Fue el día que más tarde nos levantamos, pues serían las pasadas las 10:00 cuando estábamos en el Cenote de Dos Ojos.
Pero de camino, nos ocurrió algo de lo que había oído hablar, "la mordida". La mordida es un soborno que te hace la policía mexicana cuando cometes alguna infracción de tráfico, es decir, te paran por exceso de velocidad, por ejemplo, y te dicen que la multa es tanto, y después de soltarte el rollo, te piden "la voluntad", para dejarlo correr. El problema es que los coches de alquiler llevan un distintivo de color rojo en la matrícula que los diferencia de los demás vehículos. Los turistas somos presas fáciles para ellos, pues no conocemos las leyes y las costumbres, y muchas veces les damos más pesos de lo "normal", motivados por el miedo también.