A 80 kilómetros al sur de Mérida por la carretera 180 se encuentra la maravillosa ciudad maya de
Uxmal. Esa iba a ser nuestra primera parada del día, pero antes teníamos que levantarnos, a las 6:15, desayunar (zumo, fruta, café y bizcocho) con la agradable compañía de Edwin y salir de la ciudad más grande de
Yucatán, Mérida.
Poco más de una hora después, llegamos a
Uxmal, antes de las 8:00, hora de apertura, por lo que nos tocó esperar unos minutos. Eso también hizo que la visita fuera más cómoda y placentera, pues estuvimos prácticamente solos durante las casi 2 horas que nos ocupó la misma.
Edificios con una belleza, sobriedad y pureza increíbles que indican claramente el esplendor que alcanzó la
cultura maya entre los siglos VII y X (aunque fue fundada hacia el s. III y abandonada en el XIII). Al contrario de lo que ocurre en Chichén Itzá, las construcciones de Uxmal no presentan influencias de otras culturas encontrándote dentro del más puro estilo puuc. Esto se pone de manifiesto en el simbolismo y la ornamentación de los frisos en los diferentes templos y palacios. Los magníficos decorados hacen de este lugar algo único en el mundo maya.
En torno a
Uxmal, cuyo nombre significa "la tres veces edificada", circula una leyenda según la cual su edificio más importante, la Pirámide del Adivino. Fue levantada en una sola noche por el "enano de Uxmal".