Con los poco más de 10 kilos de mochila en la espalda me dirigí de nuevo a la estación de ferrocarril de Rabat, a unos 10 minutos a pie de mi hotel en la medina.
El precio del billete de segunda clase (no creo que merezca la pena gastar más para viajar en primera aunque puedas permitírtelo) es de 35 dh para un trayecto desde Rabat hasta Casablanca (a cualquiera de sus estaciones ferroviarias), pero yo bajé en la estación Casa-Port, que es la más cercana al puerto y a la antigua medina, donde tenía ya contratado el alojamiento (lo hice por internet desde casa), el International Youth Hostel de Casablanca, en una habitación doble para mi solo por poco más de 130 dh (el alojamiento más caro de mi viaje).