Nos despertamos a orillas del Lago Bohinj, en pleno Parque Nacional de Triglav, sobre las 7 de la mañana y minutos más tarde estábamos frente a la entrada de la cascada de Savica ( 2,40 €), no sin antes pagar los 3€ del parking de rigor.
Para acceder a esta preciosa cascada, no te queda más remedio que subir la montaña por unas larguísimas escaleras (casi 550 escalones, aunque no seguidos, con terraplenes), aunque merece la pena tanto por el paraje que nos rodeaba como por la cascada, la más espectacular del parque con más de 60 metros de caída. Allí arriba, en una caseta que hay con bancos, nos comimos unos merecidos bocadillos de jamón que previamente habíamos preparado. Yo tuve el handicap de subir las escaleras con mi hijo al cuello, sobre mis hombros. Las fotos que os dejo son de las cascadas y de la subida a las mismas.