está construido alrededor de la Torre Barbarroja.
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A escasos kilómetros de allí está la turística localidad de
Gruissan, construido en circularmente con callejones que serpentean alrededor de la
Torre Barbarroja como un caracol.
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Francia. Gruissan, Torre Barbarroja. |
En realidad, tal construcción respondió a una lógica de defensa, pues así el pueblo podría cerrarse más fácilmente en caso de un ataque y esa forma de caracol era una trampa para los invasores que corrían por las calles y no podían darse la vuelta.
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Vistas de Gruissan y sus salinas desde el castillo. |
La torre Barbarroja es la única torre del castillo (construido entre 1245 y 1247) que ha sobrevivido a la destrucción, dañado durante las guerras de la Liga Católica y la Fronda.
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Gruissan, interior de la iglesia Notre-Dame de l'Assomption. |
A los pies del castillo está la pequeña
iglesia Notre-Dame de l'Assomption, del siglo XIII, de lo poco que ver en el pueblo junto al castillo o las salinas, pero es una localidad con muy buen ambiente donde callejear y ver las tiendecitas es un placer.
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España, Cataluña, Girona, Tossà de Mar. |
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Playa Grande de Tossà de Mar. |
Al día siguiente regresamos a
Castellón, pero no sin antes hacer una parada para conocer, aunque sea de pasada, dos poblaciones de
Cataluña que hacía tiempo que queríamos visitar pues cuando visitamos la
provincia de Girona no tuvimos tiempo de verlas.
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Playa Grande de Tossà de Mar desde su castillo.
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Vistas desde el Castillo de Tossà de Mar. |
La primera, más bonita, es
Tossà de Mar, uno de los pueblos más emblemáticos y fotografiados de la Costa Brava, gracias principalmente por su espectacular núcleo medieval fortificado, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.
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Murallas de Tossà de Mar. |
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La Vila Vella de Tossà de Mar. |
La
Vila Vella de Tossa de Mar es un imponente recinto amurallado construido entre los siglos XII y XIV como defensa ante las incursiones de los piratas, y todavía conserva su perímetro original formado por un conjunto de calles estrechas hechas de guijarros y flanqueados por edificios con mucho encanto.
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Playa Grande de Tossà de Mar desde su castillo. |
Dominando la vista sobre el mar encontramos la iglesia Vella de Sant Vicenç, de estilo gótico del siglo XV, y en la parte más alta está el faro de Tossa, edificado sobre el antiguo castillo que dominaba el territorio.
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Tossà de Mar, el Barrio de la Roqueta. |
Por último no os podéis perder el
Barrio de la Roqueta, el antiguo barrio marinero es ideal para pasear por las encantadoras callejuelas estrechas como la de ses Set Aigüeres, la de les Flors o de la Roqueta, donde parecerá que estéis en una villa de hace cientos de años, en un antiguo pueblo de pescadores de casas blancas y olor a mar.
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España, Cataluña, Girona, Lloret de Mar.
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Lloret de Mar es otro de los principales destinos turísticos de la Costa Brava, pero está más focalizada en sus excelentes playas y calas, por lo que nosotros no le vimos demasiado interés y prácticamente lo único que hicimos es conducir paralelos a la playa y hacer dos o tres paradas para sacar fotos.
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Tarragona. Pont del Diable o Acueducto de Las Ferreras. |
Por último, antes de llegar a casa, paramos en uno de esos lugares en los que siempre recomendamos parar, pues en un área de descanso frente a la ciudad de
Tarragona está el
Pont del Diable o
Acueducto de Las Ferreras, un lugar precioso que Yolanda y yo habíamos visitado varias veces pero que Joel no conocía.
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